InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
ISBN : 8491050531
704 páginas
Editorial: PENGUIN CLÁSICOS (15/10/2015)

Calificación promedio : 4.15/5 (sobre 69 calificaciones)
Resumen:
Nacimiento, ascensión y caída de un héroe, Julien Sorel. sentimientos encontrados finamente descritos por Henri Beyle, Stendhal, en una de las novelas clave del siglo XIX: el amor que se transforma en amor propio, la pasión en ambición, la generosidad, el entusiasmo, la hipocresía... 1824-1830. Francia, la gran muñidora de la Europa decimonónica: un antiguo régimen que se resiste a morir tras el vuelco que supuso la Revolución francesa, una iglesia romana que no qu... >Voir plus
Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Críticas, Reseñas y Opiniones (18) Ver más Añadir una crítica
rafaperez
 24 June 2022
Más feliz que una perdiz inicié la lectura de este clásico allá por el siglo XV antes de Cristo.
Hasta la fecha ningún escritor francés de la época me había decepcionado, pero para casi todo hay una primera vez.

Stendhal consigue un abrumador efecto soporífero muy versado y bien escrito. Me he aburrido como cien rebaños de ovejas negras y rojas.

Su narrativa, pese a la gran calidad que posee, no me conducen por los senderos de la admiración sino por el abismo del tedio.
¡Qué hombre más pesado!

La novela tiene buenos mimbres e intenciones:
Julien Sorel, joven pobre como las ratas y con un solo talento, medrará en el fascinante mundo burgués.

La hipocresía de ese casposo círculo hará que nuestro protagonista progrese, con tal de que no trabaje para el rival de su perceptor.

Nada importa su falta de aptitudes o que se acueste con su mujer, al contrario, se asume como un coste añadido para evitar que su burgués competidor no se haga con los servicios de Sorel.

En su primera parte, Stendhal nos habla de este ascenso, de sus amoríos, del perfil pro napoleónico y de la baja estima que Julien muestra por cualquier cosa que no sea el mismo.

En definitiva, una presentación de protagonista y su entorno, con mucha ironía y crítica hacia la época y las clases establecidas. Incluido el clero.

La segunda parte del libro sigue la dinámica de prosa exquisita y de darle cientos de vueltas al mismo asunto sin que nada más allá de mis bostezos ocurra.
600 páginas después el autor espabila, las ovejas despiertan y el libro se precipita al drama que todos queremos. Stendhal deja de ser marciano y renace en la genial escritura francesa del XIX.

Como todo en la vida, entiendo que haya fieles que disfruten en el barro del autor, yo puesto a ensuciarme prefiero otros lodos más fluidos.

Lo que cuenta es muy digno e interesante, pero como lo hace me ha provocado infinitas digestiones pesadas.

Eso sí, la calidad literaria es incuestionable, pero no solo de palabras bien colocadas, se alimenta mi alma.

Lo mejor fue cerrar el libro y colocarlo en la estantería. Pertenece a una colección de tapas muy coloridas que decoran con buen gusto mi biblioteca.

Tanta paz lleves.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         3118
entresomnis
 03 November 2022
Aunque se trata de un clásico de la literatura francesa, de este libro no esperaba mucho y, en cambio, me he llevado una grata sorpresa al descubrir una novela muy entretenida y divertida, con pocas partes densas, que se deja leer muy bien.

Obra cumbre de Stendhal que se lleva su fama por tratarse de una historia enmarcada en la sociedad francesa post-napoleónica del S-XIX, mostrándonos en ella unos momentos de gran confusión y deriva, tanto moral como ideológica, adentrándose así en el realismo, pero con aspectos todavía típicos del romanticismo. Pasiones desenfrenadas, reacciones exageradas y mucha tragicomedia, aunque enfocada desde la ironía, con un sentido del humor con el que el narrador se dirige al lector, buscando su complicidad.

Además representa una gran crítica hacia los diferentes estamentos de la sociedad, sobretodo de la aristocracia y el clero. Ahondando en la gran hipocresía y falsedad en la que se movían, para conseguir aquello que socialmente se esperaba de cada uno.

