Reino Conquistado

Las pruebas de la sucesión virtuosa han terminado. El príncipe Andreus es rey, y la princesa Carys está muerta. Pero incluso mientras está obsesionado por lo que hizo para ganar el trono, Andreus descubre que su sueño de gobernar solo trae nuevos problemas. La gente ama a su gemela aún más en la muerte que cuando estaba viva. Los ancianos lo tratan como una figura decorativa más que como un rey. Y lo peor de todo, los vientos que acarician y protegen Eden se están apagando. Sin embargo, a pesar de lo que todos creen, Carys está viva. Exiliada lejos de su hogar y de lo único que queda de su familia, Carys lucha por controlar y comprender los poderes que se han liberado dentro de ella. Y a medida que se fortalece, también lo hace su convicción de que debe regresar al Palacio de los Vientos, enfrentarse a su gemelo y erradicar la traición que comenzó mucho antes de que comenzaran las primeras pruebas. El Reino de Eden se está oscureciendo cada día que pasa. Hermano y hermana, antiguos enemigos, ahora deben decidir si algunas traiciones son demasiado profundas para ser perdonadas.

Después de que su anterior libro, el inicio de esta bilogía, Reino Dividido, se convirtiera en una de mis mejores lecturas del año pasado, era normal que esperara este libro como agua de mayo, deseando conocer de qué manera terminaba una historia que me conquistó completamente nada más leerla. Estas novelas de fantasía me llevaron hacia una ambientación interesante donde los personajes cobraron mucha fuerza, haciendo que todo estuviera bien conectado y jugado bajo mi punto de vista. Desgraciadamente, Reino Conquistado ha sido de esos libros y de esas continuaciones que, desde el primer momento, he estado analizando con lupa, arrastrando los sentimientos y buenas vibraciones que me dejó el libro anterior, desembocando en una historia que, como final, se me ha quedado algo floja y no ha conseguido estar a la altura de ese magnífico inicio.

Contado en todo momento en tercera persona a través de nuestros dos personajes, Andreus y Carys, la historia de este segundo libro comienza poco después de los últimos acontecimientos de Reino Dividido, los dos gemelos separados después de participar en las pruebas que otorgaban a uno de ellos la corona de Eden, siendo Andreus el vencedor y Carys la exiliada que debe esconderse para no ser atrapada y terminar de cuajo con su propósito ahora que ha comenzado a tener poderes mágicos inimaginables. Bajo esta premisa, el libro comienza bastante bien, unos capítulos que, desde el primer minuto, ya nos deja escenas de acción, una rapidez en la trama muy temprana con la que la autora consigue enganchar a la persona que está leyendo, sin problemas, a las páginas de este libro. Además, el ir intercalando cada capítulo entre un personaje y otro no solo nos hace movernos entre perspectivas sino que, gracias a ello, nos vamos a enfrascar en dos momentos diferentes: el de Carys, teniendo que saber qué es exactamente ella y qué significa tener esos poderes, huyendo y escondiéndose a ojos de los demás, y el de Andreus, ahora rey, viendo como él mismo tiene que empezar a solucionar problemas que podría cambiar el transcurso de la historia de su reino para siempre. Ambas subtramas han dejado momentos diferentes pero que, en conjunto, han combinado bastante bien. Con Carys tenemos las escenas de más peligro, de ir de un lado para otro, de correr e intentar luchar contra aquellos que intentan apresarla, siendo con ella donde vamos a tener las partes de la lectura más dinámicas y entretenidas, más movidas, siempre con algo de acción que ofrecer a la vez que se va descubriendo y abriendo una zona oculta y oscura que teníamos en el primer libro y que, aquí, empieza a mostrarse para dar, además, ese toque interesante por el que quieres saber más y más. Con Andreus, por el contrario, nos metemos en una subtrama de misterio y de intriga palaciega que, como digo, ha sentado bastante bien. Un descanso a todo lo que la trama de Carys representa, Andreus nos va a mover por unos pasillos donde la traición, misiones secretas, el espionaje y la protección del reino y de encontrar a un único culpable se van a convertir en el centro de todo lo que está por venir. La incógnita y las ganas de conocer la persona que se esconde detrás de todas las conspiraciones que se van a vivir es lo que consigue que la historia y arco argumental de Andreus sea constante, emocionante, interesante, enganche bien con la trama de su hermana, siendo un complemento más suave y relajado en comparación a toda la aventura con la que se va a vivir con Carys. Una lectura que siempre está al pie del cañón, poco más de la mitad hasta el final va a contener los capítulos más explosivos del libro, donde la colisión de todos los elementos que se han ido desarrollando hasta ese momento generará unos capítulos finales de infarto donde la lucha, la verdad y los giros inesperados en los acontecimientos al desvelarse el secreto de muchas cosas van a dar un toque más exhausto a todo. La acción es pura dinamita, la sangre volará y se derramará por todas partes, el peligro acechará en cualquier esquina y nunca sabes de qué manera podría acabar la cosa, quién podría morir o sobrevivir. Para mí, sin dudarlo, han sido los momentos necesarios para este libro, capítulos en los que no podrás parar de leer ni un segundo, poniéndole como pega un final que, sin embargo, deja las puertas abiertas a la imaginación al ponerle un punto no cerrado.

