Tras la máscara de la inocencia

Con un comienzo que recuerda el más puro estilo de los thrillers psicológicos televisivos, como fue en su momento “Twin Peaks”, Javier Vallejo nos adentra en el tranquilo pueblo de Ribera de Bracón, en concreto en el seno de la familia Gálvez. A través de ellos comprobaremos que esa tranquilidad es solo una pose.
Dentro de los protagonistas tenemos al padre sobreprotector e intransigente, la madre rayana en la depresión, el hijo antisocial y con rasgos de personalidad psicópata-sociópata. También está el típico hombre abandonado a la mala vida y visto con malos ojos por la sociedad del pueblo. Con esta mezcla nos tendremos que devanar los sesos para resolver el crimen o desaparición de Alba Gálvez, la primera de muchas que tendrán lugar. A esta le sigue la de la doctora Oriana Martí.
La tensión narrativa que mantiene la novela es palpable desde el comienzo, aumentando el número de posibles sospechosos cada vez que uno de los personajes pone delante de nosotros sus actos. Y aunque parece encaminada la novela a mostrarnos a unos culpables desde el inicio, al igual que las películas y series a las que el autor es aficionado, nada es lo que parece y todos tienen algo que ocultar. Toda la trama está salpicada por varios casos que parecen estar interconectados y que hace que se vaya complicando a cada página. Y a todas estas desapariciones hay que añadir a un sádico, secuestrador en varios de los casos, que al estilo de “Saw” juega con el miedo de sus víctimas.
Según avanzan las páginas el terror psicológico que los diferentes crímenes que se van sucediendo provocan en todos los protagonistas reacciones diversas. Para el lector también es un reto intentar averiguar quién o quiénes son los culpables antes de terminar la novela, pues su estructura narrativa hace que se tengan, y a la vez se descarten, mil y un sospechosos.
Además conociendo los gustos por el cine de suspense y terror del autor, como se ha dicho anteriormente, la novela hace un buen homenaje a este tipo de películas y series. Incluso en algunos casos, los supera con maestría.
En el trasunto de la novela podemos discernir que el autor quiere que reflexionemos sobre lo que seríamos capaces de hacer si está en juego la vida de nuestros seres queridos. Así él deja caer la opción de convertirlos en asesinos y títeres del secuestrador, seguramente la opción más sencilla, pero también podría darse el caso contrario para lo cual se debería poseer una fortaleza mental fuera de lo común.
Otro de los aspectos que trata es relativo a los juicios paralelos que hace la Sociedad sobre cualquier hecho, a veces inculpando injustamente y haciendo insufrible la vida de la persona que ha tenido la desgracia de ser acusada. Además, estos juicios sumarísimos no tienen derecho a recurso ni perdón (en la novela los encasillamientos de Malaquías y Héctor). Y si unimos estos dos mundos, salvar a la familia más los juicios sociales, podemos crear psicópatas como el secuestrador del mono azul de la novela y Álvaro Torralba, en cuyo caso es por el rechazo social que sufre. Y en el caso del primero puede achacarse a ese porcentaje de personas que tienen un psicopatía y además la desarrollan de manera efectiva.
Mención aparte merece el trabajo impagable de la policía, aunque a veces les cueste reconocer sus equivocaciones, que nunca deja de investigar un caso por muchos años que pasen hasta dar con el presunto culpable.
Sin desvelar nada del final de la novela, ni del asesino, hay un detalle que para los más avispados significará una importante pista para situar a uno de los personajes principales, es decir conocer su nombre y apellidos sin dudar, antes de llegar al desenlace de la novela.
Por último, aunque bastante oculto entre las diferentes tramas y temas principales, nos encontramos con una declaración a favor del amor, el amor puro y verdadero siempre gana a las tinieblas del corazón y la mente.
Y como en las películas análogas, las últimas páginas detallan exhaustivamente todo el entramado y hacen que el lector pueda por fin entender todo.

¿Qué haríais si os toca trabajar fuera de vuestro lugar de residencia habitual y lejos de la familia y, un buen día, sin decir nada a nadie, tomáis la decisión de volver al hogar familiar para darle una sorpresa a vuestra familia sin ser realmente consciente de que la verdadera sorpresa os la lleváis vosotros/as que trabajáis fuera pero no es una sorpresa agradable? de esto va, a mi modo de entender, esta novela de Javier Vallejo, "Tras la máscara de la inocencia".

El protagonista, Alex Gálvez, regresa a casa y se encuentra una estampa inesperada. Se encuentra que su hija ha desaparecido y no aparece por ningún sitio del pueblo en el que viven, un pueblo pequeño en el que apenas suceden cosas reseñables. Para encontrarla, nuestro protagonista empieza una carrera contrarreloj y contra la desesperanza para conocer toda la verdad. En este proceso de búsqueda de la verdad se van produciendo varias situaciones que, realmente, le ponen los pelos de punta a cualquier persona.

