Ríos de Londres

Con la cuarta parte de esta serie de libros publicada, yo aún me había planteado empezar a hacerle un hueco para ir leyéndola aunque he aprovechado que comienza la reedición de las primeras partes para ir poco a poco. No llevaba ningún tipo de expectativa acerca de esta saga salvo las pocas opiniones generales que había oído por aquí y por allí y al final he terminado uniéndome a ese coro de voces positivas que alaban este inicio de serie fantástica. Apenas sabía de qué iba, poco más que las frases promocionales que se pueden ver pero no me había detenido a ver el argumento detenidamente y ha sido todo un acierto porque me ha enganchado de una manera que no me esperaba.

Si tengo que decir el elemento que más me ha gustado de esta novela introductoria de la saga es sin duda Peter Grant, un personaje carismático, el narrador en primer persona de todo lo que le va sucediendo y de todo lo que se le va pasando por la cabeza. Tiene unas características fuera de lo común (es mestizo, mulato de ascendencia africana), tiene un desparpajo innato a la hora de expresarse y muchos de sus comentarios están impregnados de un sarcasmo que le lleva a veces a ser más cínico de lo que pretende. Hace muchas observaciones sobre lo que le rodea y eso le lleva a entablar conversación con el único testigo del asesinato en el que él y su compañera Lesley May han sido asignados para proteger el perímetro. Ambos están a punto de terminar su periodo de prueba en la Academia de Policía y están ansiosos por saber a qué departamentos los destinan, así que Peter quiere probar su valía interrogando personalmente a ese testigo esencial para el caso de asesinato. El problema es que el testigo resulta ser un fantasma de un hombre muerto hace siglos y tras la sorpresa inicial, Peter decide informar a sus superiores y eso capta la atención del inspector Nightingale, responsable de la sección mágica de Scotland Yard, que lo elige como aprendiz para que trabaje con él en su departamento.

Esa es la premisa de la novela y a partir de ahí la trama se vuelve súper interesante, mezclando la investigación policial propiamente dicha con la aparición de seres sobrenaturales de todo el mundo mágico que va descubriendo Peter (espíritus antiguos, fantasmas, vampiros…). Aunque he visto que la comparan con una especie de Harry Potter con aires de Sherlock Holmes, lo único que tienen en común estas alusiones con Ríos de Londres es que Peter Grant descubre que hay un mundo mágico con seres sobrenaturales detrás de su querida ciudad y que se dedica a resolver el misterio de un asesino en serie con un mentor bastante peculiar, pero ahí acaba cualquier parecido con ambos personajes icónicos y con las historias de sus novelas respectivas para que no os lleve a engaño. de hecho, quizás son los personajes secundarios los que se encargan de marcas esas diferencias más que evidentes. Lesley May es una agente muy competente y concienzuda (mucho más que el propio Peter, la verdad) y a través de los ojos de su compañero llegamos a admirarla muchísimo aunque Peter solo piense en llevársela a la cama si la cosa surge, pero se nota el respeto que siente por ella como policía. Y por supuesto, el otro gran pilar de la trilogía es Thomas Nightingale, aunque es una novela bastante introductoria con respecto a este personaje, que me ha parecido fundamental para apuntalar toda la trama y el inicio de la saga, así que mis ganas por conocerlo más a fondo no se han visto del todo satisfechas pero confío en la continuación.

Sin embargo, el caso a resolver en sí mismo me ha parecido demasiado complicado de seguir en el sentido de que muchos de los detalles que se van descubriendo están basados en el folklore inglés tradicional, algo de lo que yo apenas tengo ni idea y me era imposible adelantarme a las deducciones de Peter según iban avanzando en las averiguaciones. Aunque a decir verdad, pese a que no podamos seguir los descubrimientos como lo haríamos en una novela policíaca convencional, lo podemos hacer a posteriori porque el autor se va encargando de explicarnos todo lo necesario acerca de esas historias secundarias necesarias para comprender las conexiones con el caso actual. Además, Londres y sus alrededores quedan fielmente retratados con la ubicación de las calles o la descripción de los barrios residenciales por los que se mueven Peter, Lesley y Nightingale, pero tampoco es que lleguen a abrumar demasiado porque los párrafos descriptivos también son cosa de Peter y su punto de vista es muy sencillo y llevadero porque siempre está haciendo anotaciones divertidas y a la vez nos va contando cosas sobre su vida y sus experiencias pasadas.

