Su mejor interpretación

En Su mejor interpretación, Beatriz Alonso nos ofrece la oportunidad de reescribir las vidas de Julian Carmody, Peter Carmody y Cassandra Shannon. Los hermanos Carmody forman parte de una misma moneda: unidos desde que se engendraron, comparten unos rasgos físicos que hacen que el espejo donde se miren devuelva una misma imagen; el parecido a ojos extraños es sorprendente. Sus vidas, desde siempre, han estado enlazadas de tal forma que no pueden encontrar el sentido de su existencia sin contar con lo bueno o lo no tan bueno del otro. Los dos comparten unos rasgos físicos; hasta ahí llega lo que tienen en común, pues sus vidas, personalidades, sueños y expectativas no pueden ser más diferentes.

Por un lado, Julian es un actor "caprichoso y descerebrado": su ego llena y cubre toda su esplendorosa y brillante vida cinematográfica, participando de todos sus ambientes y gentes. Peter es todo lo contrario: tiene una madurez y una voluntad de hierro, forjadas con todas las experiencias y obstáculos que la vida ha puesto en su camino y en el de su hermano, pues desde el primer momento siempre ha tenido que ejercer de hermano mayor. Y así, en la vida como en su profesión (como buen especialista), aún sigue cubriéndole las espaldas a Julian.

Cassandra Shannon, nuestra protagonista, es una mujer que además de tener un físico espectacular posee una mente e inteligencia que superan a su belleza, por lo que, cuando el destino o la casualidad la colocan en el camino de los Carmody (primero conociendo a Julian), en un principio reniega de ese mundo lleno de luces y artificiosidad. Pero poco a poco va entregándole parcelas de su corazón, hasta que al final se embarca en una relación que se sostiene sobre unos cimientos que no terminan de fraguar por lo diferentes que son sus vidas, sus ambientes y sus personalidades. Lo anterior no impide que el amor fructifique y arraigue; Julian descubre en Cassandra que, detrás de una gran belleza, también puede haber una gran mujer que lo mantiene con los pies en la tierra; en cuanto a Cass, aunque para otras mujeres sería una gran oportunidad poder acercarse a este afamado intérprete, ella siempre valora y pone por delante al hombre que hay detrás del brillante (o no tan brillante) actor.

Al final, cuando uno vuela muy alto la vida se encarga de bajarte a la tierra, de colocarte al nivel de todas las personas... de humanizarte, porque solo eres uno de tantos; entonces descubres que no eres tan imprescindible, y que la "huella" que has dejado no es la mejor versión de ti, de tu persona, de tu personalidad ni de tu profesión. Todo esto lo digo sin querer descubrir ni destripar la trama de la historia. Así, en el momento en que Julian descubre que no es invencible ni inmortal, pide ayuda a la única persona que sabe y conoce todas sus debilidades y todas sus carencias; aquel que siempre se ha encargado de solucionarle los problemas cubriéndole las espaldas, tanto física como emocionalmente.

Peter conoce a Cassandra a partir del momento en que se compromete a hacerle el último "arreglillo" a su hermano; lo hace en unas circunstancias dramáticas, pero como Beatriz Alonso nos deja entrever en su acertado título, Peter, por encargo de su hermano, deberá realizar Su mejor interpretación, su versión mejorada. Todo esto no le va a salir gratis, pues una vez que empieza la acción, en cada uno de los encuentros que tiene con Cassandra le entrega un pedazo de su corazón; al mismo tiempo, tiene que encargarse de que la "huella" que deje su hermano en el mundo sea eterna y perfecta. Así, en este proceso habrá un momento en que todo su corazón y su identidad serán completamente trasvasados, convirtiendo su vida en una incertidumbre y una desazón constantes.

Al final, Peter es nuestro protagonista, nuestro héroe legendario (en algunos momentos me ha recordado a mi querido Varadal, me pregunto por dónde andará). Más allá del papel en el que actúa, es un hombre integro, maduro y, en definitiva, perfecto... y por algo nuestra autora ha investido a Cassandra de una gran inteligencia y sensibilidad que hará que ninguno de los obstáculos, escenarios o terremotos impidan que esos corazones se reconozcan y se unan.

Su mejor interpretación es una historia actual, con personajes contemporáneos, similares a aquellos que podemos descubrir cada día en las revistas, por la calle, o que perfectamente pueden ser uno de esos grandes amigos con quienes compartir un café y una buena conversación. Beatriz Alonso no solo ha creado unos personajes románticos, al igual que en sus anteriores libros; cada página está enriquecida con una cuidada y estudiada ambientación, recorriendo diferentes países y escenarios, integrándolos perfectamente en la trama y sumándole a ella la profundidad y los sentimientos de todos ellos, regalándonos al lector un trocito de ese universo que en cada libro reconocemos y admiramos.
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