Julien Sorel, nuestro protagonista, se presenta como un ser ambicioso, orgulloso, inseguro, torpe y desconfiado, pero con el claro objetivo de conseguir progresar socialmente a costa de lo que sea necesario. Un personaje excelentemente perfilado que, aunque seguramente no se ganará la simpatía del lector, conseguirá su comprensión y resultará ser un gran personaje, con un crecimiento psicológico que mostrará a través de los monólogos internos, donde sus pensamientos y sentimientos a menudo contradictorios serán expuestos. Resultará así ser una obra de gran importancia, pionera como novela psicológica.

Los deseos de poder lo llevarán a iniciarse a una vida eclesiástica, aunque su carisma de joven conquistador le facilitará las más tortuosas aventuras con damas de la aristocracia, con las que también podría conseguir escalar socialmente, pero que lo pondrán ante grandes dudas y contradicciones.

Una novela llena de dualidades que como bien indica el título se moverá entre la política y el clero, las ideas liberales y la aristocracia, la pasión y la espiritualidad, la hipocresía y la honestidad, el amor y la ambición.

Un gran clásico que, aunque no pase a situarse entre mis favoritos, lo he disfrutado mucho.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         209
Queridobartleby
 24 September 2021
Tenía el libro en la estantería de pendientes desde un tiempo considerable. Siempre lo iba postergando, ¡Qué si algunas compras más recientes!, ¡Qué si otros libros acumulados!… Hubo un tiempo que me adentré bastante en los clásicos, sobre todo en la época del Instituto, la Universidad e inmediatamente posterior. Después, como a todos nos ha pasado, creo yo, te vas abriendo a nuevos autores y propuestas diferentes y acudir a los clásicos se torna más lejano. Pero por fin encontré el momento para él y, ciertamente regresar a un clásico, es una garantía de calidad de escritura, independientemente del tema tratado.

Pero creo que para hablar del libro conviene detenerse un poco en la vida de Stendhal y su época, para comprender en mayor medida esta magna obra.

Tenemos que considerar, en primer lugar, al siglo XIX, como uno de los períodos más turbulentos que han tenido lugar en Francia.

En 1815 tiene lugar la derrota del Imperio Napoleónico dando paso a la Restauración con la subida al trono de Luis XVIII.

Tras sucesivas revueltas, la Monarquía Constitucional fracasa y la República Democrática no se sostiene, dando lugar a la Revolución de 1830. Sube al trono Luis Felipe I, dando paso de nuevo a una Monarquía Constitucional. Adquiere importancia la burguesía, que releva a una nobleza venida a menos. Pero la burguesía solo se preocupa de sí misma, sin tener en cuenta a las clases populares.

El malestar popular culmina con la Revolución de febrero de 1848.

Se destierra la monarquía y se proclama la Segunda República. Se constituye un gobierno provisional donde el poeta Lamartine cobra importancia. Se instituye el sufragio universal, se suprime la esclavitud y se establece la libertad de prensa. Pero el gobierno provisional se ve incapaz de mantener las promesas.

La Revolución de junio de 1848 pondrá fin a esta utopía. La dirección de la República correrá a cargo de Luis Napoleón Bonaparte, suponiendo un nuevo triunfo del bonapartismo que Stendhal, bonapartista declarado, ya no llegó a ver.

Stendhal prospera con Napoleón. Después, sobrevive con pocos recursos económicos teniendo a partir de 1830 cierta estabilidad con el consulado de Civitavecchia aunque es condenado al ostracismo y la soledad.

En la etapa postnapoleónica, la sociedad no le acepta y viceversa. Curiosamente en este período produce su mejor obra.

Por supuesto, ese clima de crispación de finales de 1820, está de algún modo, reflejado en la obra. En cuanto al tema principal viene a ser, simplificando, la ascensión social del joven hijo de un carpintero de provincias, de nombre, Julien Sorel.

En lo tendente al título de la novela, coexisten diferentes hipótesis.

Una hipótesis posible, sería que el rojo podría hacer referencia al uniforme napoleónico. Si bien en su mayoría es azul, tiene algunas partes rojas. Pero también podría ser el rojo de la sangre en la batalla, donde para Julien, sus conquistas amorosas suponen una confrontación. Él color negro podría aludir a la sotana del seminarista.

Otro posible significado estaría relacionado con el juego de la ruleta, donde la bola caprichosamente puede emplazarse en la casilla roja o en la negra.

