Quiéreme siempre

A esta novela le tenía echado el ojo desde hace un tiempo, y es que me llamó mucho la atención, no tanto por ser el Premio Azorín de 2018, que ya sabemos que muchas veces estos premios revisten más publicidad y marketing que realmente calidad verdadera, sino por su sinopsis. Quería ver como la autora traza una situación que a priori puede ser dramática y tortuosa para ambas partes, me pareció que podía ser una novela de esas que uso de "respiro" entre tanto thriller y novela negra, y que me podía dejar muy buen sabor de boca. No me equivoqué, y os voy contando.

Empezamos con la primera protagonista de la novela, se trata de Lu, una chica que reside en París con su novio, tiene trabajo, una mejor amiga que es Agathe, y es feliz, super feliz, tiene independencia, amor, amistad, trabajo, tardes preciosas de buenos vinos y momentos maravillosos... Pero todo eso se rompe y su mundo perfecto se viene abajo, ya que Paul, su pareja, la deja, y se hace añicos. Necesita escapar de ese París que tanto amable y que ahora la está axfisiando, y vuelve a su Barcelona donde va a intentar recomponer sus heridas hasta que decida que hacer, estar con su padre, cambiar de aires y respirar.

Y he dicho estar con su padre porque punto y a parte es la relación con su madre. Lu siente que no la quiere, que nunca la ha apoyado, que es un estorbo para ella. Su madre siempre está de mal humor, parece que todo le molesta, es sarcástica, nunca ha valorado los triunfos ni la valentía de su hija... El por qué de todo esto lo iremos descubriendo a lo largo del relato y a la misma vez que la protagonista, y será inevitable sentir una punzada en el corazón, como muchas veces a lo largo de las páginas. Precisamente cuando llega al aeropuerto ahí está su madre, para su sorpresa, y le ha buscado un empleo!!!! Para que no se tenga que quedar en su casa! Sí, hasta ahí llega la cosa. Como Lu es enfermera, la lleva como interna a casa de la madre de una amiga, Marina, que tiene ni más ni menos que 86 años, y necesita una cuidadora. Lu no sabe reaccionar a la trampa, y sin tiempo a poder decir nada se ve en una casa que no es la suya, con el corazón roto, con una mujer que no conoce y a la que tendrá que bañar, acostar y demás. El panorama es como una uña.

Peeeeeeeeeeeeeeeeeeero, aquí es cuando surge la magia de este libro. Y es que Marina se descubre como una persona maravillosa, llena de vida, comprensiva, que cuida a Lu mejor que ella misma, y juntas hacen un tándem excepcional. Vamos a vivir con ellas muchos momentos de emoción, de risas, porque las salidas que tiene la anciana son buenísimas, de cercanía, de cariño, de normalización de escenas pudorosas como el baño, Marina recuperará su juventud y Lu encontrará la madre que nunca tuvo.



Además de a Marina conoceremos junto a Lu todo el círculo cercano de la anciana, el bar del barrio, una de sus amigas Rita, que tendrá mucho protagonismo en la historia, sabremos del marido de Marina, Antonio, y también conoceremos a su otra mitad, María, su hermana mayor, que está en una residencia con alzheimer, y a la que van a visitar dos o tres veces por semana. Lu la acompaña y vivirá momentos muy de tristeza, muy de alegría, y muy surrealistas, tanto con las dos hermanas, como con otros ancianos de la residencia. Es muy fácil empatizar con los protagonistas de esta novela, no tanto con Lu, por lo menos yo, pero sí con las personas mayores. Te hace plantearte qué te tocará cuando llegues a mayor, si estarás "entera" o perderás la cabeza. Y en ese supuesto, habría alguna manera de hacerte viajar en el tiempo, e intentar que durante ratitos recuerdes cosas o vuelvas con los tuyos???? Lu lo descubre y así surge otro tema en la novela, se trata de la Musicoterapia, esto es algo que está probado y se está usando cada vez más con estos enfermos. Se les ponen canciones de su época y los recuerdos aflorarán. Increíble pero cierto. Estas partes de la novela son super tiernas, te deja un pellizquito porque gracias a esas canciones, María recordará para todos nosotros parte de su juventud, momentos con sus padres y su hermana, el día de la boda de su hermana. Momentos muy importantes que podremos conocer gracias a esta terapia. También nos enteraremos de otros retazos del pasado de Marina y otros ancianos. Todo será muy conmovedor.

