abua_blog26 October 2018
La bomba de maná había dejado un cráter gigantesco, que se abría delante de esos escombros que eran lo único que quedada de esa enorme torre. El cielo estaba desgarrado y herido, repleto de colores demenciales, […]. Y los cadáveres… […] Había tantos. Algunos parecían normales [...] mientras que otros flotaban en el aire y sangraban hacia arriba. |