Una alternativa interpretación sería política, en este caso reflejaría el enfrentamiento durante el reinado de Carlos X, entre liberales (rojo) y la Congregación o clase sacerdotal (negro).

La obra en cuanto a estilo, podemos encuadrarla en un Realismo Romántico. Anticipa, por tanto, el Realismo propiamente dicho, que tendrá su punto álgido durante la segunda mitad del siglo XIX.

La obra se estructura en torno a la realidad, pero tiene un componente romántico muy acusado: tenemos los temas de la heroicidad y el ensalzamiento de la figura de Napoleón que tanta repercusión tuvieron en el movimiento Romántico. No olvidemos que Stendhal estuvo enrolado en las filas napoleónicas. En cuanto al individualismo, el «yo», no es propiamente en la obra, Romántico; tiene un componente social propio del Realismo. El personaje está influido por el entorno social. Se produce un juego dialéctico entre el «yo» de Sorel y la realidad. de fondo estaría también el tema político, con una tendencia más jacobina que liberal en Stendhal.

El autor para elaborar su obra tuvo presentes unos casos reales acaecidos. Por un lado, el caso del joven Antoine Berchet, hijo de un artesano con pocos recursos. Entra en un seminario por sus capacidades y es acogido por una familia burguesa. Se enamora de la señora que cuenta con 36 años de edad. Pierde el empleo. Es acogido por otra familia y se enamora de la hija, volviendo a perder el empleo. Se inspira también en el caso del ebanista Lafargue, que asesina a su amante y es condenado a 5 años de prisión.

Como podemos observar, el itinerario de Sorel es similar. En cuanto a Mathilde de la Mole, tomó como modelo a Mary de Neuville, sobrina de un ministro de Carlos X. La joven se fuga a Inglaterra con el secretario de su padre.

Stendhal se sentía fascinado por estos casos turbulentos pasionales.

El eje de la obra, por tanto, se articula en torno al joven Julien Sorel. Es hijo de un carpintero. Tanto su padre, dado que su madre falleció, como sus hermanos; lo menosprecian. Es de complexión delgada y parece poco dotado para trabajos manuales, pero en cambio tiene una agudizada capacidad intelectual. le gustan los libros y su padre, analfabeto, considera que pierde el tiempo:

«Julien estaba leyendo. Nada le resultaba más antipático al anciano Sorel; podría haberle perdonado quizá la complexión delgada, poco apta para los trabajos de fuerza y tan diferente de la de sus hermanos mayores; pero aborrecía esa manía por la lectura; él no sabía leer.»

La novela prácticamente transcurre en la pequeña provincia de Verrières. El parroco, Chelan, facilita la entrada en el Seminario de Sorel. A su vez, le consigue un empleo como preceptor de los hijos del matrimonio burgués, Rênal, dada su condición de latinista.

A pesar de las reticencias del señor Rênal, alcalde de Verrières, Sorel comienza a enseñar a los niños. Conocer a la señora Rênal supone un impacto para el joven. Es una mujer madura que dobla la edad de Julien, pero mantiene intacta la hermosura:

«Aquel tono tan dulce y casi suplicante en una señora tan hermosa le hizo olvidar de repente a Julien las consideraciones que debía exigir para su reputación de latinista. Tenía junto a sí el rostro de la señora de Rênal, notó el aroma de la ropa de verano de una mujer, cosa muy asombrosa para un pobre aldeano.»

Aparece entonces otro de los personajes destacados de la obra: la señora de Rênal. Se destaca su casamiento temprano con un hombre bastante mayor que ella, donde todo parece indicar un matrimonio de conveniencia:

«La señora de Rênal, rica heredera de una tía beata, casada a los dieciséis años con un caballero tradicional y de buena cuna, no había ni visto ni sentido nunca en la vida nada que se pareciera ni de lejos al amor.»

Es una mujer ingenua y sensible. Con su marido se aburre y solo parece estar centrada en la educación de sus tres hijos. La llegada de Julien, supone un revulsivo para ella.

Julien desprecia a la gente adinerada. Tiene la ambición de ascender en el escalafón social para demostrar a la gente su valía.

Se plantea cortejar a la señora de Rênal, practicando la hipocresía, es decir, mentir en cuanto a sus verdaderas intenciones. Ve la empresa de enamorar a la mujer como una conquista, como si fuera una batalla a cargo de Napoleón, por el que siente fascinación, al igual que Stendhal; quien formo parte de sus tropas y junto a su reinado tuvo su época de esplendor.

