Rompiendo las reglas

En el verano de 2016 leí el libro que sin duda cambiaría mi forma de ver la literatura juvenil romántica, Cruzando los límites. Tras los exámenes de Selectividad, necesitaba una lectura que fuese mi vía de escape y la encontré con María Martínez. 2 años después, y en las mismas condiciones, me reencuentro con la autora de nuevo, en esta segunda parte: Rompiendo las Reglas.

Cassandra "Cassie", la conocimos en el primer libro de esta trilogía al ser amiga de la protagonista. Por aquel entonces, ella estaba de "rollo" con Tyler, amigo del protagonista, secundarios en el primer volumen y principales en este segundo.
Debo decir que Cassie me ha gustado muchísmo, es un personaje fuerte pero con sus altibajos, se supera siempre y responde con elocuencia a cualquier insulto, broma, interés de cualquier persona.
Tyler, es el personaje femenino que para mí, es un guilty pleasure. al principio es el "macho guapetón que sabe que lo es y malote" y qué queréis que os diga... A mí me ha encantado. No obstante, debo decir que su evolución me ha parecido sublime y que tiene una personalidad que ya me gustaría a mí ver en muchos hombres.

El ritmo de la novela es rápido, te lo lees en una sentada y solo querrás coger el siguiente de la trilogía (o del mismo género). Sin embargo, es bastante predecible. Las situaciones, acciones y cualquier misterio que la autora planteaba yo ya lo descubría antes. No obstante, y siendo totalmente subjetiva, me daba igual. Aunque lo averiguase, quería saber como la autora iba a desarrollar esta situación y qué harían los personajes a continuación. María Martínez es una de esas autoras que lo que escribe es ligero y profundo al mismo tiempo. Las descripciones son sencillas, cosa que agradezco porque una novela de romántica no necesita mucha descripción (ambientación) sino más bien una descripción de los personajes, sus sentimientos y ambiciones y la autora consigue trasladar la ficción a la realidad y crear personajes totalmente reales.

Entramos en discusión, y es el Romance. Ambos protagonistas dejan claro sus intenciones para con el otro, pero no puedes controlar el corazón y eso ambos lo saben también. Lo que empezó siendo un juego ahora va a más y está descontrolado. Ese "juego" me encantó, era tan real, eran un "rollo". Un rollo de verano, un romance exprés, y como está creado, cimiento a cimiento, lo hace más verdadero. Si ambos son personajes reales, sus sentimientos también acaban siéndolo.

El final es cerrado, aunque haya un tercer libro, la historia de Cassie y Tyler se cierra en este volumen. Es un final que a mi parecer le hace perder lo mucho que gana; es un final apresurado, y muy dramático, y para mi, le quita toda la realidad posible. Pero no vamos a sepultar un libro por el final, hay que mirarlo en conjunto.

Haciendo un balance de la novela:
LO MEJOR: Los personajes y la relación entre ellos y el entorno.
LO PEOR: El final apresurado y poco realista.

Es curioso, no iba con ninguna expectativa al leer el libro, apenas y recordaba la historia detallada de Caleb y Savannah, por lo que solo cogí este libro a ver si me "entretenía" pero ha sido una novela que espero no olvidar porque me ha hecho sentir muchísimas cosas.

En este libro vamos a encontrarnos de nuevo con Cassie, la cual conocimos como la mejor amiga alocada y rebelde de Savannah en "Cruzando los límites". Cassie siempre se ha tenido una relación amor-odio con Tyler desde que se conocieron. Han pasado dos años desde que se vieron por última vez y se reencontrarán en la universidad de ésta, cuando él va a buscarla, a petición de su mejor amigo, para volver al pueblo pues su semestre ha terminado y comienzan las vacaciones de verano. al verse de nuevo, se darán cuenta de que vuelven a ser los mismos y que les sigue encantando picarse el uno al otro y que la atracción que antes había entre ellos, sigue allí y aún más intensa que nunca.

Ambos volverán juntos al pueblo y, tras seis horas de viaje, veremos qué ocurre. Ambos pasarán un verano que no habían imaginado nunca que pasarían.


Me ha gustado muchísimo conocer más a fondo a Cassie y Tyler pues en el anterior libro me quedé con muchas ganas de saber porqué eran de esa forma. Y mis dudas fueron saciadas con éxito. Ver como los sentimientos de dos personas rotas logran recomponerlas casi por completo ha sido verdaderamente emocionante y adictivo. He sentido como que Cassie y Tyler estuvieran hechos el uno por el otro desde la primera página. No, de hecho ya lo sentía en el libro anterior y eso que no ocurría nada entre ellos más que discusiones y pullitas.

Los personajes me han encantado a pesar de conocerlos ya del libro anterior.


