Familias fatales

Hace unos meses os traía por aquí la reseña de la primera parte de esta saga “Ríos de Londres”. Fue una historia que me llamó la atención debido a que nos la presentaban como una combinación entre la magia y el crimen. Como si nuestros personajes de Harry Potter trabajaran como policías. Y bueno después de esa publicidad quien no iba a leer ese libro jaja.

Después de terminar con el primer libro, sentí un sabor agridulce ya que la historia no terminó de convencerme del todo. Creo que también se debe a que me cree demasiadas expectativas al ver que lo comparaban con Harry Potter.

Cuando la editorial me envío la nota de prensa presentándome este libro, decidí darle una nueva oportunidad a la saga para ver si nuestra nueva aventura tenía una mejora o se mantenía en la misma línea que el primer libro.

Tengo que decir que he notado un gran cambio en la historia. Nuestros personajes han crecido, ya no son los novatos que nos encontramos en el primer libro.

Ahora forman parte del mundo mágico y aunque sigan aprendiendo sobre la magia, se les ve a todos, mucho más independientes y seguros de sí mismos. Sobre todo a Peter. Notaremos que ha crecido y madurado un montón. Ya no estará tan perdido como antes e incluso sabrá conjurar más de un hechizo por sí mismo.

Hay que tener en cuenta también que este libro es una cuarta parte. Debido a eso, nuestros protagonistas han vivido ya muchas aventuras que les han hecho aprender mucho más sobre el uso y el funcionamiento de la magia.

Y eso es justo un detalle que os quiero comentar. Como he mencionado anteriormente, yo sólo había leído la primera parte de esta saga por lo que recomiendo mucho que leáis los libros en orden y no paséis directamente al cuarto como he hecho yo. Es que pensaba que las historias eran autoconclusivas. Pero en realidad, todas tienen en común un hilo que se va siguiendo en cada libro, porque os comeréis unos spoilers tremendos.

Durante la lectura se hacen un montón de menciones e incluso bromas sobre las aventuras vividas en los anteriores libros. Sí que es verdad que terminas sobrentendiéndolo todo y puedes llegar a leerlo sin problema, pero creo que se disfruta mucho más la historia si has leído el resto de la saga ya que hay partes que no entiendes del todo y te falta información.

Sobre la narración, nuestro autor seguirá utilizando las descripciones como recurso principal para poder situarnos en los escenarios, recorriendo las calles de Londres al detalle. A mí, personalmente, este método no me ha terminado de convencer del todo ya que, para mi gusto, aunque aprendes más sobre las costumbres y lugares de Londres, con tanta descripción, muchas veces, la lectura se me hacía más lenta y terminaba perdiendo el hilo de la historia.

La trama volverá a estar narrada en primera persona, desde el punto de vista de Peter Grant, nuestro principal protagonista. Esta vez nos meteremos en su piel e intentaremos descubrir, a través de sus ingeniosas deducciones, cuál es el misterio que se esconde detrás del famoso edifico Skygarden.

Me ha encantado que a la hora de desarrollar la historia esta no se narre de forma lineal sino que vayan apareciendo diferentes pistas, investigaciones y casos que apunten hacia un mismo objetivo. Asi podemos ir creándonos nuestras teorías.

Empecé el libro muy cuesta arriba porque debido al trabajo no podía leer tan a menudo como quería. Y terminaba olvidando toda la información que nuestros protagonistas recolectaban en cada crimen. Pero lo que si tengo que admitir es que en cuanto le pude dedicar tiempo a la historia, me enganche bastante. Sobre todo al final inesperado donde la acción será la autentica protagonista.

Como curiosidad, en este libro aparecerá un antagonista, al que conoceremos como el hombre sin rostro. Este pequeño detalle me ha recordado mucho a las historias de Sherlock Holmes, ya que Peter es como Holmes por esas deducciones tan maravillosas que se saca de la manga. Y, el hombre sin rostro ha resultado parecerse bastante a Moriarti, con esos planes tan ingeniosos y perfectos a los que solo Peter es capaz de encontrarles un fallo.
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Con esta cuarta entrega de la saga me lo he pasado tan bien como con la primera parte, pero ha sido por momentos raro, ya que había situaciones que han pasado en los dos libros anteriores que no sabía, ya que no los he leído pensando que eran totalmente autoconclusivos y podía leer este sin necesidad de los anteriores, pero si que hay una trama común a toda la saga, incluso el crecimiento de los personajes, que me he perdido por no haber leído los que le preceden, pero a pesar de todo es una historia que está muy bien cerrada y es autoconclusiva, y en esta parte aunque hay momentos en los que pensaba que el autor no iba a poder acabar todo lo que había abierto en este libro, por la tesitura de los casos, finalmente sí, el autor cierra todos esos frentes abiertos muy bien.

El libro consta de 314 páginas, estructuradas en 20 capítulos de extensión media y cada uno con su título.