Por avatares, que es mejor que descubra el lector, Julien entra a trabajar de secretario en casa del marqués de la Mole. Aparece en escena una tercera protagonista que irrumpe con fuerza a partir de la mitad de la obra: Mathilde de la Mole, hija del marqués. Es una joven de 19 años, ingeniosa, lectora, como Julien, entre otros, de Voltaire:

«Pero Julien sabía de buena tinta que tenía siempre en su cuarto uno o dos tomos de los más filosóficos de Voltaire. Él también robaba con frecuencia algunos tomos de esa hermosa edición tan espléndidamente encuadernada. al espaciar un poco los tomos ocultaba la ausencia del que se llevaba; pero no tardó en caer en la cuenta de que había otra persona que leía a Voltaire.»

Mathilde se podría decir, que es muy similar a Julien. Es un torbellino. Es temida por los pretendientes dada su inteligencia y mordacidad:

«La señorita de la Mole miraba a los jóvenes franceses con esa expresión de profunda seriedad que ninguna de sus rivales podía imitar… Aquella mirada singular halagaba a los poco inteligentes, pero inquietaba a los demás. Temían el estallido de alguna frase aguda y de difícil respuesta.»

Mathilde se aburre con las visitas que acuden a su casa. Stendhal critica ese comportamiento tan comedido de los nobles de ese tiempo.

Tanto Julien como Mathilde son fuerzas de la naturaleza. Ambos establecerán una pugna sin tregua.

Julien desprecia a los nobles. Él es orgulloso y ve o parece creer en comportamientos humillantes hacia su persona. Habría que decir, sin embargo, que el señor de la Mole lo considera por sus cualidades, como un hijo y como tal, lo trata.

Hay que mencionar la figura del narrador. Un narrador omnisciente que no duda en establecer un vínculo entre Julien y el lector. Trata al protagonista como «nuestro héroe», debido a su complicidad con él. Igualmente, establece un acercamiento con nosotros, los lectores. Pongamos como ejemplo este fragmento tan ingenioso:

«¡Porque, lector mío, una novela es un espejo que pasea por el camino real! Ora refleja, para que lo vea usted, el azul del cielo, ora el cieno de los barrizales del camino. ¿Y llamará inmoral al hombre que lleva el espejo en su cuévano? ¡Su espejo muestra el cieno y usted acusa al espejo! ¡Acuse más bien al camino real donde está el barrizal y, más aún, al inspector de carreteras, que deja que el agua se estanque y se forme ese barrizal!»

Estamos ante un libro de aventuras, donde la condición amorosa estructura la obra. La señora de Rênal, representa el amor sensible, un amor sin egoísmo; en cambio, en Mathilde el amor es más cerebral, debatiéndose entre su amor por Sorel y el orgullo de clase. Pero Stendhal no desdeña la crítica con un componente satírico y a lo largo de la obra refleja la sociedad anterior a la Revolución de Julio de 1830. Deja notar su anticlericalismo, su rechazo de la burguesía que solo busca mejorar su posición; la crítica a los liberales que no dudan en cambiar sus ideales por obtener privilegios. Observamos en cambio, una defensa del heroísmo de los nobles del Antiguo Régimen, de los ideales jacobinos y bonapartistas.

Por último, destacar la maestría de Stendhal en el retrato de personajes. Los dos personajes principales femeninos están ejemplarmente perfilados; haciendo de perfecto contrapunto de un personaje literario imperecedero: Julien Sorel. Representa a millares de jóvenes de condición humilde de su época, cuyas únicas salidas eran ingresar en un Seminario o alistarse en el ejército. Sorel ambiciona doblegar su destino. Hacerse respetar por las clases privilegiadas, mostrando su orgullo de manera permanente. Pero Sorel, como humano que es, alberga luces y sombras. Observaremos su lado más violento a la par que sensible. Pero, ¿No deviene su carácter oscilante acaso, en la adversidad de un medio que le ha tocado padecer?