Cassie es una chica rota por culpa de un amor del pasado y de otro trauma, el cual me ha dejado con un sabor agridulce pues no ha llegado a solucionarse. Ella cree que no funciona sentimentalmente hablando y que no volverá a encontrar a nadie para ella. Y Tyler es bastante igual. Está roto por fantasmas del pasado que siguen persistiendo en él con tanta fuerza que cree que no es merecedor de vivir feliz ni de que le quieran.

Como dije, son dos personas atormentadas que se necesitan la una a la otra, sin saberlo, para reconstruirse.

La trama va más allá de sus sentimientos y su atracción. Va MUCHÍSIMO más allá. La trama también gira alrededor de sus traumas, de como vuelven del pasado y de como los superan.

Me ha parecido un libro precioso, cargado de atracción y emoción. El tipo de libro romántico que a mí me gustan.

Después de tantos años juntos creo que ya todos saben acerca de mi relación tóxica con el género New adult, pero si son nuevos por aquí (holi), déjenme contarles que este género y yo tenemos una larga historia tóxica donde yo hablo mal de él porque siempre me parece exactamente lo mismo pero aún con ello me es imposible dejar de leerlo.

Este libro en particular le tenía ganas pues el primer libro de la trilogía “Cruzando los límites” si bien no me encantó si me dejó un buen sabor de boca y supe que necesitaba este segundo libro porque tarde o temprano iba a querer saber que pasaba con ciertos personajes así que, ajá, después de casi dos años teniéndolo en mi librero me decidí por él y aunque no creo que sea uno de los mejores libros que he leído, sí que me ha dejado un agradable sabor de boca que me incita a probar más de la autora.
Los tíos como Tyler nunca se quedaban en un simple plano físico. Se te metían bajo la piel y llegaban hasta el fondo, donde era imposible desterrarlos. Te volvían loca, en todos los sentidos, y acababas necesitándolos para respirar.
En el primer libro de la trilogía conocimos a Cassie y Tyler, los mejores amigos de los protagonistas que por una extraña razón se odiaron a muerte desde el primer momento en el que sus ojos se cruzaron. Ahora en este segundo libro los tenemos como protagonistas y nos enteramos que tras sus enormes peleas siempre hubo una atracción física muy fuerte entre ellos, una atracción que no pudieron contener y terminaron explorando, pero aunque el sexo fue genial sus caminos se separaron hasta varios años después cuando tienen que reencontrarse para la fiesta de compromiso de Savannah y Caleb.

Ahora bien, desde esa primera parte siempre sentí curiosidad por saber la razón del odio que existía entre estos, pero sobre todo quería conocer más de ellos porque claro, ya sabemos que Izamari no puede resistirse a un personaje roto y es obvio desde el primer momento que Tyler está jodido y puedo decirles que la historia de él me ha gustado mucho.
Tyler es un chico que carga con un enorme cargo de conciencia que le impide ser feliz, que de hecho le asusta tanto que ni siquiera trata serlo, e ir descubriendo poco a poco cada pedacito de ese secreto me ha gustado y mucho.
Cassie por su parte me ha gustado un poco más que Savannah, ya que a diferencia de su amiga tiene un gran trauma de abandono que dicta prácticamente todo lo que hace en su vida y le impide confiar en alguien. Creo que Cassie resultó ser una protagonista mucho más fuerte que su amiga.

Al estar los dos marcados por sus traumas hace que su relación sea demasiado tormentosa pues ninguno quiere confiar en el otro pero es tanta la atracción física que sienten que deciden comenzar una relación de sólo sexo y esto es algo que me ha gustado mucho de la novela pues al inicio nos deja claro que lo que estos dos sienten no es para nada amor, sino una fuerte atracción sexual. Me encanta cuando las autoras prefieren irse por este hilo al clásico amor a primera vista.
Obviamente con el pasar de las cosas las cosas cambian poquito a poquito y sin siquiera saber cómo los sentimientos cambian y se ven enamorados. Otro punto a favor de la autora, la relación se va cocinando a fuego lento de una manera muy tierna pero sobre todo natural.
No debemos olvidar el pasado. Me ha costado entenderlo, pero es la verdad. El pasado nos enseña quién no queremos ser y, lo más importante, quién queremos ser. No debemos dejarlo atrás, no es bueno intentar olvidar a toda costa o te volverás loco. Pero igual de malo es querer vivir en él como si el futuro no existiera, eso también te vuelve loco.

