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Empiezo esta reseña diciendo ¡uf!, ya que es un cumulo de emociones, esta historia es muy intensa sobre todo por lo que nos cuenta en ella. La historia está centrada alrededor de un niño Lucas, un pequeño con un pequeño problema que irá quitándose a lo largo de la historia. Debo reconocer que me he reído mucho con los diálogos entre Lucas y su tío Eric, un muchacho de 19 años, que tendrá que madurar de golpe, aunque a veces tiene arrebatos infantiles. Sus vidas cambian de la noche a la mañana, y tendrán que adaptarse a lo que les viene encima, pero ¿lo conseguirán? Para mí es una novela perfecta, llena de momentos únicos, sentimentales y emocionales. Solo tengo un "pero", y es que el final se sucede muy rápido para mi gusto. Esta historia tiene un trasfondo real, sobre la muerte, la paternidad, y lo que el destino te puede arrebatar. Me ha costado escribir esta reseña, os aviso que el amor que os vais a encontrar no es el típico, será un amor lento, lleno de miedos y problemas, entre Eric y Jonah, dos hombres de distintos mundos. Eric, es un joven que ha dejado todo por su sobrino, y que luchará por él aunque sea lo último que haga. Jonah, es un chef de alto rango, tiene un restaurante y le va muy bien, pero algo pasará. Ina, debo decir que no me cae nada bien, es la hermana de Jonah, una mujer fría y un poco... metomentodo. Mi personaje favorito es Víctor, el amigo de J y que además buena persona, hará un poco de conciencia de J. Tiene un epílogo que me ha dejado con ganas de más, pero con final cerrado. En resumen, Seamos una familia, es una historia que tiene amor, algo de sexo, y muchos sentimientos. ¿Te lo vas a perder? |
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