Quién mueve los hilos

No se muy bien como hablaros de este libro, la novela comienza de una forma que parece fácil, pero que según vas avanzando se va convirtiendo en una historia compleja, con un embrollo de personajes que alucinas.
El primer capitulo sucede tres meses después de lo que va a ser la trama (asique casi seguro que al final del libro te toca releer este capítulo), y le sigue un segundo con una visita a una vidente por parte de una de las protagonistas, un capítulo muy raro.
Y a partir de aqui, un suicidio, que será el eje de toda la trama, pero lo que parece un simple suicido, se convertirá en una trama de prostitución, corrupción, malos tratos... al final hay tantos frentes abiertos que hace que todo sea un poco locura, y que no sabes si va a ser lograr de cerrarlo de una manera decente.
La historia esta contada casi siempre en primera persona por las dos protagonistas de la historia, Sara e Isabel. Los capítulos contados por Isabel son lineales en el tiempo desde el suicidio hasta el final de la novela, pero los capítulos de Sara se cuentan en pasado y presente, para contar toda su vida, por lo que hay que poner especial atención en la voz y en el tiempo que se cuenta.
Es una novela que va complicándose, con personajes que para mi gusto sobran porque aparecen y desaparecen sin ton ni son, y algunos bastante surrealistas. Añado que es una novela bastante dura por todos los temas que trata, y que te mantiene en tensión hasta el final.
Lo que menos me ha gustado ha sido el final, la forma de terminar la historia, creo que ha ido a lo fácil, un libro entretenido para desconectar.

Una mujer muere en su apartamento de la mejor zona de Barcelona. Da la impresión de que se ha suicidado pero a la policía algo le huele mal por lo que decide investigar. El mismo día, un avión de pasajeros se estrella en los Alpes; en la lista de pasajeros aparece el marido de dicha mujer.

Joel Sanz es el policía encargado del caso. Desde el primer momento intenta implicar en la investigación a Isabel Morgado, una compañera que se encuentra de baja. Hace un año su pareja (otro policía, el mejor amigo de Joel) fue asesinado en el curso de una investigación e Isabel no es capaz de superarlo. Acompaña a Joel en las primeras pesquisas pero se resiste a implicarse hasta que algo suscita su curiosidad y hace que empiece a investigar por su cuenta

Prácticamente toda la historia sucede en un edificio emblemático del centro de Barcelona. Un edificio que pertenecía a la familia Mendieta y que, tras la muerte de Marcos Mendieta, ha heredado su viuda, la joven Sara. Sara vive allí y tiene alquilados los apartamentos de lujo en los que su marido dividió el edificio. En uno de ellos vivían la finada Elisa y su marido Santi. En el otro, un escritor de novelas de misterio. El edificio es muy especial; al reformarlo, el señor Mendieta hizo algunas “llamémoslas mejoras” que en su momento él aprovechó mucho y que ahora aprovecha Sara, quien prácticamente no sale de allí

Es una novela de muy pocos personajes: los dos policías, Sara, los fallecidos, Fermín (el conserje) y poco más. Me ha gustado mucho el juego que desarrolla la autora con los personajes, especialmente con Sara e Isabel. La primera es una mujer rica con un oscuro pasado que iremos conociendo poco a poco. La segunda es una policía rota. La primera podría ser una asesina; la segunda debería darle caza. La relación que se establece entre ambas es increíble, me ha gustado mucho (perdonad que sea tan ambigua, es que no puedo contar más). Sí que os diré que acabaremos conociéndolas muy bien. Veremos qué pasó en el pasado de Sara. También lloraremos con Isabel la muerte de Leo de la que ella, en cierta forma, se siente responsable. El asesino nunca fue capturado pero, al mismo tiempo que Isabel investiga la muerte de Elisa, va a conseguir averiguar algunas cosas sobre aquello. El pasado de ambas mujeres funciona a la manera de tramas paralelas que hacen crecer la intriga y que, además, te ponen el corazón en un puño. Sobre todo lo que le pasó a Sara (respecto a ella se toca un tema tremendo)