Por lo demás, nunca había leído a Ben Aaronovitch y tampoco tenía una idea preconcebida de lo que me podría encontrar en esta novela. Por eso creo que la sorpresa que me he llevado ha sido mayor porque, aunque en principio sabía que por temática me podría gustar, el estilo y la forma de llevar la historia que ha tenido el autor han sido lo que más me ha hecho disfrutar de una novela que podría haber resultado demasiado extraña para mi gusto. Tiene un estilo ligero y muy ágil plagado de diálogos de investigación, de pesquisas comentadas entre Lesley y Peter, de giros argumentales con nuevas víctimas del asesino en serie, mortal o inmortal, que anda suelto por Londres y de conversaciones entre Nightingale y su nuevo aprendiz, que está alucinando con todo lo que está descubriendo del mundo mágico. Este triángulo de relaciones es lo que da vida a la trama para que avance, aunque el resto de secundarios (que son ni más ni menos que los ríos de Londres personificados que dan título a la saga y a la novela) que aparecen hacen de este libro algo completamente original, curioso y con un misterio muy peculiar.

En definitiva, una historia innovadora que parece mezclar el género de fantasía urbana con un caso típico policíaco en el que se ven envueltos los espíritus ancestrales de los ríos londinenses, una premisa de por sí curiosa y que funciona gracias al encanto particular del protagonista, un aprendiz de mago al que le queda muchísimo por aprender. Ha sido una lectura súper rápida de la que no esperaba que me mantuviera atrapada como lo ha hecho, me ha encantado conocer a un nuevo autor y me deja con muchísimas ganas de seguir leyendo un nuevo caso de Peter Grant y su mentor.
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Una noche de fiesta
Peter y Lesley están en su última guardia de prácticas antes de ser asignados a su unidad definitiva en la policía de Londres. Lesley conseguirá lo que quería, Homicidios, pero Peter… es demasiado despistado, así que encargarse del papeleo en la oficina es su mejor opción según su superior. Sin embargo, para Peter aquella guardia será su salvación, al fin y al cabo, no siempre se topa uno con un fantasma.
De esta manera nuestro protagonista conoce al inspector Nightingale y comenzará su vida en la unidad especial, es decir, la encargada de los delitos en torno a la magia. Comienza una historia donde nos adentraremos en una narración divertida que bebe de todo lo más típicamente inglés y de las claves contemporáneas de entendimiento del mundo. Pero en toda novela policíaca, lo importante es el caso y en este sentido encontraremos un caos que va muy bien con la problemática.
En esta primera entrega, concretamente, los ríos de Londres, presentes y ausentes, tendrá un papel clave en la gestión y protección de la ciudad, siendo Nightingale y Peter Grant el enlace entre esas fuerzas y el día a día londinense. Y, sin embargo, ellos y ellas no serán el caso principal de nuestros detectives, que tendrán que averiguar qué causa sobrenatural está causando una oleada de violencia en una zona concreta de Londres.
Comienza el desmadre
Aquí es donde empezamos con el intricado de la novela. En primer lugar, y como en todas las novelas de investigación, tendremos a «la fuerza del orden» que en este caso tiene que aparentar normalidad, a ella pertenece Lesley May. Después, tendremos a los verdaderos investigadores del caso, que aparte de investigar de tapadillo e intentar que la magia no sea algo más patente en la sociedad, están liados con el adiestramiento de Peter Grant. Aquí encontramos a Nightingale, a Peter y a una serie de personajes que, entre la alegoría, la historia y los seres que ya conocemos, nos harán platearnos en dónde reside la magia y cuánto depende de la creencia.
Pero el lío no para aquí. Peter es un personaje que está dentro del arquetipo de pringao. Es muy curioso cómo se plantea en la novela, porque no deja de serlo en ningún momento: todos los planes le salen mal, sus experimentos parece que no llevan a ningún sitio y el no es del todo consciente de que esto es así. Sin embargo, tampoco el lector termina de verlo así. Es muy interesante cómo la idea de fracasado o de persona poco brillante depende tanto de cuál sea nuestro punto de partida. En la novela aprendemos que, si cambiamos de perspectiva, Grant no es un simple que se despista con todo, sino alguien que analiza el mundo de otra manera. Eso sí, que se tiene que ir poniendo las pilas y aprender todo lo que le queda, también.
