En Lyon, un grupo de estudiantes comparte piso, viajes, fiestas y el descontrol que las universitarias hemos vivido apurando el tiempo y las experiencias como si no hubiera un mañana, y al mismo tiempo pensando que todos los mañanas serían nuestros. Una explosión (los motivos, las razones, los causantes...son lo de menos, eso daría para una novela a parte, pero también está ahí) trastoca la vida de estos estudiantes y de sus familias y amigos, y esto es es -resumiendo de una manera muy simplista- lo que nos cuenta Tallón en
Rewind.
"La vida no podía resultar tan aleatoria, me decía. Me ponía a pensarlo -un momento, un minuto, una hora, un día, un año- y me extraviaba en mi propio pensamiento (...) Hay hechos que admiten solo un número de vueltas de tuerca, y si les das más de la cuenta empiezan a carcomerte y el pensamiento deriva en laberinto."
Seis capítulos, cinco narradores distintos que rebobinan y nos cuentan parte de sus vidas y experiencias. En el centro de esas narraciones está la explosión, tragedia que cada uno nos detallará desde su punto de vista y desde el lugar que ocupan: padre de una de las estudiantes, uno de los chicos del piso, la doctora de urgencias que acudió al lugar de la explosión... Nos hablarán de lo que ésta significó para ellos y para otras personas que, pese a no narrar en primera persona, están presentes: de la soledad, el desamparo, el desvalimiento, los remordimientos, etc. que les provocó lo sucedido.
No es un libro de acción, es una historia intima en la que cada personaje va dándonos las piezas para formar el puzzle de sus vidas, de sus conexiones, y que a cada página nos va "rellenando" la histora. "
Rewind" tiene también otro sentido: la frustración que supone no poder rebobinar realmente hasta antes de la tragedia para impedirla o, al menos, cambiar ciertas cosas.
Es un libro cargado de esperanza y resiliencia, pero también es muy duro. He tenido durante muchos fragmentos un nudo en la garganta e incluso, yo que no soy de lágrima fácil en la lectura, hubo un capítulo en el que sí lloré por la intensidad de lo narrado.
El estilo narrativo es sencillo, se lee muy bien, pero al mismo tiempo tiene reflexiones (yo he marcado un montón) con una gran carga existencialista y filosófica. Tiene multitud de referencias musicales, literarias, geográficas, cinematográficas, etc. que hacen que todo parezca mucho más real.
Intento contaros, como siempre, de qué nos habla este libro y no soy capaz de centrarme en una sola cosa, quizá lo más significativo sea la arbitrariedad de la vida, lo que nos puede cambiar todo en tan solo un minuto, las decisiones (o la falta de ellas) que nos llevan para un lado o para otro a lo largo de toda nuestra vida, la capacidad que tenemos de salir fortalecidos casi de cualquier situación y lo imposible que resulta a veces dejar de "rebobinar" una y otra vez para seguir hacia adelante, las trabas que nos ponemos a nosotros mismos -y a la vida- para que supere los desatres e intente florecer de nuevo. El amor, la amistad, la familia, las mentiras y los secretos también están presentes a lo largo de toda la(s) historia(s)
Pese a no empatizar del todo con ninguno de los narradores, ha sido una lectura que me ha gustado muchísimo y que no puedo dejar de recomendar.
