He leído este libro como parte de un reto que pedía leer uno recomendado por un amigo. Esta amiga, de actitudes más alternativas y contestatarias que las mías, pensó que esta obra me resolvería por dentro, así como advertirme de ser una lectura provocativa. Así y todo acepté el desafío y sí, la escritora demuestra a través de su estilo nada elegante su forma de vivir y pensar, proponiendo reflexionar sobre la verdad acerca de la lastimosamente fama de nula sexualidad en las tierras vascas. A ratos te hace sentir incómoda, pero al ver la ideología que va por detrás no puedes más que replantearte tus elecciones...
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