Mi hermano derecha

Mi Hermano Derecha es una novela infantil hermosa y que cuenta con un narrador bastante poco convencional pues quien nos narra la historia es una mano, si una mano como la que está escribiendo la reseña o con la que pulsas el botón de tu ratón, una mano normal y corriente. El problema de Zam (así se llama la manita) es que es la mano izquierda en un niño diestro, es decir, es una mano totalmente inútil, sin ningún talento, que no tiene una tarea relevante, solo es el apoyo de su hermano gemelo, una manita derecha llamada Daniel. Para colmo el niño al que pertenecen, Beto, es amante del béisbol y su fuerte son los lanzamientos, por eso es llamado como una de las bolas más rápidas del mundo (bueno, igual exageré un poco pero si es muy muy bueno). Zam admira a Daniel pero también siente envidia y se siente constantemente como un inútil ya que es parte del gran problema de Beto: no sabe cachar, Zam le tiene tanto miedo al fracaso y a la pelota que se paraliza y eso hace que para su niño sea imposible ser un jugador de Béisbol completo. La vida de estas dos manos va a cambiar cuando un accidente obligue a Beto a utilizar más su mano izquierda y niño y mano deberán aprender un lección de hermandad, amistad y confianza en uno mismo.

Hay varios puntos a destacar en la novela, principalmente es la hermosa forma de narrar de la autora, yo ya conocía su pluma por El Misterioso Aire Azul (click para ir a la reseña) y ya había amado su anterior historia pero jamás pensé que este libro, Mi Hermano Derecha, me llegaría tan al corazón, otro punto destacable son los personajes tan bien creados (cosa que es rara de encontrar en un libro infantil) pues tenemos, en primer lugar, a Zam (la manita izquierda) quien es inseguro, temeroso y en constante comparación con su hermano gemelo, Daniel, también tenemos al propio Daniel, la manita derecha, quién es más seguro de sí mismo pero al mismo tiempo siente cierta envidia de Zam (la razón de esto van a tener que descubrirla leyendo el libro jojojojo), luego esta Beto (el niño propietario de dichas manos) un chico alegre, que ama con todo su corazón el bésibol pero que a su tierna edad ya aprendió que el mundo lo valorará por su talento y no tanto por quién es, Beto tiene un hermano gemelo llamado Toño quién se siente opacado por la enorme sombra del talento de su hermano y a pesar de apoyarlo lo más que puede también desea brillar por si mismo y que el mundo lo reconozca como algo más que el hermano gemelo de beto. Como se habrán dado cuenta todos estos personajes conviven en una historia que poco a poco nos va mostrando distintas lecciones de vida acerca de temas como la familia, hermandad, amistad, etc. Pero hubo dos lecciones del libro que me llegarón en el momento ideal y que me pegarón muchísimo y ambas son sobre el talento, la primera es que el mundo siempre nos juzga, sin importar edad, sexo, raza, etc. Siempre tiene sus ojos en nosotros y con el mundo quiero decir la sociedad, nunca somos lo suficientemente buenos ni lo suficientemente talentosos, siempre se nos compara, a veces con un hermano, o un primo, o un amigo, o un compañero, o con quién sea, y esto genera en nosotros o un odio hacia la otra persona o una sensación de nunca ser lo suficientemente buenos, pero el entender que el mundo se compone de distintos tipos de personas, con diferentes capacidades que es lo que le da riqueza a la vida nos puede ayudar a aceptar que a pesar de nuestras limitaciones también tenemos nuestra propia riqueza que ofrecer al mundo, y eso es algo que Zam, nuestro protagonista, logra comprender, él es una mano izquierda en un mundo hecho para manos derechas pero donde muchos ven inutilidad yo veo un coraje inmenso para enfrentarse día a día a ese mundo hostil, un corazón enorme para continuar apoyando a su hermano y una capacidad para tolerar la frustración inmensa. La segunda lección de las que les hablaba es acerca del talento. Todos tenemos talentos diferentes, pero a veces ser talentoso en algo no implica que ames ese algo, si tienes facilidad para alguna actividad y además amas esa actividad entonces eres sumamente afortunado pero ¿Qué pasa cuando te centras solo en ese talento? ¿Qué pasa si la vida te lleva por otros caminos? ¿Te vas a cerrar la oportunidad de explorar nuevas actividades? Beto se enfrenta a esa situación, pues a pesar de su amor al béisbol, el se ve enfrentado al hecho de quizás tener que renunciar a su pasión, el problema es que se ha centrado tanto en lo que hace bien que jamás se ha dado la oportunidad de explorar lo que hace mal, se que suena complicado y quizás estoy siendo muy misteriosa pero es que no quiero arruinarles la novela, me encantaría que se den la oportunidad de leer una historia que les dejará una lección enorme y hermosa y que no importa si no son pequeños lectores, créanme que la van a disfrutar ;)

En resumen, Mi Hermano Derecha es una historia emotiva y hermosa que habla de temas tan diversos como la familia, la hermandad, la búsqueda de un lugar en este loco mundo y la búsqueda de nosotros mismos como personas. Llena de humor, emotividad y sentimientos y con un narrador tan extraño como entrañable, es una novela que sin importar la edad que tengas debes leer si o si. ¡Altamente recomendable!
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Cuando este libro salio escuche mil maravillas sobre este, y ¿saben una cosa? todos tenían razón

Este libro nos habla de Zam, quien es la mano izquierda de un niño diestro quien es un talento nato y es quien más destaca de los hijos de la familia.
Lo que más genial me parece de este libro es la dualidad que muestra, Zam es un reflejo de la realidad que vive Toño, y lo que sucede cuando un descuido te abre la oportunidad de ser aquello que no creías que podrías.
Es un libro que nos hace reflexionar sobre nuestro lugar en la vida, ¿es verdad que no podemos hacer más? ¿la suerte tiene algo que ver?
Este libro nos habla sobre el crecimiento personal, la importancia de creer en ti mismo y de saber reconocer a todos lo que te rodean, ya que todos somos especiales y buenos para diferentes cosas.

La única pega que le pongo al libro es al personaje femenino, y no porque sea muy inteligente, si no porque su forma de ser y personalidad, no siento que vayan acorde a una niña de 11 años.

Lo empecé a leer muy emocionada pero esa emoción se fue diluyendo. Si bien el narrador me pareció muy divertido, se fue haciendo cansada la situación para mí. Me gustó la incorporación de los personajes secundarios, especialmente Marianela: una niña que en lugar de echarse al drama como el protagonista, se pone a ver el lado práctico del asunto y lo apoya.