Ya nada es igual

Emery ha tenido un pasado marcado por la marcha de su madre cuando apenas era una cría. Su padre ha sido todo lo que ha tenido y se ha esforzado al máximo por conseguir un buen expediente académico y ganarse así una beca para estudiar en la universidad, ya que de otro modo hubiera sido imposible forjarse el futuro que tiene en mente y que tanto desea. Emery es una chica con las ideas claras y sabe que debe centrarse al cien por cien en sus estudios para mantener la beca y lograr sus objetivos. Es por ello que no entra en sus planes conocer a Drake, el quarterback del equipo de fútbol americano de la universidad, un tanto egocéntrico y chulo a primera vista que, inevitablemente, acabará convirtiéndose en alguien importante en su vida, y más cuando no le queda más remedio que trabajar con él en un proyecto de oratoria. A raíz de esas quedadas de estudio, Emery y Drake empezarán a conocerse y, por mucho que ambos quieran mantener las distancias por sus propias razones, no podrán negar por mucho tiempo lo que comienzan a sentir el uno por el otro pero... ¿serán capaces de dejar atrás las cicatrices del pasado y seguir adelante, sincerarse el uno con el otro y reconocerse merecedores del futuro que se les pone por delante?

La historia me ha cautivado y lo he pasado muy mal cuando no tenía tiempo para seguir leyendo. Me ha durado más de lo deseado porque he estado varios días sin poder leer y me estaba quedando sin uñas de la intriga y las ganas de seguir. Pero bien ha merecido la espera porque me ha permitido saborearla aún más, disfrutar poco a poco de cada paso en la relación de Emery y Drake y profundizar y pensar mejor en la perspectiva de cada uno ya que, como suele ser habitual en este tipo de novelas, conocemos la visión de los dos, alternando sus voces en cada capítulo.
Desde el principio tenemos un tira y afloja entre Emery y Drake. Ella lo detesta porque es todo cliché: el quartearback del equipo de fútbol, popular, creído y ligón; y trata por todos los medios mantenerlo a raya. Pero, con el tiempo, Emery empieza a darse cuenta de que todo es fachada y que hay algo en él más profundo que necesita descubrir. Es una historia que comienza como una simple amistad, con la previa batallita de quién es más fuerte, y va evolucionando hacia un romance complejo y complicado que mezcla escenarios explosivos, emotivos y de risa con otros tantos que te dejan el corazón destrozado. Es un romance que se disfruta, se sufre y se ama y, lo mejor de todo, surge de forma pausada. Tiene su parte de drama, pero destaca aún más por el crecimiento personal, tanto individual como en pareja, que sufren Emery y Drake, dando como resultado un romance que se queda contigo incluso después de haber cerrado las páginas del libro.

Emery White es una chica centrada y con las ideas claras en cuanto a lo que quiere en su vida y en su futuro. Su infancia no ha sido muy fácil, ya que con tan solo cuatro años perdió a un pilar importante de su vida. Desde entonces, ha vivido con ese peso en su corazón, ocultando el dolor que siente para que su padre no sufra por ella. Igualmente, se juró no enamorarse y alcanzar sus objetivos en la vida, por mucho que eso le impidiese disfrutar de una adolescencia normal y corriente: salir de fiestas, echarse novio... Para ella primero están los estudios y la responsabilidad y, luego, si surge, ya vendrá todo lo demás. Pero no contaba con la llegada de Drake a sus planes infalibles y con él descubrirá que, aunque el camino se tuerza y tome un rumbo diferente al planeado, los sueños siempre se pueden alcanzar si se pone el empeño suficiente. Como bien se dice en el libro: "hay que soñar como si no fueras a vivir para siempre, y vivir como si fueras a morir mañana". Una lección que Emery aprende con el tiempo, madurando y entendiendo que todo es posible si te lo propones.
Drake Chambers es el quarterback del equipo de fútbol de la universidad y, como es lógico, tiene a todas las chicas rendidas a sus pies. Sin embargo, Drake no es el típico guaperas al que le gusta estar con una chica diferente cada fin de semana. Enamorarse no entra dentro de sus planes y tiene que mantenerse centrado en conseguir un futuro como jugador profesional de fútbol. Su pasado también está marcado por una dolorosa experiencia de la que se siente culpable, y que no conoceremos hasta bien entrada la trama, y por ello vive encerrado en su mundo, sin abrirle su corazón a nadie. Hasta que llega Emery y todo su mundo se desbarata. Con la llegada de Emery su corazón comienza a anhelar cosas que siempre rechazó como posibles en su vida, haciendo que su mente sea un completo caos y luche internamente contra esos sentimientos, alejando a Emery cada vez que le embargan las dudas y los miedos a cagarla y a no ser lo suficientemente bueno para ella.