También es muy tierna la amistad que Lu tiene con Agathe, su mejor amiga en París, a la que echa tanto de menos que sólo por ella volvería sin dudarlo. Aquí también recupera la amistad con Sandra, una compi, y conoce a gente nueva, entre esa gente habrá alguien muy especial. En general las partes en la que Lu recuerda a Paul, le da vueltas a la cabeza y demás (como en cualquier ruptura reciente), no me han llenado tanto como todo lo relacionado a su relación con los ancianos. Esta parte destaca mucho más, se nota que Nuria ha sentido mucho más toda esa parte y se ha volcado en ella. A la hora de empatizar con los personajes, los ancianos, que son los que mejor desarrollados están en la novela, será los que nos toquen la patata, nos lleguen hondo. La gente más joven para mí han pasado a un segundo plano y Paul por ejemplo pasó sin pena ni gloria para mí, no me apetecía saber más de él, si de otra gente que llega a la vida de Lu. Es una novela en la que seguirías leyendo y leyendo y sabiendo más de las vidas de los ancianos, sus juventudes, sus historias, con las emociones a flor de piel. Todos quienes hayamos tenido a nuestros abuelos con nosotros en casa o en una residencia vamos a vivirlo todo muy de cerca. Hay situaciones que yo he vivido parecidas en las visitas a mi abuelo en la residencia, quizás por esto esta novela la voy a recordar con mucho cariño. Destacar también la generosidad de los mayores, por ejemplo Rita, acude a un parque a darle de comer a una manada de gatos, y también tiene una cobaya que será la pesadilla de Marina, a la que no le caerá bien Cloti, "La Rata". Son todos momentos muy especiales.

La autora es capaz de mezclar un momento de drama con al rato siguiente, momentos de risa, salidas de tono, que Lu se quede flipando con Marina porque no se corta un pelo, y es algo que me encanta, porque una historia que me hace sonréir a la vez que me emociona a partes iguales lo agradezco eternamente.

Si tuviera que poner un pero es el final. Me dejó con ganas de más, y es me faltó que se resolvieran conflictos que habían estado latentes toda la novela. La decisión que toma en su vida me hace querer saber más pero no sé que pasa cuando la lleva a cabo, sé algunas partes pero me quedan cabos sueltos. No sé si habrá una segunda parte de esta novela pero me encantaría para saber cómo sigue la vida de la protagonista y por supuesto de todos los que la han rodeado en estas páginas.

En definitiva, nos encontramos ante una novela amable, con personajes que nos despertarán mucho sentimiento, con una unión entre vejez y juventud que nos dará envidia, y que mezcla momentos de puro drama con momentos cómicos geniales y que no os podéis perder!!!!
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Todo empieza con Lu pasando uno de los peores momentos de su vida. Todo parece perfecto: está en París de fiesta en casa de unos amigos con su novio Paul. Pero el encanto se rompe de repente y el París de felicidad, amigos, amor y copas de vino desaparece para dejar a una Lu destrozada con los ojos llenos de lágrimas y la duda de si volver a su Barcelona natal o quedarse en París donde no deja de pensar en Paul. Opta por irse unas semanas a la ciudad condal a recuperarse y curarse sus heridas, aunque con la inmensa pena de separarse de Agathe, su amiga y alma gemela en París. Ese momento refleja a la perfección la indecisión de millones de jóvenes españoles que no sabrían elegir cuál es su casa, si dónde se criaron y está su familia o su actual ciudad donde han conseguido trabajo y han creado su propia vida. Las consecuencias de una generación de jóvenes emigrantes que tienen que salir de su país para buscarse la vida.

Nada más llegar al aeropuerto de Barcelona, se encuentra con su madre que no pierde demasiado tiempo en consolarla. le informa de que le ha conseguido un trabajo como cuidadora 24 horas de Marina, una anciana, madre de una conocida de su madre, que necesita a alguien que esté con ella, la cuide y la ayude. Aún con la rabia contenida por la encerrona, su madre la lleva directamente a casa de Marina. Pese al shock inicial de empezar a vivir de la noche a la mañana con una desconocida, Lu y Marina conectan desde el principio, adaptándose a sus respectivos ritmos, conociéndose poco a poco. Lu descubrirá el mundo de Marina: cómo su fragilidad no hace que pierda las ganas de introducir novedades en sus rutinas, de la bondad y el cariño que pone en cuidar a su hermana a la que visita tres veces a la semana en la residencia en la que vive desde que empeoró de su alzhéimer, de su vida diaria en su barrio con con Rita, Eusebio, Lydia o hasta con Cloti.

