Roedores | Cuerpo de embarazada sin embrión

¿Cómo hablar de un libro tan íntimo y desgarrador? Llevo ya varios días pensando qué decir sobre él y no me salen las palabras.
Porque aunque sabía que Paula me iba a hablar de un tema tan delicado, y aún hoy en día bastante tabú como es el aborto espontáneo, no pensé que iba a encontrar algo tan personal, sus propios pensamientos, y lo que escribió y dibujó para sus hijos. Esperaba otro tipo de libro y por eso no me siento capaz de opinar sobre él, es lo que ella siente, donde vuelca todas sus emociones, sus medios, sus sueños, es un trocito de ella misma. Breve pero muy intenso, con una edición muy cuidada.


Qué necesaria dar visibilidad a algo de lo que no se habla, que es mejor dejar pasar porque incomoda, y porque parece que si no lo ves no ha existido, que es mejor olvidarlo, pero nada más lejos de eso.
Y qué generosa Paula por compartirlo.
No puedo decir nada más

Leer a Paula Bonet es desgarrador a la par que necesario. Rechaza la imposibilidad de vivir el duelo, rompe con el silencio asociado a la pérdida tras el aborto espontáneo.
Roedores me ha recordado un artículo de Olalla Rodil que leí hace unos años sobre violencia obstétrica. Hablaba de abortos sin asistencia médica y recogía testimonios como los siguientes: «Me dieron una cuña, de las de orinar, y me dijeron que cuando expulsase el feto que avisara» «Parí a mi bebé sola, de pie, en el baño de una habitación», la experiencia de estas mujeres es de dolor y trauma en un halo de desconocimiento y silencio.
Paula Bonet reafirma el poder del testimonio; frente al silencio, la necesidad de contar y escuchar.

Se trata de un diario íntimo, conmovedor y hermoso no solo por lo que significa, sino por ser estéticamente bonito, el cual se puede leer en unos minutos y que deja una sensación dolorosa, fomentada no solo por el tema del que trata, sino por el tono poético y evocador que impera en toda la obra.
Este diario-animalario es el reflejo de lo que una madre puede sentir desde que sabe que hay una vida latiendo en su interior hasta que descubre que este ser ha dejado de hacerlo. Una forma de ponernos en la piel de las mujeres que desean a su bebé intensamente y a quienes la naturaleza se lo arrebata de una forma tan repentina, rompiendo así con los tabúes que se generan ante el hecho de haber sufrido un aborto y la culpabilidad que se autoimponen (por diversos motivos) algunas mujeres a las que esto les sucede.
Un diario lleno de dolor que muestra tan solo una parte de lo que es la maternidad en su totalidad (porque el aborto también forma parte de ella), una maternidad que puede ser tan brutal y cruel como maravillosa.
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