En esta cuarta parte nos encontramos con que Peter ya ha madurado, es más mayor no solo de edad, ya que como personaje va dominando algunos hechizos, y Toby, su perro, es el que se convierte en un detector de vestigias. Nos reencontramos con casi todos los personajes de la primera parte, también con el doctor Walid y Molly que nos enseñará lo bien que cocina. Y Leslie que, después de lo que le pasa en el primer libro, está obligada a utilizar siempre una máscara. Abigail, la niña mestiza que aparece en el primero es ya una jovencita cadete de la magia y, como no, vuelven a aparecer las deidades que Peter conoce los Ríos de Londres.

El autor nos enseña, cómo en el anterior, muchas partes de la ciudad y muchas costumbres y fiestas que se dan en Londres, incluso podemos asistir a un bar clandestino que es un mercadillo para la comunidad sobrenatural. Otra de las curiosidades, son las referencias que hace el autor a las calles de Londres y como nos lleva de un lado a otro haciendo que visitemos la ciudad que si la conocéis es como visitarla de nuevo, conociendo además cosas de los diferentes barrios de su pasado y su presente.

Nos enfrentamos de nuevo al villano que parece que va a seguir estando presente en toda la saga que es el “hombre sin rostro”, es la némesis de nuestro protagonista. Esta vez todo empieza cuando un hombre es detenido porque estrella su coche y descubren en el asiento de atrás una mancha de sangre que los lleva a una mujer enterrada en un bosque y que ha sido asesinada brutalmente, pero Peter consulta la red informática que une casos reales y casos de magia, el Holmes, y descubre que hay magia en todo este suceso. Tenemos también otro caso, el de un hombre que en apariencia se suicida, y otro hombre que aparece quemado como desde dentro hacia afuera, como si fuera una combustión espontánea. Además, la aparición de un libro de magia, alemán, que llevará a Peter a tener contacto con un alemán que vivió en la época nazi. Todo esto nos lleva al Skygarden y lo que está ocurriendo en torno a ese edificio. Todos son alicientes para mantenernos alerta y enganchados a la historia.

Así que solo le queda recomendar la lectura de esta saga ya que a mí me ha encantado y en cuanto pueda me haré con los dos anteriores para leerlos y atar esos cabos sueltos que me han quedado al no haber leído la segunda y tercera parte de esta saga.
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Peter Grant ya va dominando los hechizos. Hay un accidente de tráfico que hay que investigar y Peter cuenta el cuerpo de una mujer mutilado. No hay pistas, por lo que Grant piensa que puede que sea cosa de la magia. Peter, junto con Lesley y Nightingale, comenzará a investigar todo el caso, llevándose las pistas a Skygarden. Esta es una torre de casas diseñadas por un arquitecto que parece tener relación con lo sucesos. Es allí donde, investigando a personas de dudosa reputación, se encontrará con "el hombre sin rostro" mientras que continúan sucediéndose una serie de muertes. Una trama que es un thriller de fantasía urbana.

Esta es la cuarta entrega de la saga. Se puede leer de forma independiente, o casi, pero sí que hay una trama común a la saga. Además, hay comentarios de los libros anteriores con los que más o menos te puedes hacer una idea de lo ocurrido. de entre los personajes, tendremos a Abigail, una niña mestiza que es una cadete de la magia, los Ríos de Londres, una especie de dioses, una Bruja de la Noche y Lesley, que lleva una máscara por una cosa que le ocurrió en el pasado. El enemigo de esta historia es "el hombre sin rostro".

Gracias al autor, el lector podrá recorrer partes de la ciudad, así como las costumbres y las fiestas que se van realizando en la ciudad de Londres. Hace muy buenas descripciones. Todo esto con una pluma donde mete un poco de humor (humor inglés) y muchas referencias a series, programas de televisión y libros. Esto hace que el mundo creado por él sea también real. al mismo tiempo, realiza una crítica social del Londres actual. Me ha recordado en parte a obras como The Dresden files o Dylan Dog.
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Francamente me encantaría hablaros de este nuevo caso, porqué acompañado de sus ironías, el mundo mágico es sorpresivo pero sobre todo humano y demasiado "creativo" en cuanto a algunos eventos se refiere, por no hablar de la gran atracción que despierta conforme te metes en el argumento y vas tratando de desentrañar todo lo que contiene el gran misterio de esta nueva aventura, pero si te hablase de esto a más de lo que ya viene contado en la sinopsis sería un gran pecado que no me podría perdonar. Solo puedo decirte que FAMILIAS FATALES es igual de sorpresivo que el primero, que la adicción que generan sus páginas es igualmente proporcional a la agilidad con que vas avanzando y devorando cada página.
Ben Aaronovich me sigue engatusando, me queda claro que esta serie se va a hacer de mis preferidas y que Peter, nuestro personaje al igual que su maestro serán dos personajes que valdrá la pena tener siempre en la mira. ¡Feliz lectura!
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En definitiva, en esta cuarta novela se consolida como una saga más madura que no pierde esa picaresca del humor negro y de la ironía inglesa particular, siendo una lectura adictiva, con sus habituales descripciones de calles, pubs y barrios londinenses, donde la magia sigue muy presente con hadas, druidas y quimeras.
Familias Fatales es un best seller crossover de fantasía urbana ambientado en un mundo mágico que se oculta entre las sombras y en las callejuelas de Londres, un escenario peculiar en el que la historia de la ciudad es un protagonista más.
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