Silencios inconfesables

Si tuviese que recomendar una serie policíaca seguro esta sería una de ellas; no sólo se centra en la resolución de los casos, ni se ensaña con los culpables, no recurre a los típicos clichés de inspectores, ni deja de lado a personajes secundarios, no se saca ases bajo la manga o escenarios imposibles y creo que eso hace que sea tan cercana; simplemente es... diferente, son situaciones perfectamente verosímiles, personajes reales, con personalidades definidas, con los que empatizar y echar de menos cuando no están

Esta vez el equipo de Torkel se enfrenta a una masacre, toda una familia es asesinada dentro de su casa; aparentemente no hay testigos y aquí comienza una trama de la que poco se puede hablar sin destripar los anteriores o la sorpresa de este inicio

En esta entrega la parte psicológica es fundamental, veremos el lado más profesional y humano de Sebastian Bergman; como quedan expuestos los actos de las personas, sus consecuencias, miedos, los traumas y sus secuelas, como afrontarlos, tratarlos y hasta donde pueden llegar a afectarnos

Los personajes de la Brigada siguen evolucionando, siguen haciendo equipo y como ya va siendo costumbre, los autores nos dejan con la miel en los labios ante un giro final impactante para comenzar el siguiente caso

Hjorth y Rosenfeldt tienen una capacidad natural para causar el impacto en el lector. Se mueven como pez en el agua en los medios audiovisuales y eso se palpa en sus libros. Esta ocasión no será una excepción. Aunque todas las novelas son autoconclusivas, en cuanto al caso que en ellas se plantea, es necesario leer la serie en orden para poder seguir la evolución de sus personajes. Si no has leído las anteriores, te recomiendo no seguir con esta reseña ya que puede contener spoilers.

Tras tocar al timbre de los Carlsten, un desconocido irrumpe en su domicilio disparando a bocajarro a todos los miembros de la familia: Karin y Emil, los padres y sus dos pequeños. En cuestión de segundos ha arrasado con toda la familia y los vecinos de Torsby están conmocionados por tan tremenda tragedia. Pronto comenzarán las especulaciones y no tardará en llegar a oídos de la policía que cierto vecino, con el que estos mantenían una tensa relación, les había amenazado recientemente. Todas las miradas apuntarán hacia él en un caso que parece quedarle grande para Erick, el inspector a cargo, quien no dudará en pedir ayuda a la Unidad de Homicidios de Estocolmo. Sin embargo, todo se desmorona cuando, tras su detención y posterior puesta en libertad, el único sospechoso del caso aparece asesinado de un disparo. Será entonces cuando los chicos de Torkel tengan que agudizar su ingenio para encontrar pistas que les lleven al esclarecimiento del caso. Solo habrá que escarbar un poco para dar con una pieza clave: existe un testigo de la masacre; una niña de diez años, sobrina de los Carlsten, que se encontraba en el domicilio familiar y parece haber huido. No hay pistas de su paradero y el asesino puede andar pisándoles los talones por lo que no hay tiempo que perder.

Con estas cartas sobre la mesa volvemos a reencontrarnos viejos conocidos: un grupo de homicidios sobradamente preparado, que en esta ocasión no está al cien por cien y tendrá que prescindir, en tanto se recupera de lo sucedido en casa de Sebastian (en la tercera entrega), de Úrsula, unos de sus mayores pilares. Una vez más los autores saben como sacudir al lector desde las primeras páginas aunque en esta ocasión la trama me ha parecido mucho más ligera que las anteriores y, a pesar del ritmo ágil al que nos tienen acostumbrados y una trama potente e interesante, he echado de menos esos giros argumentales con los que nos han dejado boquiabiertos en anteriores ocasiones.

Diría que la trama en este caso se pone al servicio de Bergman y focaliza su atención sobre él en detrimento del resto. Él será el timón en base al que se articule la novela y el que tendrá un mayor desarrollo, haciéndonos partícipes de nuevas facetas de su personalidad que sí que lograrán sorprendernos por lo imprevisible: una vertiente mucho más humana de la que nos tiene acostumbrados este hombre de hielo, que parece que comienza a soltar lastre y habrá de enfrentarse con algunos de esos demonios del pasado que le atormentan.