Reunión de conocidos
La verdad es que ha sido una lectura muy entretenida. Más allá del caso en sí, el estilo destaca por ser personal, pero también por todo lo que une en sí. Por momentos me recordaba al humor empleado por Partchett, sin llegar a los niveles de sublimidad de este. Pratchett, al final, para poder cuadrar ese chiste y crítica constante, creó un mundo con las coordenadas necesarias. En el caso de Aaronovitch, nos situamos en el Londres actual, por lo que la comedia y la crítica se hacen sobre un sistema que conocemos y sobre el que ya podemos tener opinión.
No obstante, lo logra y crea, además, un Londres mágico, donde la historia de la ciudad cobra nuevo sentido con el que se disfruta muchísimo. Con él, además, nos acercamos a otro autor Neil Gaiman, gracias a esa especie de animismo que rodea a ambos y que nuestro autor ha sabido dotar de personalidad propia (ojalá existiera el culto a las deidades de los ríos londinenses).
Pero, además, este es el primer tomo de una serie de novelas cuyo hilo conductor es el detective Peter Grant. Sin embargo, al más puro estilo Sherlock de lo sobrenatural, cada una de ellas será autoconclusiva y presentará un caso diferente del protagonista. Cierto es que, en su conjunto y ordenadas, a lo largo de todas las novelas de la serie podremos ir viendo la evolución del detective, pero, como decía, esto no impide disfrutar de los tomos de manera individual.
El fantasma ataca de nuevo
Con este sincretismo, la verdad es que algún pero debería ponerla la obra, ¿no? Este reside en algo que no es culpa del autor, sino de los lectores que acudimos a ella. Es cierto que, a pesar de que la novela entretiene, divierte y engancha, quizá tenga un problemilla para aquellos que no somos londinenses. Las referencias a la historia de Inglaterra, las calles de la ciudad y los juegos de palabras y situaciones basados en la cultura británica muchas veces se nos pueden escapar. Es verdad que la edición de Oz presenta unas estupendas notas de la traductora que nos ayudan con estas referencias, pero en cuanto a la descripción del callejero de Londres creo que poco se puede hacer y esta cansa un poco si no conoces la ciudad. En cualquier caso, en sí, no es problema de la novela como he dicho antes, está dirigida a un público y esos lectores seguro que la disfrutan al cien por cien.
Un nuevo detective
El protagonista no es un Sherlock, a pesar de que tenemos recuerdos de él, el autor no es un Pratchett, aunque el humor impregna la obra, y el mundo no es obra de un Gaiman, pero, ay, con estas deidades si existieran; y, sin embargo, nos encontramos ante una narración innovadora, que se disfruta y que engancha.
Este primer tomo es una historia donde conocemos el origen de Peter, su personalidad y su modus operandi y, sin embargo, nos queda muy claro que hay muchísimo más de este Londres mágico. Yo espero descubrirlo dentro de muy poquito y espero que vosotros también os animéis con él. Espero que os guste.

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De esta novela tan atípica, puedo contar que es una mezcla de investigación policial, género paranormal urbano, fantasmas, magia, teatro... en fin, un caleidoscopio del que se sale con la mente llena de colores.

Os diré que la he paladeado con fruición. Me ha gustado mucho, aunque dada la pasión descriptiva del autor, quizás a algunos les lastre la historia, desluciéndola inmerecidamente. No es un libro de acción, aunque sí tiene sus escenas. Es, en cambio, un libro de autor. Con ello quiero decir que la impronta del estilo es vital para que lo ames o lo mires con recelo.

El protagonista es un poli en prácticas, un bobby inglés, cuyo destino profesional está en el brete de decidir en qué división policial acabará. El comienzo entra directamente en materia. Han asesinado a alguien de una manera brutal y, a primera vista, inexplicable.
A lo que no ayuda la falta de testigos oculares. O eso cree el departamento porque Peter Grant está a punto de toparse con una realidad aún más inexplicable. Los fantasmas existen... y él tiene una charla de lo más reveladora con uno que ha visto el macabro suceso.
A partir de aquí, descubrirá un submundo de místicas pero muy urbanas proporciones que van desde los dioses fluviales a los poderes hipnóticos, desde no te comas eso que te pierdes en el otro mundo hasta investígame esto con ayudita de tu primera lección de magia.