Más allá de las adorables protagonistas, la historia toca muchos temas importantes como la solidaridad, la soledad de los mayores, la dificultad para tener una vida normal para las personas con discapacidad, las difíciles relaciones familiares que surgen a veces, la necesidad de cerrar una etapa para abrir otra nueva, lo positivo que es tener un alma gemela en la que apoyarte aunque esté a cientos de kilómetros de distancia, lo desmoralizador que puede resultar una residencia de ancianos pero con paciencia, amor y humor, se consiguen grandes cosas. Y la música, cómo la música sirve para encontrarnos en cualquier momento y en cualquier circunstancia. La música como medicamento sanador para cualquier mal, para cualquier edad. Me hubiera gustado recopilar para vosotros un listado con las canciones que aparecen en el libro pero rompería parte del encanto.

Con expresiones que pienso incorporar a mi lenguaje diario como "roncar como dinosaurias" o "acurrucarse como dos nutrias marinas", me ha conquistado desde las primeras páginas, con momentos emotivos que te hacer contener las lágrimas o, al menos para los más duros, notar un nudo en la garganta. Confieso que lo acabé con una pena enorme por tener que separarme de estos personajes tan complementarios y tan entrañables.

En resumen, Quiéreme siempre es una novela llena de ternura, con personajes entrañables, llena de emoción y solidaridad. de cómo apoyarse en los demás e implicarse en sus problemas puede salvarte de tus fantasmas. de la soledad que sienten las personas mayores y cómo a veces es tan sencillo como escucharlos. de cómo la música puede servirnos para rememorar momentos que ya ni recordarmos. de cómo personas que diferentes generaciones pueden ser tan compatibles como dos amigas de instituto. de cómo salir con tus amigos a un concierto puede curarte tanto como quedarte en el sofá viendo una serie.

Una historia tierna, emotiva, entrañable, sentimental y cercana que te conquista y se hace un hueco en tu corazoncito.
Enlace: http://miviajeliterario.blog..

Maravillosa y muy emotiva; prepara pañuelo porque tan pronto te hace reír como, al cabo de dos segundos, llorar. Imposible dejarla. Te atrapa y no la puedes soltar.
Lourdes, de 34 años, nos cuenta su historia de una manera sencilla y, sobre todo, repleta de sensibilidad con frases y aprendizajes que llegan al alma.
Una voz Juvenil y enérgica que atrapa, te coge de la mano en uno de los peores momentos de su vida, y te lleva a recorrer parte de su historia desde que abandona París, ciudad donde lleva viviendo dos años, porque Paul, su novio, le ha sido infiel. “Necesitan un tiempo”. La ciudad que se convirtió en tirita, tal y como dice ella, no le hace bien, y regresa a Barcelona donde, nada más aterrizar, su madre, con la que mantiene una relación casi nula, le tiende una emboscada llevándola a casa de Marina, una anciana maravillosa a la que desde el principio vamos a querer, y le dice que se quedará allí trabajando para ella. La relación que se forja entre ellas es adorable, especialmente desde que compran “güifi” y ven series y películas juntas. Conoceremos también los años de juventud, algunos recuerdos de Marina y de su hermana María (amores, felicidad y drama, mucho drama) en la Barcelona de los años 40 en adelante. A ellas dos, Lu y Marina, a las que adoraremos, se les suman varios personajes, incluida una cobaya con jerséis, que completan una novela escrita con el corazón.
100% recomendable.

Qué difícil es hablar de él sin hacer spoiler pero trata temas como la familia, la superación que debemos hacer si o si ante una ruptura amorosa y lo más importante y que me ha tenido "atrapada" es el tema que trata tan a fondo; la soledad de la gente mayor, sus enfermedades, la demencia...sus miedos.
La novela esta narrada por su protagonista Lu pero en ocasiones retrocede al pasado para conocer también a Marina que es uno de los personajes más entrañables de esta novela. Te lo recomiendo?, siii,se lee del tirón.

Un gran libro con una historia desde la empatia y el cariño verdadero. Con una gran historia, donde sus personajes te hacen ver la vida desde un punto de vista muy diferente. Donde se tiende puentes entre dos generaciones y te hace ver la sabiduría que nos pueden aportar nuestro mayores.