Negrasombra

Negrasombra es la continuación de la saga formada, hasta ahora, por seis libros que comenzó con Hechicero de Sebastien de Castell. Fue el año pasado cuando tuve la oportunidad de descubrir una historia prácticamente desconocida para mí en esos momentos, sin haber visto absolutamente nada de ellos por ningún sitio y sin conocer al autor. En Hechicero encontré una trama chispeante, mágica, divertida, original. Una auténtica sorpresa, un soplo de aire fresco que me encantó y con el que me lo pasé pipa. Es por eso que Negrasombra llegaba con bastante expectación, deseando ver qué es lo que nos deparaba esta segunda parte. Y, si bien ha sido un libro que he leído sin problemas, creo que no ha conseguido estar del todo a la autora de su primera parte. Narrado en todo momento en primera persona a través de los ojos de Kellen, ha sido mas un libro de transición y relleno que otra cosa. El libro comienza con un tiempo pasado entre los últimos acontecimientos de Hechicero y los primeros de Negrasombra, unos capítulos que, si bien empiezan con una escena de lucha donde a nuestro Kellen le dan una buena zurra, también son la casa de las descripciones para profundizar en un mundo que, después de dejar la aldea jan'tep atrás, se expande ante nuestros ojos. Ferius, y sobre todo su descendencia argosia, serán parte de las nuevas exploraciones que haremos, siendo un segundo libro mucho más centrado en el descubrimiento de este camino tan extraño y complejo al que Kellen querrá entrar. Sin embargo, creo que es algo que se queda muy lineal durante mucho tiempo. Creo que la primera mitad del libro ha servido para le autor para profundizar en las sendas tan características de los argosios y de las que siempre están hablando, hacer crecer al personaje de Kellen y hacer un viaje que presentará dos nuevos personajes. Es cierto que, por detrás, una subtrama se irá desarrollando, teniendo el comienzo de extraños y misteriosos casos relacionados con la negrasombra, esa enfermedad demoníaca que tantos apuros le está ocasionando a Kellen, que se intentará resolver para evitar unas muertes incomprensibles. Y, si bien es el comienzo de aquello que va a plagar la segunda mitad del libro, he sentido durante la mayor parte del tiempo que no sucedía gran cosa. Sí, el libro se lee sin complicaciones, no se estanca porque, a pesar de centrarse en un desarrollo de nuevos aspectos de esta ambientación, va de manera muy directa. Ha sido entre pasar todo muy deprisa, sin apenas tener la sensación de haber visto gran cantidad de cosas, y sentir que todo se quedaba bajo el mismo ritmo sin que nada sobresaliera. Algo que no puedo decir, afortunadamente, de esa segunda mitad que ya he mencionado.

Si la primera era conocer mejor todo eso de los argosios, hacer evolucionar al personaje de Kellen y presentarnos nuevos personajes, la segunda es pura dinamita. Esas pequeñas acciones que estaban más en relación con el tema de la negrasombra, esos momentos más misteriosos, nos guiarán hasta unos capítulos finales donde un gran giro argumental hace desvelar todo lo que se está tramando. Y es algo que va a cambiar la vida de todo el mundo, sea de donde sean, para siempre, algo escalofriante que ya nos deja esas escenas plagadas de acción por todos lados, ese Kellen, su manera de pelear con Reichis, con la poca magia que tiene, esos momentos donde vemos, una vez más, que él no es el héroe de esta historia y apenas se acerca hasta esa figura. Es donde vemos a un Kellen muy humano, con miedo pero también con una gran valentía. Es cuando las cosa se van a poder muy difíciles, cuando parece que todo está perdido y, al final, surge la esperanza de poder enfrentarte a un enemigo muy peligroso que te va a derrotar, eso dalo por seguro, pero que te hará cambiar completamente por dentro y por fuera. Es en esos momentos cuando Negrasombra pasa de ser un libro que comienza con un ritmo bastante lineal, sin apenas tener escenas o momentos a destacar, a un libro con una lectura muy ágil y entretenida, adictiva y dejándote con el punto perfecto para conseguir que andes más por los siguientes libros para saborear del todo ese caramelo que te presenta a lo lejos y que quieres morder.