Hay una casa que se hace llamar de una manera muy peculiar: la L... ¡Yo quiero una igual!

Ben Aaronovitch posee un fino sentido del humor que dota de una característica ironía inglesa a toda la historia, narrada a través de los pensamientos y opiniones muy personales del Bobby Peter.

-.-.-.-.-Nightingale y yo hicimos lo que hace todo buen policía cuando tiene un momento libre durante la jornada: salimos en busca de un pub.-.-.-.-.-

Presenta una variedad étnica en los personajes bastante agradecida. Además, no se conforma con una línea doble de investigación policial e iniciación en la magia en una ciudad moderna, sino que ahonda en las raíces del folklore más naturalista gracias a la personificación de los ríos que cruzan Londres. La ciudad, por supuesto, es una protagonista inmensa. Puedes hacer un recorrido casi cartográfico a través de sus calles, sus lugares emblemáticos, su historia y sus costumbres urbanas. Por cierto, en la portada y contraportada, podemos ver una curiosísima amalgama de las calles londinenses junto a comentarios y apodos de, imagino, cosecha del ilustrador. He pillado algunos muy divertidos, pero esto es como un busca a Wally XD.

Con las muchas referencias a la cultura británica, me he sentido identificada. Sobre todo, emocionada con la idea de que los policías tomen el té y luego redacten los informes. Qué majos ;o). En un útil glosario al final de libro podemos encontrar ayuda para desentrañar referencias menos conocidas. Todo ello hará las delicias de quien sea admirador de esta cultura, moderna y pasada.

Desconocer estos detalles no será impedimento para disfrutar de esta aventura mitad policial mitad fantástica. Hay muchas escenas de investigación de campo, personajes variopintos, humor desenfadado. También hay momentos cruentos, locos, inverosímiles, feriantes incluso. Momentos que resultan algo gore, dada la naturaleza de las muertes. Sobre todo, me ha encantado el mundillo mágico bajo la superficie de normalidad. le otorga un aire místico hasta a los parquímetros. Y la forma en que interactúa con la ciencia es de lo más interesante.

Los diálogos son chispeantes. La trama algo enrevesada en busca del culpable. Los polis no se andan por las ramas y sueltan lindezas por su boca que asustarían a la pobre Agatha Christie. Además, Ben A. tiene la costumbre de que, cuando te vas familiarizando con su patrón de acontecimientos, ZAS, te rompe las expectativas con una sorpresa.

En fin, que la aventura está servida. Mucha imaginación, humor y magia moderna junto a elementos fantásticamente urbanos.
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Tenía muchas ganas de leer este libro desde que se publicó, aunque en su día no pude hacerme con él y lo conseguí más tarde, cuando la editorial sacó la edición de bolsillo. Lo cierto es que creo que dicha edición, tan pequeña, ha sido uno de los motivos de los que no haya podido disfrutar del todo de la historia, y es que no sé si a vosotros también os pasa, pero esas ediciones, con la letra tan pequeña, hacen que lea mucho más lenta y que me cueste avanzar, y eso hace que en ocasiones desconecte de la historia, como me ha pasado con esta. Por otro lado, a mí me encanta el suspense, y el thriller, y la investigación policial, y me gusta saber paso a paso cómo se resuelve todo, y aquí a veces he sentido que no sabía porque los personajes llegaban a ciertas conclusiones, consiguiendo así ir resolviendo el crimen. Y si no entiendo porque llegan a eso, no puedo entender porque dan con la solución. Así que me quedan dudas, muchas, y eso también hace que no disfrute al 100% de la historia.

Por otro lado, no suele molestarme cuando hay muchos personajes en una historia, pero aquí, me he hecho bastante lío, sin saber muy bien a veces quién era quién o de dónde salía. Quizá he sido yo que no estaba del todo concentrada, no lo sé, pero eso también me ha sacado a veces de la historia. Así que, aunque confiaba en que fuera un libro que me gustara muchísimo, por tener misterio y magia, no ha sido del todo lo que esperaba. Lo bueno es que esta primera parte queda del todo cerrada, y el siguiente será otro caso de Peter y Nightingale, así que si no quiero seguir leyendo, no tengo por qué hacerlo. Y, de momento al menos, no tengo pensado seguir con la saga. al menos no en esta misma edición de bolsillo.

