Mientras París dormía

¿Qué serías capaz de hacer para salvar la vida de un hijo? ¿Se lo darías a un total desconocido si no tuvieras otra alternativa?

David y Sarah son una joven pareja que acaba de tener su primer hijo. Viven escondidos en la París ocupada por los nazis (1944); saben que siendo judíos tienen muy pocas posibilidades para poder vivir en libertad en esta ciudad. Cuando su bebé (Samuel) apenas tiene unos días, los tres son obligados a coger un tren rumbo al infierno. Sarah a oído hablar de Auschwitz y conoce cuál va a ser el destino de su hijo si llega al campo de concentración, por eso toma la precipitada decisión de dárselo a uno de los hombres que trabajan en la estación para que Samuel tenga, aunque sea, una mínima oportunidad de salir con vida del Holocausto.

Charlotte y Jean-Luc huyeron de su amado París por una razón de peso que no voy a desvelar. Ninguno de los dos era judío, pero la ocupación nazi cambió para siempre sus vidas. Tras nueve años en EEUU (1953) y formar una familia, creen que ya es momento de enterrar todos los miedos del pasado, pero este se presenta de manera abrupta y arrollando todo lo que pilla a su paso.
A pesar de tener como base la Segunda Guerra Mundial, no es la típica novela sobre el Holocausto. Va mucho más allá. Nos acercará sobre todo al dolor de los sobrevivientes al ser conscientes de todo lo que la guerra les ha quitado. Un final, casi siempre, anuncia un comienzo, pero este puede ser igual de amargo y doloroso; incluso más.

Me ha encantado la pluma de la autora, ha conseguido emocionarme de principio a fin. Reconozco que he soltado más de una lagrimilla, pero como lectora siempre quiero que la lectura me deje poso y no que pase sin pena ni gloria, aunque eso suponga pasar algún mal rato.

Jean Luc es un joven francés que tiene que trabajar para los alemanes en las vías del ferrocarril que hay cerca de Drancy, un campo de concentración de personas judías. No está a favor de todo lo que está pasando pero es ignorante, igual que otros muchos, hasta que lo ve con sus ojos. Un día tiene un accidente y lo mandan al hospital. Allí conocera a Charlotte

Charlotte es una joven parisina que trabaja como voluntaria en el hospital, sabe que lo que está pasando no está bien pero no tiene conocimiento real hasta que conoce a Jean Luc.

Por otro lado tenemos a David y Sarah, una pareja que está huyendo de los nazis con su bebé recien nacido.

En la actualidad Jean Luc y Charlotte viven en Estados Unidos, todo les va bien pero la policia va en busca de Jean Luc por algo que ocurrió en el pasado.

Es una novela con un ritmo pausado ya que iremos recorriendo con los diferentes protagonistas todo lo que les sucede, eso no significa que sea aburrido, ni mucho menos, nos hace partícipes de todo lo que ocurre.

El hecho que tenga varios puntos de vista tanto en presente como en el pasado es un punto a favor ya que a través de ellos sentimos todo lo que nuestros personajes están viviendo.

No es solo una novela histórica, tiene también una parte de thriller. Además el debate moral que nos plantea es complicado... Considero que el final es acertado aunque me haya faltado saber algo más de algún personaje.

Os lo recomiendo

¡Qué libro...! Lo primero, algo importante, te remueve el alma. Te sacude y te maltrata el pensamiento ya desde las primeras páginas. Una situación tremendamente difícil para estas dos madres. Me puedo poner en el lugar de las dos y es verdaderamente trágico y doloroso. Dos madres y un solo hijo.
Además, sin olvidar que hablamos de la II Guerra Mundial que todo lo magnífica debido a su repercusión y su crueldad.
Este libro es de esos libros que se te quedan estancados en el alma y a los que de vez en cuando, inconscientemente, tu mente vuelve para sufrir de nuevo al más puro estilo masoquista lector.
Con un desarrollo tremendo, una ambientación maravillosa, una forma de narrar que enamora y un final... Un final que te rompe y te pisotea, te desata las cataratas del Niágara y aún así, lo adoras. de este libro no puedo decir más que cosas buenas y ¡es solamente el debut de la autora! ¿Qué no hará con nosotros en sus próximas novelas? Espero grandes cosas de ella. Socorro, ya he impuesto mis expectativas sobre ella y son altas.
Hay que hacer acopio de cajas de pañuelos para leer este libro también, Pilar (guiño, guiño).

Empiezo diciendo que este libro ha sido justo lo que necesitaba, un 5 estrellas sin duda y decir que la sinopsis no refleja ni la cuarta parte de lo que os podéis encontrar dentro.
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Por un lado el libro nos traslada a París en 1944 allí conocemos a Jean-Luc y Charlotte dos personajes que se conocen y se enamoran en un entorno muy complicado, cuando la Francia ocupada por los nazis dejaba a todos sus ciudadanos mudos y con miedo. Jean-Luc nunca fue ese tipo de persona.
Por otro lado conoceremos a Sarah y David, dos jóvenes judíos que huyen de los nazis con su hijo recién nacido.
Por otro lado no situamos nueve años después en California, donde la policía se llena a Jean-Luc por algo que sucedió en el pasado y que nadie quería que saliera a la luz
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Esta historia habla de muchísimos temas que no puedo comentar sin hacer spoiler, por un lado parece que estés leyendo una novela histórica y por otro lado un thriller plagado de misterios y secretos.
Si bien la trama es impactante, los personajes son lo mejor del libro. Jean-Luc y Sarah han sido mis favoritos. Aunque Sam me rompía el corazón.
Este libro tiene la historia de un niño, un niño que tenéis que conocer, me he emocionado con cada capitulo que narra y he sufrido con él.
La historia, el final y cada personaje esta bien hilado, y aunque encierra un debate moral, para mi ha sido el mejor desarrollo que podía tener.
Tenéis que leer esta historia, prometo que os sorprenderá.

Una historia que va de menos a más, para mi gusto empieza de una manera pausada pero llega un punto que coge ritmo y ya es no parar.
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Contada en dos líneas temporales, la Francia ocupada en 1944 y la otra en 1953 entre Francia y EEUU.
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En 1944 los dos protagonistas se encuentran en Francia afrontando la ocupación, Jean trabajando en la estación de tren los cuales salen para Auschwitz y Charlotte de enfermera.
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En esta primera parte es el momento en el que ambos se conocen y por varios acontecimientos Sam un recién nacido judío es entregado a Jean por sus padres para salvar su vida.
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La segunda parte coge más ritmo y se centra en Sam. Hay que tener en cuenta que no es una historia que se centre en el horror nazi, aunque siempre está como telón de fondo, sino de una historia de personajes donde Sam es el principal, de cómo lo ponen a salvo, de la reaparición de sus padres y la unificación familiar …
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Una historia que consigue que tengas muchas emociones, rabia, pena, frustración…y que se vea este historia desde otro punto de vista.
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Un epílogo contado en 1968 que es de lo mejor y aunque me ha faltado saber algo más de algún personaje, es una historia que merece la pena.