A pesar de que parece que el libro es impresionante, ¿qué es lo que ha pasado para que diga que no ha estado a la altura? Pues que he sentido que no había exactamente un argumento central y potente que sujetara cada escena para darle esa lógica que necesitaba el libro como segunda parte y conclusión. Pasaban muchas cosas, sí, pero no había un rumbo fijo, como que todo sucedía por inercia sin desarrollar gran cosa entre escena de acción y escena de acción, siendo solo eso y un par de cosas más las que teníamos pero sin tener, como digo, un argumento con peso. Todo me resultaba vacío, sin demasiado propósito. Y esto ha repercutido en que muchos elementos de la ambientación se me hayan quedado flojos finalmente. al hacer la reseña del primer libro comenté que, entre las cosas que me habían fallado, estaba justamente parte de la ambientación, sobre todo a lo relacionado con una guerra que tienen con reinos vecinos, el tema de los Xhelozis y, sobre todo, esta magia que nace en Carys. Si bien es cierto que el tema de la magia más o menos se toca de manera más profunda, lo demás vuelve a dejarse de lado. Las interacciones y las misiones de los diferentes personajes secundarios carecen de sentido al no tener nada que ver dentro de todo esto. Esos monstruos se quedan reflejados como seres de oscuridad que devoran, sin saber de dónde proceden, por qué existen, desde cuando. Los reinos vecinos están muy olvidados, sin saber nada de ellos. Ni nombres, ni reyes o reinas, sin cultura o vida, sin historia propia que poder conocer, apareciendo de la nada ya por el final tampoco sin saber qué quieren exactamente y por qué están así con Eden de cabezotas. Todo termina muy deprisa, no haya oportunidad de crear un segundo libro bien desarrollado y repleto de detalles y ha sido lo que más me ha decepcionado de esta conclusión.

Así pues, y en resumen, Reino Conquistado ha cumplido con todos los pronósticos que tenía en mente de no convertirse en un final de bilogía a la altura. Aprueba en ritmo, que es de infarto, dinámico y entretenido, con un toque misterioso que le va genial a la lectura pero, sin embargo, la falta de una base más potente y mejor desarrollada hace que muchos de los personajes y de los sucesos cojeen al no tener nada que les de el sentido a su camino.

