Mundo Umbrío I: Las dos muertes

Me viene a la cabeza las primeras sensaciones que tuve al enfrentarme a esta novela y, por tanto, a la triolgía de Mundo Umbrío que tanto tiempo me costó conseguir en físico. No es un libro sencillo de encontrar, al menos en España, y todas las referencias que venía del otro lado del Atlantico sugerían que estaba en frente de una historia compacta, especial, compleja y llena de emoción. Pero tras el primero de los capítulos se me vino el mundo encima al comprobar que me encontraba ante una novela de marcado corte juvenil en el que un tono desenfrenado lleno de referencias cómicas abundaban por sus párrafos. No sabía dónde meterme al ver las más de quinientas páginas que tenía aún por delante. Aún así continúe como si fuera una apuesta a ciegas, confiando en que lo que quedaba por delante iba a estar a la altura de mis expectativas.
¿Y vaya que si lo estaba!
Vamos por partes. Esta historia es de carácter juvenil. Sí. La trama no se vuelve muy rebuscada y va directo al grano. Pero, tras el momento inicial de desconcierto, el autor pone todas las cartas sobre la mesa y comienza a presentar un universo compacto en el que te invita a perderte. El mundo Umbrío se encuentra lleno de capas, de personajes, de historias ocultas pendientes de salir a la luz, de criaturas, leyes, reflexiones, dramas, profecías, planes malvados, secretos por desvelar, ambigüedades y toda una colección de sorpresas que se te irán acumulando a cada capítulo, incapaz de asumir en un principio. El hecho de entrar en esta trilogía sin tener mayor idea de lo que me iba a encontrar provoca que no dejes de disfrutar capítulo a capítulo de lo que propone Sandoval en esta y las demás novelas.
No soy de las personas que cuentan la trama y lo mejor sería que cuando leas lo que aparece en Mundo Umbrío lo hagas como yo, sin saber nada de lo que encontrarás en sus páginas. Pero tienes que saber que el universo que plantea se encuentra perfectamente estructurado, está lleno de reglas y, conforme vas leyendo mas y más capítulos disfrutas de lo compacto que es ese universo. Con sus jerarquías, su pasado, las fantásticas bases sobre el que se sustenta...todo eso cargado de un espectacular humor que hará las delicias de los amantes del género vampírico, que se verá recompensado a cada página en la que avance.
Pero no solo de humor vive la historia. Porque los momentos de terror que se presentan funcionan. Y funcionan muy bien. Cuando consigues identificarte con la protagonista, que como tú se encuentra en un mundo desconocido al que no sabe enfrentarse y en el que su vida está permanentemente en juego, eres presa de una inquietud y una fascinación que te acompañara a lo largo de la novela. Y claro, cuando lo pasa mal, que lo hará, tú también lo haces. El autor te va llenando de pequeñas píldoras de información a lo largo de la historia que consiguen que, cuando aparezcan ciertos momentos, estés preparado para aterrarte con los miles de personajes y situaciones a los que se va a tener que enfrentarse la buena de Lina.
Para hacerse una idea de ante lo que te enfrentas en Mundo Umbrío sólo se me ocurre compararla con otra saga fantástica de un crío que se adentra en un mundo de magia en el que le pasa de todo mientras tiene que aprender a convivir en ese universo de brujos y magia. Pero con vampiros. Aún así simplificar estas historias a solo eso no sería del todo justo y terminaría perdiendo en la comparación. Única y exclusivamente porque esta obra en mexicana y no tiene detrás de ella toda la maquinaria necesaria para que el grueso de la población mundial pueda perderse en los mundos umbríos.
Ahora solo falta que las dos continuaciones estén a la altura de lo leído. Por mi parte estoy deseando empezarlas, ya que los cimientos en los que se sustenta esta historia avanzan hacia unos derroteros que estoy deseando explorar.
Háganse un favor y comiencen esa historia. Vuelvan a sentirse Bastian, Bilbo o Harry, que estas aventuras no han hecho más que comenzar.