Un millón

Bien lo dice el dicho "tanto tienes, tanto vales", "la avaricia rompe el saco" o "por la boca muere el pez" y en esta obra de teatro queda perfectamente reflejado cualquiera de los tres

Don Boni es un usurero que se aprovecha de los reveses de sus vecinos y a cada vencimiento de pagaré se va haciendo con todo el pueblo. Una joven viuda, dueña de la farmacia de la localidad, también ha tenido que recurrir al prestamista, pero una herencia caída del cielo cuando está a punto de vencer la deuda, puede solventar la situación; ella y su fiel empleado Ramoncito (mi personaje preferido) urden un plan para salvar el negocio y su porvenir.
Mientras viviremos situaciones muy, pero muy graciosas sin dejar de lado un fondo de denuncia social ante los prejuicios y todo el aquello que el dinero puede comprar, tapar, limpiar...

“RAMONCITO:
Y desde hoy va a haber de todo para ese. ¡Anda y que le cure los enfermos su abuela! (Echando en un mortero de mala gana lo primero que encuentra a mano.) Aldehido, y aldevenido, y pimpotocatítico…, (Echando un chorro muy grande.) seis gotas. ¡Toma gotas! ¡Valiente emplasto de niño alcachofa!…” ~ ¡Un millón! de Pedro Muñoz Seca.

Comedia en tres actos. En ella conocemos a una mujer dueña de una farmacia con un ayudante muy particular.

Ahogada por las deudas, ve la amenaza de tener que dar la farmacia a un prestamista que se está quedando con todas las propiedades del pueblo.

Todo va de mal en peor hasta que recibe la noticia que una gran herencia de Estados Unidos. Y ya sabéis, cuando el dinero manda, todos te ven con otros ojos y a nuestra protagonista le pasa algo similar. ¡Buena miel don dinero para atrapar a todos! ¡Y mejor aun para limpiar antecedentes!
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Una obra muy divertida que se lee en una tarde, con unos personajes desternillantes. Creo que debería buscarla en Youtube porque a algunos los he visualizado perfectamente de lo bien que se reflejan en sus comportamientos.