Reino dividido, la primera parte de esta bilogía de Joelle Charbonneau, fue una lectura que disfruté mucho gracias al universo creado por la autora y al carisma de una de sus máximas protagonistas, Carys, princesa de Eden. Sin embargo, como buen libro inicial (aunque estemos ante dos novelas únicamente), en el cual se nos introduce a los personajes y el universo en el cual se desarrolla la acción, se me quedó corto en cuanto a las explicaciones de ciertos asuntos, como el de los Xhelozi, unos seres sangrientos que empiezan a aumentar en número y acabar con los habitantes del reino, alejándose cada vez más de los lugares habituales en los que suelen morar y acercándose peligrosamente a La Ciudad de los Jardines. Había demasiadas incógnitas y aspectos sin explicar, pero todo ello ha quedado, sin duda, resuelto en esta segunda parte: Reino Conquistado. Y he de decir que… ¡menuda segunda parte! ¡Guau!

Hablando un poco sobre la primera novela, Reino dividido, os diré que en ella se nos cuenta cómo tras la muerte del rey Ulron y de su heredero, el príncipe Micah, el reino de Eden debe decidir quién será su siguiente monarca, si el príncipe Andreus o la princesa Carys, mediante unas pruebas de sucesión denominadas la Sucesión Virtuosa. En ellas, estos gemelos tendrán que demostrar que poseen las siete virtudes sobre las que se sustenta el reino, de modo que el consejo pueda designar cuál es la mejor opción para dirigir el mismo ya que, en su caso, la línea sucesoria no está clara.

Sin embargo, lo que comienza como una competición sin más acaba transformándose en una red de mentiras, engaños y traiciones en las que nuestros protagonistas acabarán viéndose envueltos, hasta tal punto que todo el mundo creerá que la princesa Carys ha muerto en la última prueba. No obstante, ¿realmente lo está? Esta segunda parte arranca precisamente desde este punto de partida y en ella acompañaremos de nuevo a Carys y Andreus, viendo una grandísima evolución en ambos.

Una vez más, Joelle Charbonneau emplea una estructura en la que los capítulos protagonizados por una y otro se alternan, haciendo que l@s lector@s se mantengan en vilo. Ahora bien, a diferencia de en la primera parte, Reino Conquistado es una auténtica montaña rusa. La acción no decae en ningún momento y en todos los capítulos sucede algo que te deja con ganas de seguir leyendo para ver qué le está pasando a cada uno de los hermanos. Y es que, el final de cada uno de ellos, es un cliffhanger en toda regla. Ello hace que no podamos despegarnos de la novela y que estemos completamente enganchad@s a la historia que se nos narra.

De hecho, en esta ocasión, puesto que mi personaje favorito es Carys, he sentido la necesidad de saber también qué ocurría con Andreus y el complot en La Ciudad de los Jardines. No obstante, el personaje que sufre una mayor evolución en esta novela es Andreus, el cual, arrepentido por lo que le hizo a su hermana durante las pruebas, se preguntará si habría sido posible hacer las cosas de otro modo. Ello le vuelve mucho más real y humano y nos hace ver que será un grandísimo rey, dotando al personaje de una gran profundidad psicológica y madurez. Además, se dará cuenta de que ha sido utilizado por aquellos que anhelan hacerse con el poder y que su deseo de sentirse importante y valerse por sí mismo le han hecho perder a quien siempre estuvo a su lado.

En cuanto a Carys, esta también tendrá que enfrentarse a sus propios demonios: las lágrimas de medianoche, el viento y su pasado. Por ello, se embarcará junto a Larkin, Errik y Garret en la búsqueda de la verdad, pero también de sí misma. Y, he de deciros que, durante el camino descubrirá bastantes cosas y no todas ellas serán de su agrado porque, ¿en quién puedes confiar cuando quien más quieres te traiciona y todo el mundo te oculta sus intenciones?

Pasando a hablaros un poquito de sus acompañantes: Larkin, su mejor amiga; Errik, un extranjero que desde el primer momento creyó en ella; y Garret, un lord de Eden, os diré que me han hecho sufrir muchísimo. Joelle Charbonneau nos hace dudar tanto de Errik como de Garret y, si bien es cierto, que cada uno de ellos parece ser sincero, no podemos dar nada por sentado. Además, sus acciones serán determinantes en más de un sentido. Con respecto a Larkin, me ha tenido con el corazón en un puño y ha logrado partírmelo.