La trama parece bastante sencilla al principio pero va complicándose a medida que avanza. No podía imaginarme de ninguna manera por dónde iba a llevarme y eso ha supuesto que me llevase unas cuantas sorpresas. Es un libro en absoluto predecible, que da vueltas y vueltas, que te hace dudar de todo, que lo mismo te pone de parte del asesino que te hace desear que no se aplique justicia. Según vas avanzando en la lectura vas sospechando más de todo el mundo (menos de quién deberías jajaja). Y, cuando lo terminas, tras la sorpresa final, te das cuenta de que todo está perfectamente hilado y que tú ni siquiera habías visto todas las piezas de las que se compone este gran puzle. Y, evidentemente, de que no te habías enterado de quién mueve verdaderamente los hilos de la historia.

La historia está narrada por Sara e Isabel en capítulos alternos. Cada capítulo se inicia con el nombre de una de ellas. Si uno está dedicado a Sara, el siguiente está dedicado a Isabel. Todos los capítulos son muy cortitos y alternan el presente y el pasado. Quizás los de Isabel se centran más en el presente, en la investigación pero en el caso de Sara vamos a viajar muchas veces al pasado para ver qué ha pasado en su vida. La parte del pasado de Sara comienza a finales del año 2002, momento en el que empieza a trabajar en la inmobiliaria Mendieta donde conoce a quién luego será su marido. Desde allí iremos avanzando cronológicamente para ver cómo empezó una relación con él, cómo se casaron y cómo fue su vida de casados hasta el momento en el que él murió en un accidente. La narración en primera persona por las dos protagonistas está muy bien llevada; la autora ha sido capaz de dar una voz distinta a cada una de ellas y de hacerlas cercanas al lector

El ritmo es tremendamente ágil. La alternancia de capítulos y personajes, la abundancia de diálogo, la tensión continúa y las varias sorpresas, hacen que no puedas parar de leer. Lo que se dice un thriller en toda regla. Un thriller que no tiene variaciones en el ritmo, que no pierde el interés en ningún momento y que termina dejándote con la boca abierta.


Conclusión final

Quién mueve los hilos es una historia de venganza, odio, explotación, asesinatos y luchas por el poder que os hará sospechar de todo y de todos y que nos tiene preparadas unas cuantas buenas sorpresas. Si queréis pasar un buen rato leyendo, ésta es una muy buena opción
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No eres tú, soy yo, le diría a este libro, o quizás somos los dos.

Es mi cuarto Lorena Franco y la verdad es que he ido de más a menos. Me gusta como escribe esta chica, sus libros suelen enganchar y ser muy entretenido. Me encantó Nora Roy, me entretuve con Silvia Blanch y La vida que no elegí no estuvo mal. Sabe darle giros imposibles pero que suelen ser creíbles. ¿Qué ha pasado entonces con este título? Pues que todo me ha resultado inverosímil.

Desde los personajes principales hasta la más mínima subtrama… bueno igual estoy exagerando y algunas subtramas tenían sentido, pero vamos que el grueso de la historia para mí hace aguas.

Todo comienza con la aparición de una mujer muerta en un edificio de apartamentos de lujo. Una casa con solo 3 vecinos: la mujer muerta, un escritor de novela negra de éxito y una mujer viuda dueña del edificio. Pinta bien.

Por una parte, tenemos a Sara que es la protagonista indiscutible de esta obra. Conoceremos su historia actual y también pasada. Su historia está narrada por ella misma en primera persona con capítulos que alternan su presente y su pasado. Es una historia trágica toda ella, pero llega un momento en que tanta calamidad se hace insostenible.

Por otra parte, tenemos a Isabel, una policía de baja que aun intenta superar la muerte de su compañero de trabajo y pareja sentimental. La historia de Isabel tampoco es un camino de rosas. Isabel se verá envuelta en la investigación cuando su amigo y compañero Joel le pide ayuda de forma extraoficial.

Hasta aquí todo bien. Pero es que llega un momento en que la actuación de Isabel no tiene ni pies ni cabeza, Joel otro tanto y la historia final es retorcida a más no poder.

Lo único que me ha gustado bastante es el último párrafo porque da un final a la historia sin duda inesperado.

