Ríos de Londres

Es una verdad universalmente reconocida que a todo el mundo le gusta hablar de sí mismo. Nueve de cada diez confesiones se obtienen gracias al instinto natural del ser humano de contar la historia de su vida a cualquier oyente que preste atención, aunque eso suponga contar cómo mató a palos a su pareja de golf con un hierro del 7. Mamá Támesis no era diferente, de hecho, me di cuenta de que los dioses tenían incluso una mayor necesidad de explicar su historia.

[...] por mucho que en Londres la historia y la tradición hablen con una bella voz, el dinero tiene su propio y dulce canto de sirena.

Todo el mundo se alegra cuando llega la policía, porque tendremos que salvarles, tanto si quieren como si no.

El sistema nuevo que tenía que reemplazar al antiguo iba a llamarse SHERLOCK, pero no se le ocurrió a nadie una serie de palabras para formar el acrónimo y por eso lo llamaron HOLMES 2.

¿Y si resultaba que los fantasmas existían?
—¿Ha llegado el momento de que me diga que la Policía Metropolitana tiene un departamento secreto que se enfrenta a fantasmas, trasgos, hadas, demonios, brujas y magos, elfos y duendes…? —pregunté—. Le doy permiso para hacerme callar antes de que se me acabe la lista de criaturas sobrenaturales.
—A duras penas has empezado —indicó Nightingale.
—¿También extraterrestres? —tuve que preguntar.
—Por ahora, no.
—¿Y la Metropolitana tiene un departamento secreto?
—Mucho me temo que soy su único miembro —dijo.
—¿Y qué quiere usted de mi…que me apunte?
—Que me ayudes —dijo Nightingale— en esta investigación.

—¿Ya tienes lo que has venido a buscar? —preguntó.
—La tele es mía —dije.
Me respondió que me la llevase cuando quisiera.
—¿Qué es lo que vio en ti? —preguntó, y negó con la cabeza—. ¿Cómo pudieron elegirte a ti como guardián de la llama secreta?
Me pregunté qué diablos sería la llama secreta.
—Me imagino que habrá sido cuestión de suerte.
No se dignó a responderme. Me dio la espalda y se puso a buscar de nuevo dentro de los baúles. Me pregunté qué sería lo que buscaba en realidad.