Así que como veis, la autora ha creado una trama envolvente que consigue atraparte y no te suelta. Además, he de destacar su capacidad para los giros argumentales, los cuales me han dejado boquiabierta en más de una ocasión y me han dolido sobremanera. A pesar de las diferencias para con Juego de Tronos, las luchas por el poder y lo que hace cada personaje para conseguirlo no tienen nada que envidiarle, aunque estemos ante una novela juvenil. Aquí todos tienen secretos y realizan, o han realizado, acciones que nos ponen los pelos de punta. Por ello, Carys y Andreus se darán cuenta de que juntos son más fuertes y de que solamente uniéndose pueden hacer frente a cualquier amenaza, puesto que la fuerza de cada uno de ellos es distinta y se complementa a la perfección. No obstante, son dos caras de una misma moneda.

Por último, me gustaría señalar que Charbonneau tiene una pluma y un lenguaje que logran fascinarte y hacer que nos sintamos transportad@s a este universo que ha creado. de hecho, creo que también ha evolucionado, en consonancia con los protagonistas y con la oscuridad de la historia. Es como si también estuviera viva y hubiera madurado igualmente.

Como veis, se me hace muy difícil hablar de esta segunda parte, más teniendo en cuenta que no quiero haceros spoilers 😉, pero puedo aseguraros que se va derecha al top de mis mejores lecturas del año. No me importaría que Joelle continuara con la historia de Carys y Andreus, porque son dos personajes que me han llegado al corazón y se van a quedar conmigo por mucho tiempo. Desde luego, no puedo hacer otra cosa que no sea recomendaros la lectura de Reino dividido y Reino Conquistado.

Lo mejor: una novela con un ritmo trepidante, llena de intriga y acción, que hará que no puedas dejar de leer.

Lo peor: que te va a saber a poco y te vas a quedar con ganas de más XD. Por favor, Joelle, necesitamos a Carys y Andreus de nuevo.

Deberías leerlo si disfrutas con las intrigas palaciegas, al más puro estilo Juego de Tronos, y si te gustan los personajes con carácter.
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El año pasado me quede con muchas ganas de saber que pasaba con Carys y Andreus y este año pude saber como continuaba la historia de estos dos hermanos. En este libros nos encontramos por un lado con que Andreus ha sido coronado rey de Eden, mientras que su gemela Carys escapa de la ciudad y de todo lo que siempre conoció.

Su hermano intento acabar con su vida en las pruebas de sucesión llevado por el dolor del asesinato de su amada Imogen a manos de su hermana y la envidia de que la joven tuviera el amor y favor de todos los ciudadanos de Eden.

Sin embargo ambos descubren que están rodeados de traiciones y deberán descubrir el origen de todas ellas. Por un lado Andreus, con la ayuda del joven y pequeño Max y el misterioso guarda llamado Graylem quien le jura lealtad, se embarca en desentramar lo que alguno de los elderes trama contra el trono.

A su vez el joven rey deberá descubrir como solucionar el problema de energía que empiezan a tener antes de que lo mas duro del invierno llegue al reino y por el que deberá buscar soluciones rápidamente si no quiere que su pueblo se vea atacado por los Xhelozi, criaturas que hasta el momento se habían mantenido alejadas de Eden, gracias a las luces y al gran orbe.

Mientra que por otro lado, la princesa Carys se embarca en la aventura hacia la ciudad de los adivinos, sin embargo, se verá traicionada por alguien en quien ella quería confiar, para luego descubrir que no fue así en ningún momento.

Ambos jovenes ayudados por personas que confían y creen en ellos logran descubrir todo el entramado de conspiraciones palaciegas que gira entorno a ellos. Descubriendo que no todo es lo que parece, que uno no puede confiar en quien mas quiere confiar y que las alianzas muchas veces son endebles.