Editorial: Alba, Edición 2014

Colección: Clásica Maior

Traducción: María Teresa Gallego Urrutia


Enlace: https://queridobartleby.es/s..
+ Leer más
Comentar  Me gusta         20
Gww
 16 March 2024
Cuando uno lee un libro y trata de reflexionar sobre la obra, lo hace inevitablemente desde esa perspectiva pasiva, como receptor del mensaje, intérprete de lo leído y siempre en función de lo que ha sentido y elucubrado durante la lectura. Sin embargo, en demasiadas ocasiones olvidamos lo que realmente es el origen último del libro, su autor y el proceso de escritura del texto que nosotros leemos pero que antes alguien ha tenido que escribir.



Y es desde este punto de vista como podemos percibir en autores como Stendhal y libros como Rojo y Negro (Editorial Alba, traducido y anotado por María Teresa Gallego Urrutia) el inmenso goce de la escritura, el placer por demorar las tramas, reflexionar y agotar las exposiciones, reproducir las conversaciones incluso en sus repeticiones y circunloquios más prescindibles; los paisajes pintados con la misma minuciosidad que los rasgos de carácter del protagonista o las tensiones entre los personajes.



Así, como es el caso, podemos adivinar el goce del autor al escribir y su enérgica voluntad para no perder ese entusiasmo hasta la última página, y cuando todo ello va unido a una pasmosa facilidad por narrar de manera sencilla pero efectiva, directa pero elegante, fluida pero íntima, nos encontramos ante una obra maestra.



Y todo ello sin que necesariamente el asunto tratado realmente nos atraiga de una manera especial o que los personajes susciten en nosotros una simpatía que nos lleve a empatizar con sus desvelos. Incluso cuando desconocemos gran parte de los acontecimientos históricos que subyacen a la trama y que tan importantes resultaban para el autor pero que en su día, no precisaban ser explicitados por resultar de común conocimiento a la fecha de la publicación de la obra.



Comencemos por este punto. Tras la derrota de Napoleón en Waterloo, se produjo la restauración en el trono de los Borrones, en la figura de Luis XVIII, sobrino del decapitado Luis XIV. A Luis, le sucedió Carlos X. El extremismo de gran parte de sus partidarios, que lucharon por reducir aún más la participación de las clases burguesas en el gobierno, en un tiempo en el que el desarrollo industrial estaba comenzando a despegar, trajo una serie de tensiones entre los partidarios de una apertura, bien al modo de la monarquía británica, bien al de un nuevo Napoleón, y quienes querían el regreso al Antiguo Régimen.



Una serie de revueltas en París durante tres días de 1830, fuerzan el derrocamiento de Carlos X y se entrona a Luis Feñipede Orleans como nuevo monarca, un rey burgués de efímero reinado.



Julien Sorel, el protagonista de Rojo y Negro, es hijo de un acaudalado carpintero de una población inventada, Verrières, en el Franco Condado. Sus escasas dotes para el trabajo físico y su despierta inteligencia le acercarán a los estudios bíblicos y a una más que probable ordenación, gracias al interés que se toma un sacerdote local. Así, merced a sus estudios de latín y teología, pronto consigue el puesto de preceptor de los hijos del alcalde de la población y comienza así una carrera en la que se verá de continuo catapultado a las más altas posiciones hasta formar parte del servicio del marqués de la Mole, a cuyas órdenes realizará diversas labores políticas en favor del partido de la reacción.



Pero, pese a lo que podamos creer, Sorel realmente no parece en su fuero interno un ferviente seguidor de dicho bando. Antes bien, admira a Napoleón y lamenta no haber nacido unos años antes para haber formado parte de su ejército y obtener así la gloria. Con su elevada inteligencia y su desmesurada autoestima, no renuncia a esa fama y reconocimiento, si bien, en estos tiempos, deberá buscarla entre unas clases a las que desprecia en secreto, pero de las que tratará de aprovecharse para medrar.










Sin embargo, no las desprecia hasta el punto de renunciar a sus ventajas ni, muy especialmente, a enamorarse y enamorar a las esposas fieles y devotas de sus señores. Se nos presenta así el amor romántico, casi un preludio de la literatura que estará por llegar pocas décadas después. Stendhal anticipa esa mezcla entre deber y deseo, hipocresía y sinceridad, freno y pasión, que tantas obras repitieron a lo largo del siglo XIX.



