Simplemente perfecto

Un relato corto que me ha dejado algo fría aunque en principio no debería haber sido así. La historia lo tiene todo para emocionarnos: el protagonista recibe una mala noticia en la consulta de su médico y se retira a su cabaña de vacaciones, donde tiene los mejores recuerdos con su esposa, para decidir sobre su presente y su futuro.

Pero tal vez por las divagaciones sobre el universo, las estrellas y la vida en general, no he conseguido sentirme completamente imbuida en la historia. A ratos, sí, cuando realmente hablaba de su familia o cuando charla con el visitante, pero divaga tanto sobre nada que me ha hecho perder interés.

Aun así le doy un aprobado porque reconozco que el autor escribe bien.

“Estoy muy alterado y, de una u otra manera, lo que ocurra a partir de ahora dejará huella en todos nosotros. No hay camino de retorno a un estado normal de la situación. Duele pensar en ello.” ~ Simplemente perfecto de Jostein Gaarder.

Albert se retira a su cabaña en el Bosque con el fin de meditar y en ella escribe una larga reflexión sobre su vida para que su esposa Eirin, su hijo Christopher y su nieta Sarah sepan las razones que lo han llevado hasta allí y el porqué de la decisión que va a tomar. Lo hace el mismo día en que su médico de cabecera, Marianne, que además ha sido novia suya, le ha comunicado que padece una grave enfermedad. En sus reflexiones sobre la vida y la muerte, Albert va desgranando sus pensamientos sobre el porqué de la existencia.

Un breve relato que se lee de un tirón y que lo hubiese valorado mejor si no hubiese leído otros libros de este autor en la misma línea. La joven de las naranjas aborda este tema desde una óptica parecida y me ha parecido infinitamente mejor que Simplemente perfecto. Además, Jostein Gaaner se repite en sus argumentos e incluso en sus frases reflejadas en El misterio del solitario o El enigma y el espejo, libros que me han gustado más que este.