También hay que destacar que la joven princesa empieza a dar signos de un poder oculto hasta el momento por la droga a la que estaba enganchada. Y es que el viento le habla, ella oye su susurro, el viento la ayuda…

Como en su primera parte, es un libro que va intercalando capítulos de Carys y Andreus, de modo que veremos lo que sucede entre los muros de Eden y en su exterior. La trama girará en torno a la recuperación de aquello perdido y se descubrirá toda la conspiración y sus ejecutantes. Es una historia que posee muchos giros argumentales y engancha. Sin embargo, me ha faltado algo de profundidad. Creo que menciona muchas cosas que luego no son tratadas o se dejan pasar por encima y podrían haberse desarrollado más para lograr una historia mejor asentada. Eso no quiere decir que no lo haya disfrutado ya que es una novela que atrapa y no resulta densa. También debo mencionar que los giros me han parecido algo más predecibles que en el libro anterior, pero hay tantos que alguno siempre sorprende.

Los personajes siguen evolucionando y a pesar de que no es de una forma muy profunda, es interesante ver cómo las situaciones les hacen reaccionar. Andreus es un personaje bastante cambiante y debo decir que aquí he encontrado más coherencia con él y se le entiende mejor. Carys pasa fuera de los muros la mayor parte de la aventura junto a Errik, Garret y Larkin y sus partes me han encantado, logrando que sea mi personaje favorito de la novela. Sus acompañantes son vitales para la historia y tienen un mayor protagonismo, les conoceremos más.

El final es ideal para todo lo vivido en estos libros. Si os gustan las intrigas políticas con toques de magia, con giros y, aunque no con mucha profundidad, una historia entretenida seguro que los disfrutáis.

La narración de la autora sigue siendo igual que en la primera parte, la tercera persona nos dará la oportunidad de conocer bien a los dos personajes principales. Tenemos como protagonistas a los dos gemelos de nuevo, sin darnos más protagonistas nuevos, nos irá contando sus pasos alternando entre capítulos, uno para cada uno. Estos capítulos son cortos e invitan a seguir leyendo una vez terminados, hay muchos que te quedas con muchas ganas de seguir con el mismo protagonista para saber qué va a pasar, pero al ser capítulos alternos había que esperar. Pero no ha sido pesado en cierta manera, digo en cierta manera porque en el principio si que me pasaba, y más que me sentía algo perdida por no recordar ciertos datos, aunque la autora refresca la memoria, menos mal. Así que la primera parte me ha costado algo más por esos motivos, lo que hace que el libro me durara más de lo previsto, ya que la autora tiene una narrativa sencilla y sin florituras, las descripciones son justas y medidas. No sé si ha sido culpa mía o es lo que me pasa últimamente pero las segundas partes no me están convenciendo del todo, la autora nos da un libro final, aquí no encontramos más enredos ni más distracciones de la trama principal, todo cobra sentido. Mi problema, aunque eso no me ha afectado para poder disfrutar del final de la historia, es que hay ciertas partes que son resumidas o que no llegan a ser tan profundas como debería. Además de alguna escena que da la sensación de salto en el tiempo, como de haberse comido adrede ciertas escenas para acortar algunas partes, algo que la autora da una explicación algo poco convincente. Lo bueno es que el libro desde cierta parte se disfruta mucho, la verdad es que pese a todo esto no me arrepiento de haberlo leído y si no hubiera pasado esto sin duda sería un libro a destacar, pero para mí es eso, un libro que nos revela algunos secretos más para darnos explicación a ciertas cosas del primero, así que por esa parte me ha gustado, porque es lo que quería, un libro final donde nada quede en el aire. Si que tengo que comentar que hay cierta cosa que se queda en el aire, pero es algo mínimo y sin importancia, y no creo que la autora nos dé más libros de esta saga como queda todo. Por mi parte he disfrutado de la última parte de esta bilogía, lo malo han sido esos fallos que en algunas ocasiones dificultan la lectura ya que chirrían un poco, además de que el libro se me ha hecho algo corto. Sin duda me quedo con la primera parte que fue una lectura que me sorprendió mucho, aunque esta parte es más que necesaria para conocer todos los secretos que guarda esta bilogía y darle su final.
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