Algo que me sigue encantando de esta historia es la frescura con la que el autor te la cuenta. Ese toque cómico, esa comodidad que te envuelve desde el primer momento, su originalidad. Me encanta que haya abierto más aún la ambientación de esta saga. El mundo de los argosios era bastante desconocido en el primer libro y aquí es prácticamente el gran centro de las explicaciones. Sigue siendo extraño y complicado de entender, pero creo que se las ha ingeniado bien dentro de su mente. Todo eso de los caminos, de seguir diferentes sendas, de tener cada una sus significados. de hacerte argosio a raíz de ello. Porque no todos son iguales. Algunos son más alejados, no tan cariñosos; son más centrados, aspiran más a la lucha, al conocimiento, a la verdad. Buscan la justicia, juegan con las metáforas y las ironías. El personaje de Ferius se hace más complejo a medida que avanzamos. La vamos conociendo mejor pero, aún así, se muestra con muchas incógnitas. Sin embargo, si tenemos que hablar de personajes, no puede faltar Reichis. Sin dudarlo, es de lo mejorcito que me está dando esta saga. Me río muchísimo con él, es avispado, tiene unos puntos increíble, le da vida a todo. Nunca sabes si habla en plan broma o con total seriedad. Y, lo peor, es que siempre está hablando o de robar, o de mutilar, o de arrancar gargantas. En serio, no hay personaje que me haya hecho reír más que él. Amo a este gato ardilla demasiado... pero no se lo digáis. Por si acaso. Por otro lado tenemos a Kellen, uno de esos personajes que se hacen reales. Como os he dicho hace nada y os dije en la reseña de Hechicero, es un personaje común, normal. No es el héroe. Todo es muy difícil para él, recibe más palizas de las que provoca. Es muy fácil empatizar con él, comprenderle, sentir sus pensamientos y tener su visión de ese mundo en el que vive. Me encanta que Kellen sea un personaje con muchas sombras, que tenga que crecer, que tenga que empezar a confiar en sí mismo, que no lo tenga ya todo hecho y masticado. Eso sería aburrido.

En cuanto al tema de la negrasombra, creo que también ha sido un punto a favor. Mostrándose de manera pobre al principio, la cosa va creciendo a unos niveles insospechados para convertirse, al final, en lo que va a poner en una situación peliaguda a nuestros protagonistas. Para mí, que el autor haya transformado esa enfermedad demoníaca en algo más grande ha sido un completo acierto de cara a los siguientes libros. Llama la atención, incita a seguir andando por la historia, te deja con las ganas de leer los siguientes libros para ver de qué manera va a crecer Kellen para poder resolver ese problema tan grande. Y aquí ha conseguido engancharme mucho, con ese final en el que va a pasar de todo.

Entre las cosas que no me han convencido mucho en este libro, y lo que le aleja de esa novedad que fue el primero, no está solamente esa primera mitad que da la sensación de ser un libro de relleno y de transición. Está Seneria, ese nuevo personaje que va a salir. Y es una de las cosas negativas porque no he visto el propósito del personaje salvo el de forzarla a ser un nuevo interés amoroso de Kellen. Es algo que no he comprendido. Creo que la historia de Kellen, ahora mismo, no necesita nada de eso. Creo que tiene por delante un montón de cosas mucho más importantes de las que ocuparse. Y que haya salido Seneira de la nada solo para meter con calzador una historia de romance... no me ha convencido.

En conclusión, Negrasombra ha sido una segunda parte que, si bien no ha conseguido estar a la altura del primer libro, Hechicero, sí que consigue, gracias a un final trepidante y unos personajes que han ido creciendo a lo largo del libro, dejarte con ganas de mucho más. Con el tema de la negrasombra como punto central de interés, algo que me ha mantenido interesada, Sebastien de Castell sale del paso y se embarca hacia una aventura futura que promete ser mucho más grande, más peligrosa y plagada de secretos que van a dar mucho de qué hablar.

Me ha gustado este libro casi tanto como el primero (Hechicero), ya que se ahonda un poco más en la Negrasombra y el por qué es tan peligrosa.

En este caso, la historia gira en torno a un brote de Negrasombra que hará que nuestros protagonistas investiguen su origen y el cómo pueden ayudar a los habitantes de las Tierras Fronterizas sin dejar de seguir la senda de los Argosios.

Como en la edición anterior, cuenta con ilustraciones de cartas que definen cada apartado del libro, solo que en lugar de ser las pruebas que tenían que pasar los magos, en este caso, las cartas representan las sendas argosias.

Si hay algo que caracteriza este libro, es las sensaciones de inquietud, el tener que ir con cuidado al lanzar hechizos y el meterse en líos sin querer que tiene que afrontar Kellen al ser un forajido en busca y captura.

Esto hace que el Kellen indefenso que nos encontrábamos en el primer libro, pase a ser un adolescente maduro, que utiliza cualquier idea que pueda salvarle por muy descabellada que sea. Además, me ha sorprendido que hace bastante caso a Reichis, pese a no saber cuando le está ayudando realmente, o, simplemente le está tomando el pelo.

Por otro lado, Kellen está tratando de seguir los pasos de su nueva mentora, Ferius, en la senda de los argosios. Y sí, digo tratando, porque hasta a mi me costaba entender algunas lecciones de la argosia.

En cuanto a la trama principal, no se hace esperar para presentarnos a Seneria y Rosita, dos personajes que van a estar muy presentes a lo largo de la historia, haciendo equipo con los protagonistas.

No quiero contar mucho de la trama, más allá que lo que aparece en la sinopsis, sólo comentar que cuenta con buenas dosis de acción, investigación y una pizca de romance salpicados de peleas entre los personajes que hacen que leer un par de capítulos te sepa a poco y tengas que leer alguno que otro más.

Ya para finalizar, el libro te deja con la curiosidad de a qué peligros se va a enfrentar Kellen en el futuro, dando unas pequeñas pinceladas de lo que le espera en el siguiente libro.
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