Nada que no sepas es la novela ganadora del XIV Premio Tusquetes Editores de Novela 2018. Una novela que aparentemente se centra en una intriga: ¿qué paso con mi madre hace cuarenta años?, que no deja de ser una excusa para un viaja a los recuerdos y las emociones, a una etapa que la protagonista recuerda como la más feliz de su vida, en un barrio rico de Montevideo en el que sus padres convivían con lo más rico y selecto de la intelectualidad de Montevideo. Porque Nada que no sepas no es un retrato de Uruguay, sino de un barrio y un grupo muy concreto de Uruguay. Un grupo que permanentemente estaba de fiesta de casa en casa y en el que además de barra libre para las bebidas, parecía que también lo había para el amor. Nada que ver con la pacata y cerrada sociedad franquista de la que provenían. Pero bajo tanta apariencia de libertad y dicha, estaban las dudas y las angustias de una madre que veía como su marido era el centro de todas las fiestas, las atenciones y las insinuaciones de las mujeres del grupo, deseosas de “probar” un hombre proveniente de una cultura diferente, cargado de belleza y sensualidad. Poco a poco, nuestra protagonista irá viendo en la situación que vivió su madre, grandes paralelismos con lo que está siendo su vida, de ahí que busque aún con más ahínco la verdad de lo que pasó. Nada que no sepas fue la lectura que comentamos en el Club de Lectura de la Biblioteca Municipal de Móstoles en enero del 2020. Una lectura sobre la que hubo división de opiniones, desde aquellos a los que no les gustó a otros, como es mi caso, que sí les convenció. Hablo de gustos, de sensaciones sobre el libro, porque en lo que si hubo acuerdo es en que es una novela muy bien escrita. Ahora bien, no es una novela de esas que va a atraparte por la trama, porque la intriga de qué pasó (imposible para mí no recordar aquella película de ¿Qué paso entre tu padre y mi madre?) es insuficiente para aquellos que buscan fundamentalmente una trama. Pero a mí, sinceramente, el cómo y por qué murió la madre, era algo casi anecdótico. Lo importante eran los personajes que iban apareciendo, el lenguaje que utilizaban que, hasta tal punto estaba conseguido, que había momentos en que en mi cabeza le ponía hasta voz a los personajes. Junto a eso, la recreación de un ambiente y de unos recuerdos que estaba muy claro que no podían ser otra cosa que los recuerdos, pasados y matizados por el filtro de la ficción, de la propia autora. Parte de los compañeros del club asistieron a un encuentro con la autora en la Biblioteca Municipal de Móstoles en los que ella dejó muy claro que el libro era ficción, que su padre y su madre no son los de la novela. Pero hay olores, colores, recuerdos de aquella infancia que a todas luces son los de la autora, lo cual hace que el libro sea aún más vívido, más sentido. Por eso disfruté yo tanto con esta novela que no deja de ser la recreación de una burbuja de la realidad uruguaya, en un barrio muy especial de Montevideo, con una gente muy selecta. Uruguay no era así. Pero aquel barrio sí. Todo visto por los ojos de una niña asombrada que años después nos traslada de nuevo allí a través de una novela. Enlace: https://www.elbuhoentrelibro.. + Leer más |