Y aquí viene lo que me molestó. Ya sabemos que el new adult no puede ser new adult si no hay dramatismo entre sus páginas así que cuando comencé a ver que las cosas iban demasiado bien supuse que algo malo iba a pasar y acerté, pues el “drama” del libro viene anunciado prácticamente desde la primera hoja y para nada fue una sorpresa para mí.
¿Fue demasiado dramático? más bien muy irreal, tanto que hasta la mista autora hace un chiste sobre lo irreal que resulta. Pero aunque la trama dio un giro digno de un capítulo de la rosa de Guadalupe, no me ha resultado pesado ni nada. No sé bien si fue porque hace rato que no leía ningún libro del género o porque ya me había mentalizado o qué, pero aunque la historia me hizo poner los ojos en blanco más de una vez disfruté de ella hasta al final.
Nunca dejaría de necesitarla. Siempre querría más de todo lo que pudiera darle y nunca sería suficiente. Ella era la persona adecuada para él. Su otra mitad. Lo primero en su vida. Y la quería más de lo que jamás pensó que podría querer a nadie. Pertenecía a esos ojos azules que le devolvían la mirada y siempre sería suyo
En resumen, Rompiendo las reglas supera a su antecesor, tanto en la historia como en el romance pero sobre todo en sus personajes principales
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Cassie lleva dos años sin ver a Tyler. Se divirtieron durante el verano sin ataduras y sin etiquetas pues ambos están rotos por determinados sucesos que tratan de ocultar. Cassie no ha vuelto a enamorarse desde que le rompieron el corazón en mil pedazos mientras que Tyler tiene un pasado bastante oscuro que hace que tampoco quiera sentir nada por una chica. Sin embargo, cuando vuelven a encontrarse la atracción es innegable y ambos intentarán luchar contra ella para no caer en los viejos hábitos y por el miedo a que se convierta en algo más. ¿Lo conseguirán?

Los dos protagonistas están muy bien construidos y me sorprendieron enormemente. Pude ver un atisbo de ellos en la anterior entrega de la saga y me habían llamado bastante la atención así que amé llegar a conocerlos a fondo. En primer lugar, Cassie es muy fuerte y, aunque lo ha pasado mal, ha conseguido continuar hacia adelante como la mujer independiente que es. Me gustó muchísimo desde el principio y me pareció una de esas protagonistas que hacen falta en la literatura young-adult pues tiene las ideas claras y una personalidad marcada. Me hizo reír en muchas ocasiones con sus comentarios y de verdad que disfruté leyéndola. Tiene una gran profundidad y me fue muy fácil empatizar con ella gracias a lo bien hecha que está.

En segundo, Tyler es un chico arrogante con muchos demonios internos que lleva muchos años marcado por un suceso y que ha huido del amor. al principio me molestaba un poco su actitud algo desagradable pero yo ya tenía claro que iba a terminar enamorada de él y así fue. Una vez llegué a conocerlo un poco más, me encantó su bonito corazón y su tierna personalidad. Bajo esa máscara se esconde un hombre maravilloso, atento y que adora a su familia por encima de todo. También se me hizo un personaje complejo al que me encantó descubrir.

Respecto a los secundarios, aparecen los protagonistas de Cruzando los límites y disfruté demasiado volviendo a leer sobre ellos después de todo lo sucedido, cómo han continuado sus vidas. No aparecen en un determinado momento y ya está, sino que permanecen ahí durante todas las páginas y no pude evitar revivir todo ese cariño que les cogí. También conocemos a nuevos personajes con importancia en la trama en los que quiero destacar a Eric que también se ha robado un pedazo de mi corazón. No os quiero contar mucho sobre él pues creo que es mejor que lo descubráis vosotros.

Esta historia está narrada en tercera persona desde la perspectiva de los dos protagonistas. Esto es algo que siempre me gusta porque me permite conocer las dos caras de la historia y sobre todo conectar mucho más con ambos. No podría decir que punto de vista me gustó más, disfruté enormemente ambos.

A pesar de las altas expectativas que tenía pues Cruzando los límites dejó el listón muy alto, Rompiendo las reglas me ha encantado desde la primera página. El ritmo es trepidante y no decae en ningún momento, yo estuve enganchada a lo largo de toda la lectura y me lo terminé en muy poco tiempo. La segunda mitad es sin duda lo mejor y me la leí casi del tirón pues de verdad que no podía parar, todo el rato necesitaba saber qué era lo que sucedería a continuación. Es una novela adictiva que te atrapa y no te suelta.

María Martínez tiene una prosa que me fascina, cargada de sentimiento de manera que hace que sientas exactamente lo mismo que los personajes en todo momento. Eso me ayudó mucho a conectar con ellos y a vivir la historia más intensamente. Los diálogos son muy entretenidos y frescos y las descripciones están escritas con mimo y no se me hicieron pesadas en ningún momento sino más bien necesarias para profundizar en todas esas emociones. Me hizo pasar por una montaña rusa brutal y os prometo que hacía mucho tiempo que un libro no me hacía sentir tantas cosas. Quizá por ese bloqueo por el que estuve pasando o simplemente porque esta novela contiene una trama intensa desde el minuto uno.