Reconozco que el tema de la magia es algo que sí que me ha gustado, aunque también me haya hecho un poco de lío a veces. No solo tratan con un asesino en serie que resulta ser un espíritu maligno, la historia de los dioses del Támesis y la tregua que deben conseguir entre ambos, o el resto de criaturas que aparecen, aunque sea casi de pasada, como los vampiros, le da un toque especial al libro que sí he disfrutado. El tema del aprendiz también me ha resultado curioso. Incluso el personaje de Molly, que convive con ambos en 'La Locura', me ha dejado con muchas dudas por saber quién es exactamente, porque al menos a mí no me queda nada claro. Pero es lo que digo, por mucho que me interese el tema y me guste, si no me queda todo claro, tampoco puedo disfrutar del todo de esa parte del libro. Aunque a medida que va llegando el final, además de tener más acción, sí he tenido la sensación de que todo iba quedando más claro, y me ha gustado bastante más. Además de que hay ciertas cosas que me han sorprendido bastante porque no me las esperaba. Pero eso no hace que el libro pueda tener más nota, al menos para mí.

La pluma del autor no me ha disgustado, la narración tiene bastante diálogo y bastante descripción, así que es fácil imaginarse lo que está ocurriendo o dónde está ocurriendo. Sin embargo, al usar tantos conceptos de Londres, o del folclore londinense, ha habido cosas que se me han escapado, o personajes. Y sí, algunos tienen su explicación a pie de página, pero es que pararme a leer eso también ha hecho que me sacara de la lectura y al final he decidido no leerlos. Porque algunos sí tenían que ver con la historia y aclaraban cosas, pero otros eran simplemente anecdóticos, y no necesarios para la trama. Pero bueno, en general, su forma de escribir me ha gustado así que supongo que sí que probaría a leer algo más del autor, aunque como digo, no sé si será de esta saga.

Lo que no quiero que penséis es que el libro no me ha gustado, porque, en general, sí lo ha hecho. La historia está bien construida, los personajes, sobre todo los protagonistas, están muy bien creados y tienen una personalidad muy bien definida, el tema de la magia está muy bien —y la verdad es que no he leído muchos libros en los que el malo sea un espíritu maligno—, y la historia queda cerrada y bien cerrada, y ya sabéis cuánto me fastidia cuando eso no es así. Así que ha sido una buena lectura, si la miro con perspectiva, pero que tiene cosas que no me han convencido o han hecho que no disfrutara al 100% del libro.

En resumen, 'Ríos de Londres' es la primera parte de una saga de misterio y fantasía en la que tenemos a un inspector de policía experto en magia y con muchísima experiencia, que acoge a un agente novato como aprendiz para que le ayude a resolver los casos sobrenaturales que aparezcan en Londres. Es una historia que mezcla muy bien la fantasía con la investigación, que, en general, me ha gustado bastante, pero que ha tenido cosas que no me han acabado de convencer. Para mí ha resultado bastante lenta, en ocasiones me ha dejado con dudas porque no sabía cómo se llegaba a ciertas conclusiones, y hay tantos personajes que no siempre he tenido claro quién era quién. Pero os lo recomiendo si os gusta el género y si os llama la atención, porque quizá a vosotros si os convenza al 100%.

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Hacía ya tiempo que no traía por aquí al blog ningún libro de este género, asi que ya le iba tocando el turno a alguno.

“Ríos de Londres” es una historia que me llamo la atención nada más ver que la comparaban con una combinación del mundo mágico de Harry Potter y la serie de Sherlock. Con solo oír eso, sabía que tenía que leer esta trama. Prácticamente es como si la hubieran escrito para mi jaja.

Este libro en concreto es una reedición más económica que la editorial ha decidido traernos para que todos podamos acceder a ella. Por lo que si os gusta la magia y el misterio os animo a conseguir vuestro ejemplar.

Nada más empezar conoceremos a nuestro protagonista, Peter Grant. Peter es un policía londinense recién salido de la academia. Todavía está intentando adaptarse a la rutina de la comisaria junto a su compañera Leslie, otra novata con un talento privilegiado para la investigación.