Pero todo esto no deja de ser una sencilla suposición porque nada queda claro en el texto. En ocasiones podemos inclinarnos a pensar así, en otras podemos creer que Sorel solo busca el amor en las mujeres que en su infancia le fue negado o que su ambición sin freno puede más que las razones del corazón, que sus conquistas son tan solo una herramienta más en su egoísta vida y que, como el protagonista de la canción de los burgueses de Jacques Brel, él es partidario, por encima de todo, de sí mismo.



Porque, si algún mérito tiene este libro, ése es el de cerrar la última página y no tener una respuesta definitiva. Este Sorel nos sigue resultando tan inaprehensible como lo es nuestro vecino de arriba, al que vemos todos los días, del que conocemos gran parte de su vida pero del que no podemos decir con seguridad en qué cree realmente. Algunos lo llaman novela sicológica pero, en realidad, es realismo simple y puro ya que todos deducimos la psique del prójimo tomando torpemente como referencia lo que afirman y sus actos, un acertijo que no suele tener forma de contraste.



Éste es el nudo gordiano de la novela sicológica, de Rojo y Negro, ése ir y venir entre un extremo y otro sin saber cuál es la verdadera intención, y todo ello pese a los alardes de diálogos interiores que, cuanto más extensos, más a confusión nos llevan. Y si alguien, llegado el final del libro, con el giro de acontecimientos de los últimos capítulos, cree aclarado el misterio, deberá antes bien meditar sobre las largas y apasionadas páginas que preceden y en cuál de todas ellas se recoge el alma de Sorel, igual que ninguno de nuestros actos da testimonio completo de la nuestra.






+ Leer más
Comentar  Me gusta         00
UnaiGoiko74
 16 August 2020
Rojo y negro”, ambientada en la Francia post napoleónica, cuenta las vicisitudes de Julián Sorel, un joven provinciano que, debido a varias coincidencias y avatares, irá medrando en la sociedad, pasando de la serrería de su padre al palacio de un influyente aristócrata parisino. La novela se estructura en dos libros; cada uno de ellos representa un color, el rojo de la pasión y la vida en el campo y el negro de lo adusto, la seriedad de la vida cortesana parisina.

Julián es el hijo despreciado de un maderero de Verrières; su padre le odia por la propensión del hijo a evadirse del trabajo y enfrascarse en lecturas que el padre considera inútiles. Pero son esas lecturas, precisamente, las que propiciaran que el alcalde de la localidad, el señor Renal, piense en él como el preceptor de sus hijos.

De este modo Julián irá ascendiendo en la escala social de esa localidad provinciana, si bien, en el fondo, él sentirá un profundo desprecio hacia las clases aristocráticas y el desprecio o condescendencia que éstas demuestran hacia las clases “inferiores”. Ese desprecio nace de la influencia que en él tuvo un antiguo médico del ejercito napoleónico que, retirado en Verrières, insufló los ideales revolucionarios en el adolescente Julián.

“Julián la miró con ojos que reflejaban el más soberano desprecio.
La mirada dejó estupefacta a la señora Derville, pero habría sido mayor su asombro si hubiese podido adivinar su verdadera expresión, porque en ella hubiera leído algo así como una esperanza vaga de tomar venganza atroz. Probablemente los momentos de humillación semejante a la que sufría Julián son los que han creado a los Robespierres.”

En la casa de los Renal, el joven preceptor vivirá un romance con la mujer del alcalde que propiciará, al final, su marcha, inicialmente, a el seminario de Besançon y, posteriormente, a París. En París, servirá como secretario de confianza del marqués de la Mole, y será testigo de excepción de la frivolidad y altanería de la alta sociedad parisina, a la cual llegará a aborrecer con todas sus fuerzas. Herido en su orgullo por esa actitud hacia él, decidirá conquistar a la bella hija del marqués. Finalmente, la aventura amorosa terminará en tragedia.

Stendhal huye del romanticismo predominante en la literatura de su época y se adentra por la senda del realismo, al que en más de una ocasión hace alusión: “[…] No olvide usted, querido lector, que una novela es un espejo que se pasea por un ancho camino. Tan pronto refleja el cielo azul, como el fango de los lodazales del camino.” Ese espejo está presente durante toda la narración, y reflejará tanto los paisajes exteriores, como los interiores del protagonista.

