Mi depresión

Parece mentira cuando te das cuenta la cantidad de personas que padecen de depresión, o la han padecido, y lo poquísimo que se habla del tema. Hablar de depresión es casi como un tabú, o una vergüenza que hay que ocultar. Porque tener depresión lleva connotaciones negativas para muchos. En este breve libro, la autora nos habla sin tapujos y directa sobre su experiencia con la depresión.

En ningún momento es un manual de autoayuda, ni se ha pretendido serlo. Y así también lo dice Alonso y el lector se dará cuenta. Simplemente cuenta sus vivencias con el fin de que otra persona detecte la enfermedad, se identifique y coja tips para solucionarlo. Comienza con el día 1, el del diagnóstico y la incertidumbre. Explica lo que es la depresión y cómo se sintió en ese momento, así como la forma en que se tuvo que acostumbrar a ella. Pues es una batalla donde o te hundes o luchas con todas tus fuerzas para salir de ella.

Un capítulo importante lo ocupan los síntomas. Ojo, no los síntomas de la depresión, sino los síntomas que tuvo la autora (que son prácticamente los de la depresión, aunque yo tuve algunos diferentes). Empieza por la culpabilidad, sigue con el estado de rabia y odio, pasa por la falta de concentración, el dormir mucho o el dormir poco (en mi caso mucho), la falta de autoestima y los síntomas físicos. Estos son los que más se ven y los que afectan mucho a los demás. En ambos casos, el de la autora y el mío, coincidimos en el dolor de espalda (un dolor horrible todos los días y a todas horas durante casi dos años). Después hay otros físicos, cólicos, defensas bajas, etc. En mi caso fueron las defensas bajas (estaba resfriándome cada mes, incluso en verano en Sevilla) y me surgió la intolerancia a la lactosa.

El último capítulo está dedicado a la recta final. A cómo salió de la depresión, cómo empezó la recuperación, qué le impulso a la mejoría, qué ayudas tomó, cómo eran sus terapias con su psicóloga, etc. y porqué escribió este libro. Este es el momento más alegre, derrotar a la depresión con tus esfuerzos y con mucho tiempo, muchísimo tiempo.

El libro es muy breve, se puede leer de una sentada, y tiene un lenguaje muy cotidiano y coloquial. Prácticamente es como si Esperanza Alonso estuviera tomándose un café con nosotros en el patio de nuestra casa. Sí se nota que no es una pluma muy cuidada y con tecnicismos. No es la intención tampoco. La intención es hacer un texto directo y con el que el lector se pueda identificar y ayudar.
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