Como decía al principio igual soy yo y no era mi momento…

Hasta ahora no había leído nada de Lorena Franco, y os puedo asegurar que la voy a seguir bien de cerca, porque no os podéis hacer una idea la manera en la que ha hecho que me atrape esta historia.

Para mí, una regla esencial de un buen thriller es que, en su desarrollo, no pare de generar intriga y que no sepas el camino que va a tomar la historia, haciendo que sospeches, en todo momento, de la veracidad de los protagonistas. Y este libro cumple con ese objetivo.

Las protagonistas de esta novela son Sara e Isabel. Sara es la dueña del edificio donde una de sus inquilinas, Elisa, aparece muerta. Isabel pondrá todo su empeño en descubrir la verdad sobre este caso. A medida que avanza la historia, todo se va complicado, aparecen dos tramas paralelas que te atrapan, e iremos conociendo el pasado, nada fácil, que ambas han vivido. Precisamente, el pasado es lo que las ha marcado, y les ha hecho adquirir un carácter de lo más inteligente y tenaz.

Obviamente, no os voy a contar nada sobre el desarrollo de la trama, porque sería un gran error por mi parte, ya que no os daría la oportunidad de disfrutar de este libro, tanto como lo he hecho yo. Solo os adelanto, que conoceréis otros personajes, muy importantes, como Marcos y Joel, que no os dejarán indiferentes.

La novela consta de 472 páginas estructuradas en 6 capítulos. El primero es como un prólogo y los cinco restantes se dividen por meses. En cada capítulo nos encontraremos dos voces, la de Sara y la de Isabel, que de manera alternativa y en varios tiempos, nos irán contando lo que les ha ido sucediendo.

La narración de la autora es excelente, situándote perfectamente en todos los escenarios y haciéndote disfrutar hasta de la última página. Con un desarrollo impecable, envuelto de odio, ambición, venganza y maquinaciones, veremos como todo lo enreda de una manera fantástica para acabar uniendo los hilos extraordinariamente.

Me ha impactado mucho el progreso de la historia tanto que, conforme iba avanzando, no podía dejar de leer, ya que necesitaba saber más sobre ambas protagonistas. Sin duda alguna es una novela que, a todo amante del thriller, recomiendo leer. No la podéis dejar pasar ya que la intriga y la adicción están aseguradas.

Me ha costado mucho terminarla, he estado dos o tres veces a punto de abandonar, pero tenía curiosidad para ver como la autora deshacía la madeja que había ido embrollando hasta límites insospechados.
Ya me pasó hace tiempo con otro libro de la autora, pero he querido darle otra oportunidad. No creo que vuelva a hacerlo.
Al principio, ya empieza raro, con un capítulo de lo que sucede tres meses después de la trama principal (y que además, se vuelve a repetir al final) y un segundo capítulo con la visita a una vidente por parte de una de las protagonistas, con unas reacciones sumamente extrañas e incoherentes.
Pero sigue con la muerte de Elisa, donde se baraja que puede ser suicidio o asesinato; y durante algunos capítulos, parece que mejora; pero después va empeorando hasta un final de lo más surrealista e increíble.
La forma de narración, casi siempre en primera persona y por las dos protagonistas: Sara, una joven y millonaria, viuda de Marco, del que heredó un imperio inmobiliario y es propietaria de la finca en la que se ha producido la muerte; e Isabel, una policía, de baja desde hace seis meses por haber estado en el tiroteo donde murió Leo, su compañero de trabajo y novio, y a la que Joel, el encargado de la investigación, le pide ayuda pese a no estar en servicio.
De la narración de Isabel, también conocemos a Joel, ascendido tras la muerte de Leo y que era el mejor amigo de Leo.
Los capítulos de Isabel, son lineales en el tiempo, desde el hallazgo de la fallecida hasta el desenlace, pese a que también rememora hechos de su vida. En cambio, los de Isabel, van adelante y atrás en el tiempo, desde su infancia, como conoció a Marco, sus años de matrimonio....
A medida que avanza la novela, todo se va embrollando con sinsentidos, con personajes que ahora aparecen y ahora desaparecen; situaciones bastantes difíciles de creer y, sobre todo, con unos protagonistas sumamente incoherentes.
En mi opinión, para olvidar.