Otro aspecto que llama la atención en cuanto al estilo de Stendhal es las continuas interpelaciones al lector, que propicia que nos sintamos más participes de la historia y más cercanos al narrador, el cual, tiene esa deferencia de tendernos la mano de tanto en cuanto:

“Aquí, el autor hubiera querido poner una página de puntos suspensivos. Eso sería quitarle gracia-objetó el editor-, y tratándose de un escrito tan frívolo, la falta de amenidad es la muerte.
-La política-prosigue el autor- es una piedra atada al cuello de la literatura, y que, en menos de seis meses, la sumerge y ahoga.”

Rojo y negro” rezuma conciencia política. No hay que olvidar que Stendhal sirvió a Napoleón y compartió sus ideales revolucionarios. En cierto modo, Julián podría considerarse su alter ego. A lo largo de las páginas de la obra nos encontramos con muchas alusiones a la emergente lucha de clases de comienzo del siglo XIX.

“-Es preciso que haya en Francia dos partidos -prosiguió el Marqués de la Mole-; pero dos partidos no solamente de nombre: dos partidos bien claros, bien definidos. Sepamos a quién hay que aplastar. Por un lado, a los periodistas, a los electores, a la opinión pública, en una palabra, a la juventud y a todo lo que la juventud admira. Mientras ella se aturde con el ruido de sus vanas palabras, nosotros tenemos la ventaja de consumir el presupuesto.”

“[…] El derecho natural no existe; esta palabra no es más que una anticuada sandez, digna del fiscal que dio caza el otro día y cuyos antepasados se enriquecieron gracias a una confiscación decretada por Luis XIV. No puede existir el derecho si no lo apoya una ley y lo sanciona un castigo. Antes de la ley, no hay nada natural más que la fuerza del león o la necesidad del individuo que tiene hambre, que tiene frío; en una palabra, la necesidad…No, las gentes que pasan por honorables no son más que granujas que han tenido la suerte de no ser sorprendidos en flagrante delito.”

En conclusión, “Rojo y negro” debería de ser una lectura obligatoria en las escuelas de esta sociedad cada vez más neoliberal.

+ Leer más
Comentar  Me gusta         10
Citas y frases (10) Ver más Añadir cita
rafaperezrafaperez07 March 2023
La imprudencia de un pobre es rápidamente castigada con la falta de pan.
Comentar  Me gusta         310
rafaperezrafaperez04 January 2023
Los regalos se dan al negligente a fin de estimular su celo.
Comentar  Me gusta         240
Rosa_HalcombeRosa_Halcombe14 January 2020
La señora de Dubois se halla profundamente preocupada de sí misma, como todas las mujeres a quienes el cielo ha concedido demasiada nobleza, o demasiado dinero. Se mira a sí misma, en vez de mirarle a usted, y, naturalmente, no le conoce. Durante los dos o tres arrebatos de amor con que le ha favorecido, con un gran esfuerzo de imaginación, veía en usted al héroe soñado y no lo que es usted en realidad.
+ Lire la suite
Comentar  Me gusta         20
QueridobartlebyQueridobartleby22 September 2021
¡Porque, lector mío, una novela es un espejo que pasea por el camino real! Ora refleja, para que lo vea usted, el azul del cielo, ora el cieno de los barrizales del camino. ¿Y llamará inmoral al hombre que lleva el espejo en su cuévano? ¡Su espejo muestra el cieno y usted acusa al espejo! ¡Acuse más bien al camino real donde está el barrizal y, más aún, al inspector de carreteras, que deja que el agua se estanque y se forme ese barrizal!
+ Lire la suite
Comentar  Me gusta         10
QueridobartlebyQueridobartleby22 September 2021
La señorita de La Mole miraba a los jóvenes franceses con esa expresión de profunda seriedad que ninguna de sus rivales podía imitar… Aquella mirada singular halagaba a los poco inteligentes, pero inquietaba a los demás. Temían el estallido de alguna frase aguda y de difícil respuesta.
Comentar  Me gusta         10
otros libros clasificados: novela de aprendizajeVer más
Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro





Test Ver más

¿Conocedor o experto en literatura francesa?

¿Cuál de los siguientes libros fue escrito por Gustave Flaubert?

Memorias de un loco
El más bello amor
Elogio de París

16 preguntas
51 lectores participarón
Thèmes : literatura francesa , Literatura en francésCrear un test sobre este libro
.._..