Una noche durante su turno de guardia, Peter recibe una llamada del comisario. Se ha cometido un asesinato y como novatos Leslie y él deben encargarse de vigilar el cuerpo y la escena del crimen hasta que llegue el equipo forense y el de investigación cientifica. Es de madrugada y las calles de Londres están desiertas, además de que el clima helado tampoco ayuda mucho en la tarea que les han ordenado.

De repente, Peter escucha una voz dentro de un callejón. Desde la oscuridad una persona le dice que ha sido testigo del asesinato. Y lo más importante, sabe quién es el culpable. Todo parece una tremenda casualidad. Pero aquí no queda todo, ¿qué pasaría si el único testigo del crimen fuera un fantasma?. Y lo más curioso ¿por qué Peter ha sido el único capaz de verlo?

Hasta aquí os puedo contar para saber más tendréis que leer la historia completa.

El argumento me ha parecido muy entretenida y diferente. Además que al llevarse a cabo en la época actual se me ha hecho más cercana y real.

La idea que Ben ha tenido para llevar a cabo la novela me parece super original.

Porque ¿quien dice que actualmente no podría existir una división secreta dentro de la policía dedicada a la investigación de crímenes relacionados con la magia?

Nuestro protagonista, Peter, tiene el papel que podríamos tener cualquiera de nosotros si nos encontrásemos en esta situación. Se verá envuelto en un mundo que hasta ahora para él formaba parte solo de los cuentos de hadas y las películas. Y se convertirá, de repente, en el pupilo de Nightingale, un policía experto en el uso de la magia y los crímenes paranormales.

Me he identificado mucho con nuestro protagonista durante la lectura. al ser un libro narrado en primera persona, Peter logra transmitirnos muy bien las emociones y las sensaciones que va teniendo y experimentando. Te sientes igual de perdido que él frente a un mundo totalmente nuevo y desconocido.

Aunque no todo ha sido positivo. Durante la lectura, nuestro autor nos irá guiando a través de diferentes zonas y calles dentro de la ciudad de Londres. Ben nos irá describiendo detalladamente cada uno de los sitios por los que pasaran nuestros protagonistas, para que podamos ir situándonos mientras leemos. Aun así, ha habido momentos donde estas descripciones se me hacían algo pesadas e incluso algunas veces innecesarias, ya que a mi parecer, cortaban la tensión de la trama y hacían que perdieses el hilo durante la lectura.

Otro aspecto curioso de la historia es la vinculación que se intenta hacer de la magia con la ciencia. al ser un aprendiz, Peter intentará crear relaciones entre los hechizos que va aprendiendo y los conocimientos científicos que ha adquirido a lo largo de su vida. Me ha parecido muy curioso que cada vez que descubrimos algo que no se puede explicar tenemos que darle, como sea, unas explicaciones utilizando el razonamiento que esté a nuestro alcance.

Sobre los personajes, deciros que abundarán en número durante toda la lectura. Esto hará que la historia adquiera más personalidad y no nos dé tiempo a aburrirnos.

Personalmente, me ha encantado que cada personaje tenga algún aspecto que le caracterice e identifique haciéndole ser diferente y destacar sobre el resto.

Nightingale es un gran mago, acostumbrado a vivir lejos de las nuevas tecnologías. Ha sido muy gracioso ver como cada vez que este personaje entra en el cuarto de Peter, se fascina viendo y descubriendo algunos aparatos que para nosotros son muy comunes en nuestra vida diaria.

Peter es un personaje que demuestra tener una gran curiosidad por la magia. Cada dos por tres le veremos haciendo experimentos para poder comprender el funcionamiento de los hechizos que va aprendiendo. Aunque hay algunos rasgos de su personalidad que no me termino de creer. Por ejemplo, lo rápido que asimila algunos aspectos del mundo mágico. Ve un vampiro y no muestra ningún tipo de emoción. En ese aspecto, creo que el personaje pierde un poco de realismo y esto hace que no termine de creerme sus reacciones del todo.

En conclusión, “Ríos de Londres” ha sido una historia diferente y entretenida. Sí que es verdad que para mí no llega a alcanzar el nivel de Harry Potter, pero me gusta mucho como se ha planteado la idea.

Tengo muchas ganas de leer el siguiente libro para ver como se desarrollan nuestros personajes.
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