A pesar del claro protagonismo de Bergman sobre sus compañeros la vida sigue y hay que ponerse mano a la obra con el caso, y si algo tienen estos personajes es que todos están muy vivos y al margen de su esfera profesional, donde cada cual con su cometido irá enfrentando nuevos retos y mejorando día a día (la prueba más evidente la tenemos en la proyección de Vanja y Billy), también crecerán como personas.

Volvemos a la misma estructura: una trama de cronología lineal que corre a cargo de un narrador omnisciente, articulada en capítulos no numerados y que se sirve de una prosa sencilla y un ritmo muy ágil para adentrarnos en una investigación por asesinato en la que además encontraremos intereses políticos o medioambientales.

En resumidas cuentas, esta cuarta entrega de la serie nos proporcionará nuevas horas de intensa lectura, quizá no tan vertiginosa como en anteriores entregas, pero nada tan acusado como para no considerarla digna sucesora de las anteriores. Una trama bien planteada y bien resuelta, un Bergman más humano y un nuevo reto para el equipo de Torkel, que nos vuelve a dejar con ganas de más.
Enlace: https://bookeandoconmangeles..

Sigo con la serie Bergman
Antes de nada, debo reconocer que si me los hubiera leído en orden hubiera disfrutado mucho más de la lectura. Porque, como pasa en muchas series de thriller, aparte de los casos que se resuelven en cada libro hay una historia en general por detrás.
Pero a diferencia de la mayoría, esta historia está muy bien tratada, se le dedica espacio suficiente y tiene sus propios giros y chifflangers. Es una maravilla.
Aunque Sebastian es GILIPOLLAS, así, en mayúsculas, me ha encantado ver su faceta más tierna y me gusta el desarrollo del personaje. Por otra parte, Billy empieza a robar protagonismo y a la pobre Vanja solo le caen palos.
Además el caso de este libro me ha encantado.
Muy recomendable (pero en orden!)

Llegamos al cuarto libro de esta maravillosa serie. El caso a investigar es el asesinato de toda una familia sin ningún testigo de los hechos aparentemente; pero no es así, el asesino deja un cabo suelto que será la clave para resolver este horrible crimen.

¿Qué digo que no haya dicho en las reseñas de los anteriores libros de esta serie? Nada nuevo, sigo opinando que son los libros del género de novela negra nórdica más buenos que he leído en mi vida y os aseguro que han sido muchos. Todo sigue en la misma línea, la resolución del caso a investigar y en paralelo la evolución de cada uno de los personajes principales en cuanto a su vida privada. Y hablando de seguir en su línea, Sebastián Bergman sigue con su misma personalidad (y que no cambie); pero poco a poco se va desmoronando ese muro de mentiras que ha ido construyendo a lo largo de los años como su autodefensa ante los demás y a la vez para proteger a ciertas personas. En este libro he echado de menos la impecable intervención de uno de los personajes que nos ha ido acompañando desde el primer libro, pero ha sido a consecuencia de algo que ocurre en el anterior libro y que, lógicamente, no voy a desvelar. Sí que ha tenido algunas escenas este personaje, aunque han sido más bien escasas. de todas formas sé que en el siguiente libro volverá a darlo todo. Por otro lado, ya se ha dejado ver la oscura personalidad de otro personaje; imaginaba que tarde o temprano iba a suceder, pero no de la forma en la que se ha desarrollado dicho acontecimiento y es lo que me ha dejado con la cabeza a punto de explotar.

Hacia muchos meses que no me volvía a encontrar con Sebastián Bergman y esta nueva entrega me ha hecho pasar unos momentos muy entretenidos.
En este libro podemos ver a un bergman más personal y con una relación más estrecha con Vanja, pero sí es cierto que la historia es bastante irregular en su ritmo, llegando a hacerse algo tediosa en algún momento para luego en el último tercio llevarte a la carrera.
El final, espectacular como siempre y dejando abierta la puerta para el siguiente libro... Odiosos autores 😂