Ya Nada es Igual contiene una historia forjada a fuego lento y con unos personajes que saben superar las cicatrices del pasado y los miedos del presente y del futuro. Con una narración sencilla y fluida, Lisa de Jong sorprende con una novela cargada de emociones que calan en el lector. Es el primer libro que leo de la autora, aunque esta novela es la segunda parte de la serie Lluvia en el Corazón, pero se puede leer de forma independiente y como novela autoconclusiva, pues los protagonistas de la primera novela, Cada Vez Que Llueve, son los secundarios de esta y su aparición es muy esporádica y como mejores amigos de Emery y Drake. La verdad es que me ha dejado con ganas de conocer la primera parte de la serie y descubrir los baches que tuvo la relación de Kate y Beau antes de superarlos y ser tan adorables juntos como lo son en este libro.

En resumen, 'Ya Nada Es Igual' es una novela que nos presenta un romance de esos que se cuecen a fuego lento, con un poco de cliché inicial que termina dando un cambio, mostrando a unos personajes fuertes, valientes y dispuestos a lo que sea por superar el dolor, enfrentar sus miedos y luchar por lo que de verdad quieren en la vida, cueste lo que les cueste. Es una novela fresca y adictiva con una historia de amor única y con giros de trama que nos dejan al borde del infarto. Una novela young adult que no debe faltar en tu estantería. La pluma de Lisa de Jong me ha encantado y espero seguir descubriéndola.

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Emery es una chica muy centrada que sabe bien lo que quiere de la vida y para conseguirlo se ha esforzado mucho y no permitirá que nadie se ponga en su camino, ni siquiera el apuesto Drake Chambers, quarterback el equipo de la universidad quien representa todo lo que Emery quiere evitar. Pero aunque ella intenta resistirse a sus encantos no logra llegar muy lejos, pero sabe bien que no podrá tener una relación con él a menos de que Drake deje de huir de su pasado.

Drake sabe que tiene que llegar a la NFL para cumplir el sueño de su padre y para lograrlo toda su vida gira alrededor del Football, ni siquiera tiene tiempo para las chicas como sus demás compañeros pero cuando conoce a Emery todo eso cambia pues aunque él asegura no querer nada serio con ella, no puede evitar desearla a su lado más y más. Pero las cosas no son tan sencillas y menos cuando Emery busca algo más formal, así que ahora Drake deberá decidir entre el sueño de su padre y la chica de sus sueños.
... Es como si, a veces, fuera lo bastante bueno para él como para dar el siguiente paso conmigo, pero no lo suficiente como para otro más.
La primera vez que leí a la autora fue con el libro Cada vez que llueve, libro que llegó justo a mí en el momento que más lo necesitaba, así que obviamente quedé prendada a esa historia y cuando vi anunciado este libro de verdad moría de ganas por tenerlo en mis manos y volver a probar la pluma de la autora que tanto me había gustado. Por desgracia para mí, lo que esperaba fuera una gran historia sólo fue una novela típica de new adult. Ojo, con esto no les estoy diciendo que la novela sea mala puesto que no lo es pero tampoco posee algo que la haga destacar entre las novelas del género.

Pero dejen me voy pasito a pasito y les cuento un poco de la historia. Nuestras protagonistas y narradores son Emery y Drake, dos personajes que son totalmente opuestos entre ellos pero como dicen por ahí, lo opuesto se atrae y eso mismo veremos en este libro. Ambos personajes al inicio no están muy contentos entre ellos pero poco a poco eso irá cambiando y eso mismo creo que fue lo que más me agradó del libro pues si bien ambos son conscientes de la atracción sexual que existe entre ellos no confunden eso con amor. Saben que es algo sólo físico y no mezclan sus sentimientos. al menos al inicio de la historia pues después lo físico da paso a los sentimientos.
No voy hablarles mucho de la relación amorosa pues es el ya típico romance de NA, chica buena y seria se enamora del galán de la escuela que es medio HDP y sí, todos esos clichés que están pensando ahora mismo es lo que hay.

Sobre los protagonistas tampoco hay mucho que destacar, Emery es la clásica protagonista del género, quizá lo único que puedo destacar es que no ha sufrido ningún trauma sexual sino más bien sus monstruos vienen de vivir el abandono de su madre cuando era muy pequeña.
Drake por su parte me constó un poco más. A Emery a pesar de su falta de originalidad la llevé mucho mejor y hasta llegue a sentir un poco de empatía por ella pero con Drake de verdad me costó mucho entenderlo y por más que quise comprender sus traumas, estos me seguían pareciendo tan bobos que no pude evitar tacharlo de infantil. Claro, el tipo es encantador y despliega todo su poder a lo largo del libro y si, suelta algunas frases que a todas nos encantaría escuchar a lo largo del libro pero aún con ello no logré sentir nada de nada por él.
Dicen que hay que soñar como si fuéramos a vivir para siempre, y vivir como si fuéramos a morir mañana.
A pesar de la falta de originalidad de la historia y de los personajes, la narración de la autora es muy ligera y se lee prácticamente en nada y además hay que sumarle que la historia es muy linda que deja un mensaje igual de lindo que su antecesor.
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Ya Nada es Igual nos cuenta la historia de Emery, una chica que acaba de iniciar la Universidad (la cual, aparentemente, siempre ha sido su sueño), ella es muy tímida, seria, centrada, su único interés es estudiar y nada más, realmente interactuar con otras personas como que no es lo suyo, cierto día conoce al quarterback estrella del equipo de fútbol americano: Drake Chambers. Guapísimo, dulce, pero con un secreto en su pasado que amenaza con terminar la reciente relación entre estos dos seres tan opuestos y... ya. ¡Esa es toda la premisa de este libro! No hay más, dos jóvenes con algunos traumas del pasado se conocen, se sienten atraídos fisicamente y comienzan una relación, surge un enamoramiento tan rápido que no resultan creíble, hay un problema que solo esta ahí para meter drama y pum, clímax de la historia... ¿En serio?