Cuando iba avanzando en la lectura de esta novela, en la que se respira la tensión de principio a fin, también iba pensando en si somos nosotros mismos quienes nos forjamos nuestro propio futuro o en sí somos como una especie de marionetas en manos de terceras personas que no hacemos otra cosa que "obedecer" a estos terceros.

Otro aspecto de la novela que me ha gustado mucho ha sido el momento en el que se descubre quien es el verdadero culpable de todo lo que sucede en la novela. Quien es el responsable, es alguien que nadie espera. O al menos, yo no me lo esperaba.

Comienza el libro con descripciones poéticas del paisaje que me hicieron pensar que iba a ser lento y no me engancharía. Sin embargo, esa bella e idílica noche se convierte en una noche interminable.

Alex Gálvez, importante arquitecto que trabaja en Viena, llega esa noche a su casa en Ribera de Bracón para reunirse con su mujer, Zaira y sus hijos, Héctor y Alba. A partir de ese momento nos encontramos con un carrusel de sucesos, cada uno en un sitio sin aparente conexión Sabemos todo lo que pasa pero Javier Vallejo no nos deja ver por qué pasa todo esto. Alba, una niña inocente y calmada desaparece en el parque de las Barbas, lugar en el que se concentran los acontecimientos y la vida de la gente del pueblo.

Lo más reseñable de Tras la máscara de la inocencia es que las desapariciones, las muertes, las misteriosas llamadas se van sucediendo rápidamente sin que nada nos extrañe. En esta historia nada sucede porque sí, todo encaja, el lector nunca tiene la sensación de que se metan muertes a la fuerza, de que nada pase de forma poco natural. Creo que en esto radica la maestría de Javier Vallejo y el por qué este libro te atrapa desde el principio.

Pero no nos engañemos, esta no es solo una historia de muertes y desapariciones. El autor crea todo un elenco de personajes secundarios perfectamente dibujados, cada uno con su personalidad y sus problemas y que en mayor o menor medida bailan alrededor de los sucesos de Ribera de Braco. A mí me atrajo poderosamente un perdedor borrachín, Malaquías Díaz, que nos muestra las dos caras que puede tener un ser humano. Tras la máscara de a inocencia es una novela psicológica que bucea en el placer por hacer el mal. Cómo se juega psicológicamente con otros hasta hacerles matar, cómo se puede hundir a una persona tan solo con llamadas telefónicas. O el placer por el placer de hacer daño con Alvaro, amigo de Héctor que encuentra pasa la vida viendo sufrir a animales a los que mata poco a poco. Héctor, otro personaje muy complejo, al que todos odian tras ser denunciado por violación y emprende una carrera de odio hacia ningún sitio. Y todo esto es solo el reflejo de un pueblo que hierve por amores y odios y que da la espalda a alguno de sus ocupantes, empujándoles al odio y al abandono más brutal.

Por otra parte, el inspector Daniel Árbex y a su compañera Tania Garrido que durante casi toda la novela están tan perdidos como el lector.


Cada personaje cuenta su propio punto de vista, dotando al libro de un gran dinamismo y dejando al lector ver todos los puntos de vista

Verdaderamente, Javier Vallejo me ha captado con su novela por la naturalidad con que se mueven los personajes de la acción bailando alrededor del Parque de las barbas. Muy recomendable.

Enlace: http://salamandranegra.com

No voy a ir más allá de lo que nos cuenta la sinopsis porque sería desvelar muchos de los secretos que esconde ésta fantástica trama.

Desde el inicio nos encontramos con capítulos nominales que van desmigando los acontecimientos a los que se enfrentan nuestros protagonistas, y creedme, son muchos y todos ellos tienen gran importancia en la historia.

El autor juega con el lector desde el minuto cero, cuando crees intuir cual será el rumbo correcto que nos llevará a conocer quién es el/la responsable de la desaparición de Alba el autor nos sorprende con un nuevo dato que manda al traste toda nuestra hipótesis hasta el momento.

Tiene una narrativa ligera a pesar de estar que es una novela bastante descriptiva, con un ritmo muy ágil donde la intriga esta presente en todo momento. Hay alguna que otra escena violenta pero que están perfectamente integradas. No es para nada una novela previsible, que tratándose de un thriller es un plus añadido. Os recomiendo su lectura. de nuevo gracias a Javier por darme la oportunidad de leerlo y disfrutarlo.
Enlace: https://apribooks.blogspot.c..