 |
Hace muchísimo tiempo que he querido leer algo de A. G. Howard. Desde que oi hablar de la saga de “Susurros” o de otra de sus posteriores obras “Roseblood” me moría de ganas de conocer sus historias. Y como por obra del destino, de repente, surge la ocasión y en la editorial Oz me ofrecen este ejemplar para reseñar. Era una tentación demasiado grande por lo que no pude resistirme. Nada más empezar a leer conoceremos a la pequeña Willow. Está buscando tesoros, por el suelo, mientras sus padres practican sus actuaciones en la pista del circo. Cada vez que ve que su madre se balancea en el trapecio, no puede evitar quedarse embobada. Es como observar a un ave surcando los cielos. Volando libre. Pero lo que Willow nunca esperó es que ese sería su último recuerdo feliz con su familia. Como iba a saber que minutos después sería secuestrada mientras sus padres eran brutalmente asesinados frente a ella. Han pasado los años y ahora se encuentra en el jardín, junto a Julian, el chico del que está enamora en secreto, desde que la familia Thornton la acogió después de escapar de aquella terrible tragedia. Julian está preparándose para viajar a la Feria Mundial. Lleva años deseando visitarla para poder encontrar nuevas ideas para las atracciones de la mansión. Pero esta vez es diferente, necesitan un inversor para el parque muy urgentemente y solo allí podrá encontrarlo. Pero Willow no le dejará ir tan fácilmente, por mucho que le diga que se tiene que quedar en la mansión. Ella buscará la manera de subir a ese barco, cueste lo que cueste. Lo que nuestros protagonistas no saben es que ese viaje en alta mar les deparará miles de misterios relacionados con fantasmas, zapatos embrujados y con el oscuro pasado de Willow ¿Qué aventuras les depararán a nuestros protagonistas? Hasta aquí puedo contaros para saber más tendréis que leer la historia completa. “El corazón del colibrí” es la segunda parte de la saga de corazones embrujados aunque ya os advierto que esto no será ningún problema para nosotros. La historia se puede leer de manera independiente hayamos leído o no la primera parte. En mi caso no he tenido el privilegio de leer “el arquitecto de la canción”, primer libro de esta saga, y aun así, en ningún momento, he notado que se hiciera alusión a otra historia o a otros personajes. La prosa que utiliza la autora me ha parecido muy característica. A través de un lenguaje sencillo logra transportarte a una época distinta, prácticamente, sin ninguna dificultad. Las descripciones de los lugares son sencillas pero concisas. Con unas pocas palabras logras situarte de tal forma que es como si vieras los lugares en tu cabeza. Y lo más importante es que en ningún momento se hacen pesadas. Esto es un gran punto a favor, ya que en mi caso cuando un lugar se describe de forma excesiva, me acabo aburriendo o llego a perder, en algunos caso, el hilo de la historia. El romance entre nuestros protagonistas me ha encantado. Willow y Julian son super inocentes y ese pequeño detalle me ha parecido que crea escenas muy graciosas y divertidas. Conforme pasamos las hojas, vemos como nuestros protagonistas van aprendiendo de sus errores y como, poco a poco, van consiguiendo expresar mejor sus sentimientos hacia el otro. Hay algunos momentos que me han parecido muy bonitos, dulces y tiernos la verdad. La historia estará narrada en primera persona. Unas veces la seguiremos desde el punto de vista de Willow y otras, desde el de Julián. Este detalle está genial ya que le da mucha personalidad a la narración. Willow y Julian son dos personajes totalmente distintos y, por lo tanto, a la hora de ser narradores, hacen que veamos la historia de maneras totalmente diferentes. Uno de los detalles que he notado en la novela de esta autora es que sus libros tienen una esencia que los hace especiales. El ambiente está cargado de magia. Y eso es justo lo que nos encontramos desde el título. La historia combina el romance con algunos elementos góticos, mágicos y paranormales. Me parece que este detalle le da a la historia un toque especial que la hace ser diferente de otras lecturas que suelo tener a menudo. Sobre los personajes lo que más me ha llamado la atención es la gran personalidad que tienen ambos. Cada uno es un mundo, con sus propios problemas y formas de ser. Willow es una chica fuerte, luchadora, rebelde y dulce. A lo largo del libro iremos conociéndola y descubriendo que, en realidad, su interior contiene a dos personas distintas. La Willow luchadora e independiente y la Willow débil y miedosa. Gracias a Julian, nuestra protagonista descubrirá que el amor es un sentimiento que nos hace fuertes y que gracias a él, logrará superar cualquier adversidad que se ponga en su camino. Julián es un chico serio, dulce, romántico y vergonzoso. Con el paso de las hojas, descubrirá que lo que en un principio pensaba que era una simple amistad, es más de lo que parece. Esos latidos que siente cada vez que Willow está cerca, no son nervios sino un sentimiento que se niega a reconocer desde que la conoció cuando eran pequeños. El cambio que sufre este personaje es tremendo. al principio, conocemos a un chico serio que adora y ama su trabajo. Hasta tal punto, que no se fija en el mundo que le rodea. Pero, conforme avanza la historia, esa frialdad va desapareciendo, haciendo al personaje más cercano al lector. Los sentimientos y las emociones le invaden haciendo que se sienta extraño, que se vea diferente al no poder controlarse y comportarse delante de Willow. Creo que este gran cambio hace que este protagonista consiga volverse muy real e incluso más humano. Me ha encantado de verdad. En conclusión, después de esta lectura, me he quedado con ganas de conocer la trama de la primera parte de la saga, por lo que ya la llevo apuntada para poder leerla en un futuro cercano. Enlace: http://elrincondelharlequin... |
>