Honestamente no sé que esperaba al leer este libro, supongo que un poco de drama sí y un romance ligerito para entretenerme un rato, pero este libro me ha resultado decepcionante y eso que yo no esperaba nada de la historia, principalmente porque ODIO los amores instantáneos, no soporto que un autor no se tome el tiempo de hacer una buena relación entre sus personajes y más si el libro tiene como premisa el romance. Es que es increíble que en este libro la química entre los personajes sea tan inexsistente, no hay, murió antes de nacer, Emery y Drake son de las peores parejas que he tenido la mala fortuna de leer, tienen un estira y afloja que más que divertido o emocionante resulta aburridísimo
porque son tan opuestos que honestamente no sé como logran estar juntos, otro punto es el giro dramático que da el libro, no tiene nada de dramático y si mucho de irresponsabilidad y lo peor es que la historia da a entender que este tipo de irresponbilidades están bien siempre y cuando sea por amor. ¡No! No necesitamos más...de lo que pasa en esta novela, no porque este mal sino porque ya tenemos mucho de eso en el mundo y no es bueno para todos, perdonen que no pueda decir más pero es que sería un enorme spoiler. Ahora bien quizás no todo es malo con esta novela, la realidad es que la historia es rápida de leer y fácil de terminar, a pesar de que en muchas ocasiones los protagonistas son desesperantes en sus actitudes y en su forma de relacionarse, creo que esta novela puede gustarle a todos y todas las amantes del género New Adult, es una historia que pudo haber dado para muchísimo más pero que con el mal desarrollo de la historia y los personajes sin fuerza pues quedo una historia genérica, a veces aburrida y a veces mal llevada.

En resumen, Ya Nada es Igual es una novela New Adult de la que no hay mucho que decir, es una historia decepcionante que pudo haber sido muchísimo mejor y que me ha quitado las ganas de continuar incursionando en ese género que era, hasta el momento, desconocido para mi. Quizás pueda gustarle a gente que sea amante de los NA y que guste de novelas muy románticas y juveniles.
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En esta parte la protagonista es Emery, acaba de empezar la universidad y es compañera de habitación de Kate, la protagonista de Cada vez que llueve. Es tranquila, le gusta estar en su habitación y se concentra mucho en sus estudios, hasta que se topa con Drake, el quarterback del equipo de futbol de la universidad. Pero a Emery solo le interesa la universidad, y pasa de él, aunque luego será más dificil pues será su compañero en un trabajo de una importante asignatura, por lo que se tendrán que llevar bien.
Comparandolo con el primer libro, en este no encontraremos tanto drama. de hecho, la historia en sí es bastante sencilla y típica. Justo por eso mismo creo que a la gente no le gustado tanto como Cada vez que llueve, así que mis perpectivas con él no iban muy altas, y, no se si ha sido por eso o porque la relectura del primero que no fue muy buena, como ya he comentado, pero yo, personalmente, he disfrutado de este libro más.

Las encuentro entre Emery y Drake lo tenermos en los primeros capítulos por lo que es una historia que va al grano. No tiene demasiadas páginas, evitando así páginas de relleno. Sin embargo, el giro que hay hacia el final no me ha convencido demasiado. Si que en su totalidad me ha gustado, pero lo que ocurre ahí me dejó indiferente porque fue como previsibo, un hecho al que recurren algunos autores que dependiendo del libro me lo creo más o menos.
En esta historia hay muchos elementos que ya se han visto antes, como por ejempleo chico que oculta un pasado malo, y por eso no termina de abrirse completamente. al igual que chica buena se enamora del deportista que está muy bueno. En general, es una historia que te puedes ir imaginando como seguirá, pero, a pesar de eso, continuas leyendo porque te lo pide, la pluma de la autora es igual de atrayente en los tres libros y devoras el libro en nada de tiempo.
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Este libro es igual de bueno que el anterior, una historia dulce pero con un toque de "drama".