La verdad es que me he llevado una agradable sorpresa con este 'No digas nada' de Raquel Gámez. Aquí tenemos la historia de Edit y Jan, que huyen de la gran ciudad y se van a vivir a una casa de un pequeño pueblo, donde intentarán encontrar la situación ideal de tranquilidad para concebir a su tan deseado primer hijo, convencidos con ello de que, al hacerlo, enterrarán todos sus problemas. Pero el tiempo va pasando y eso se convertirá en una quimera: la pareja no consigue formar esa familia ideal que pretenden. Las cosas empezarán a cambiar cuando reciben la noticia de que posiblemente nunca logren engendrar; los nervios y las incertezas borrarán esa vida idílica que imaginaron y pasarán a dominar su día a día. Entonces es cuando decidirán adoptar a Demian, y en contra de lo esperado, este hecho terminará por complicarlo todo. A partir de ese momento, la tensión que empieza a intuirse desde el principio de la novela, derivará en una espiral de angustia, furia y dramatismo. El suspense psicológico planea durante toda la historia y se va incrementando a medida que avanzamos en ella. Sientes la imperiosa necesidad de pasar páginas y saber. La atmósfera de ansiedad te va envolviendo poco a poco. Intuyes que la tormenta está servida y solo esperas el momento en que todo explote y salte por los aires. Me ha gustado el remate final. Muy buen trabajo de Raquel Gámez consiguiendo generar ese estado de máxima intensidad (y hasta de ansiedad) en el lector. + Leer más |