Además, Rompiendo las reglas cuenta con unos giros argumentales espectaculares que, a pesar de las pistas que va dejando la autora aquí y allá, no me esperaba para nada y de verdad que tuve que parar de leer en más de una ocasión para asimilar lo que estaba sucediendo.

El romance es de esos que nacen a partir de una innegable atracción y que poco a poco va evolucionando de una manera natural, creíble. Hay mucha tensión desde el principio y un constante tira y afloja. Las escenas entre ellos son preciosas y me tuvieron en vilo toda la lectura.
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Hoy os traigo la reseña de un libro que estaba deseando leer y descubrir por fin la historia de Cassie y Tyler. Me leí el primero y me encantó, creo a mi parecer que es de las mejores lecturas de romántica de este año, hasta que leí este, se ha convertido sin duda en el mejor libro, me ha fascinado su lectura por completo.

Quiero aclarar antes de nada que aunque veáis que es una saga los libros tienen historias diferentes y la verdad es que se pueden leer independientes, pero aún así para poder disfrutar plenamente de la historia recomiendo leer antes Cruzando los límites, ya que estos personajes comienzan su historia en él, y si leéis este primero os encontraréis muchos spoilers del anterior.



Tyler y Cassie se conocieron hace ya dos años. vivieron una tórrida aventura, pero todo quedó en eso, y Cassie se fue a la universidad. Ella pensaba que ya todo había quedado atrás y que no fue nada para ella. Pero Savannah pide a Caleb que un amigo suyo recoja a Cassie de la universidad y la ayude a trasladarse en verano al pueblo, es ahí cuando se vuelven a reencontrar y sienten otra vez una gran atracción entre ellos, la tensión sexual se palpa y ellos no podrán aguantar mucho más. Pero los dos están rotos y saben que no serán capaces de enamorarse, así que una relación de solo sexo no les hará ningún daño, o si.

Ha habido libros que me han dejado huella y que han sido muy especiales, muchos de ellos son de este año y creo que cada año descubro joyas nuevas, pero para mi es muy emocionante poder descubrir una nueva autora que me fascina y que sin duda se ha convertido en una de mis favoritas. María Martínez tiene una prosa maravillosa que atrapa y cautiva, todos los apelativos que pueda decir son pocos y no hacen justicia a lo que esta autora ha conseguido con este libro y su magnífica historia. Como podéis ver me cuesta mucho más escribir la reseña de una novela que no me ha gustado mucho a esta, que me ha encantado.



El libro consta de más de 400 páginas y engancha tanto que en una sola tarde me acabé más de medio libro, no podía parar de leer y es que no me aburría en ningún momento, ya que los giros en la trama son constantes y la verdad es que más de uno, sobre todo dos casi al final, me dejaron con la boca abierta y con unas ganas enormes de poder decirle a la autora que es una autentica maestra en estos giros. No te los esperas y eso es lo que hace de una historia única y diferente, porque os puedo decir que nos encontraremos algún tópico, pero para nada me han parecido cansados, me ha encantado como la autora le ha dado un toque muy personal y sin duda destacable. No penséis que es una historia como otras, Cassie y Tyler son únicos y lo demuestran a lo largo de toda la novela.



Quiero destacar por encima de todo los magníficos personajes, si bien Savannah y Caleb salen lo justo no me ha parecido que me faltara ningún detalle de su vida después de dos años, ellos forman parte de esta historia y le agradezco a la autora no dejarlos de lado y poder saber más de ellos. Cassie es una chica luchadora e independiente, ya que su madre pasa muy poco tiempo con ella y su padre las abandonó siendo ella muy pequeña para formar otra familia. Un amor del pasado que la abandonó la dejó rota y para ella es improbable enamorarse otra vez, ya que aún no ha olvidado. Este personaje para mi ha sido increíble, sin pelos en la lengua por decir lo que piensa y sin duda fuerte a la hora de tomar sus propias desiciones.

Tyler es un chico con una gran afición, los coches, trabaja en el taller de su padre y es el mejor amigo de Caleb. Guarda un gran secreto que lo tiene a ser muy reticente a la hora de enamorarse, desde que pasó no ha vuelto a ser el mismo y solo busca chicas de una sola noche, él tiene sus propias reglas y no está dispuesto a romperlas. Cassie trastoca todo su mundo pero, ¿Podrá meterse dentro de su piel, o volverá Cassie a la universidad sin volver la vista atrás?, ¿Conseguirá Tyler romper sus normas por ella?



Os recomiendo totalmente este libro y su anterior, voy a seguir cada uno de los libros que publique esta autora, además de los que ya están publicados. Navegando por su página web, he visto que va a haber un tercer libro y la verdad es que no puedo estar más contenta, podré conocer la vida de Spencer y Eric, dos personajes que me han dejado con mucha intriga. Para mi ha sido un descubrimiento increíble esta saga, solo os puedo decir que de romántica es de mis favoritas.
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