Los fantasmas de Fernando

Creo que antes de escribir la reseña de este libro, debo decir que he cometido un error muy grande con él. Me lo prestó un chico al que ayudo con las tareas, se lo habían regalado los abuelos allá en su país (México), y tanto el título como la portada me enamoraron.
El ansia por conseguir una lectura que me ha entrado por los ojos, me ha jugado una mala pasada. Vale, está escrito en castellano, pero las expresiones y muchas palabras, sobre todo las comidas, son muy diferentes y me ha ralentizado mucho tener que buscar lo que significaban.
En general está bien escrito, la trama está muy bien llevada, y estoy segura que puede ayudar a un gran número de adolescentes que no saben cómo gestionar sus sentimientos, esos que nos invaden como un tsunami en esas edades. Los personajes están muy bien perfilados y la ambientación es magnífica. Los temas adicionales me parecen muy interesantes: amistad, violencia, familia para tratar con los estudiantes en clase.
Las ilustraciones están muy trabajadas, son llamativas incluso en blanco y negro.
Una manera muy especial de acercar a los jóvenes a los libros de fantasmas, desde un protagonista que no es perfecto, como ellos, con una familia que tampoco lo es, como la suya. Lo que menos me ha gustado es que el autor me saque de la trama con esos “querido lector”, que ya he tenido el disgusto de encontrar en otros libros de otros autores, ya sé que estoy leyendo, no interrumpas, por favor.
Pero aconsejo esperar a que llegue a vuestro país para, por lo menos, que haya notaciones del traductor, ayudando así una lectura más fluida.

¿De qué trata Los Fantasmas de Fernando? Es muy difícil hablar de este libro, si digo lo más básico no lograré que se interesen pues a primera vista la historia suena muy simple y algo sosa pero si digo demasiado les haría spoilers ENORMES y les arruinaría la lectura, me voy a ir por lo más fácil y les contaré, muy brevemente, algunos aspectos esenciales de la historia pero procuraré no decir nada que pueda ser tomado como spoiler....¡Allá vamos! La historia tiene como protagonista a Fernando, un chico joven con una peculiar personalidad, nuestro joven héroe esta pasando por un mal momento en su vida, de esos que todos tenemos de vez en cuando...¿no?....¿Sólo yo? Ok, su perro (quién además era su figura paterna...no se preocupen el libro lo explica mejor que yo) acaba de morir, su novia lo dejó después de un tiempo de relación, no fue aceptado en la escuela con la que soñaba y toda su vida parece estar cuesta abajo. Decidido a volverse un nini de profesión, Fernando se encierra en su cuarto a vegetar y a contemplar su miserable existencia, al menos hasta una su Tía Queta llega para informarle que es el beneficiario de una enorme propiedad familiar valuada en un par de millones de pesos. Acompañado de su inigualable forma de ver la vida, su adorable y algo entrometida Tía Queta y su extraña Primastra Catalina, nuestro protagonista emprenderá un viaje que lo llevará a conocer un hotel abandonado llamado Los Sabinos que se encuentra en el poblado de Costaverde, una vez ahí se reencontrará con una parte muy importante de su pasado, una persona que forma parte de su presente más de lo que a Fernando le gustaría...¿Y dónde están los fantasmas? Seguramente se están preguntando eso, bueno si que hay fantasmas pero no de esos que salen y te hacen “¡Bu!”, estos son más bien fantasmas que tienen que ver con el protagonista de una forma que NO les puedo decir pero que cuando todas las piezas encajan te quedas de ¡OMG! Y eso amigos, esa sensación, no tiene precio.

Tuve la gran fortuna de que el día que adquirí este libro en la FILIJ (Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil para aquellos que no se han enterado) Jaime estaba firmando y presentando otro libro (Mexicoland) así que pude lograr que me lo firmara y me comentó, en su momento no comprendí bien el trasfondo, que iba a llorar mucho con este libro y que mucha gente le había dicho que no quería leerlo por que no leen terror, ahí me hablo más del tipo de fantasmas que aparecen en este libro y, vamos a quitarnos esto de en medio, es totalmente real que Los Fantasmas de Fernando NO es una novela de terror, es más bien una novela juvenil direccionada hacía el drama pero no puedo negar que tiene tintes de misterio y ciertas atmósferas tétricas que son muy características de la pluma del autor, ahora bien, no voy a negar la fuerte carga emocional de este libro y Jaime tuvo TODA la razón del mundo al decir que me haría llorar pero es que este libro, este final, ese cúmulo de situaciones, momentos, recuerdos y acontecimientos me hicieron un pequeño rollito de canela que explotó en llanto, pero de ese llanto que sientes como te resuena en el pecho, así me sentía. ¿Por qué es tan emotiva la historia de este libro? Vaya momento amigos...vaya momento, en que me debato en darle spoilers y soltarme a hablar del libro como si no hubiera un mañana y en que me quiero detener para no arruinarle a nadie la lectura....¡Argh!

Los Fantasmas de Fernando es una novela que a primera vista se ve sosa, infantil de hecho, que no parece aportarnos mucho pero es del gran Jaime Alfonso Sandoval y eso ya es sinónimo de calidad, conforme más nos adentramos en sus páginas vamos a ir descubriendo una historia preciosa, una historia de familia, pero no de esas familias perfectas que vemos en los libros, si no de familias más reales, de fantasmas del pasado y fantasmas del presente, de decisiones, de legados, es una historia preciosa que se conjuga el misterio con una fuerte dosis de emociones y sentimientos. Algo que debo agradecer a Jaime es darle voz a un personaje masculino tan bien trazado; Fernando es un chico lleno de dudas e inseguridades, convencido de que la mala suerte lo persigue y con ciertos eventos de su pasado que lo marcaron de por vida, es un personaje interesante de leer y de explorar, a pesar de sus múltiples defectos es sumamente tierno, tiene un aire de inocencia y de ingenuidad que te llegan al corazón, sin embargo mi personajes favorito es su padre. Estoy hablando del papá de Fernando, por si alguien se confunde XD, no quiero decir mucho de él pues es presentado ya más entrada la novela, diré que es un hombre que abandonó a su familia, con ciertos problemas de carácter, esto se suma para que pensemos que es el “malo” de la historia pero no es así (o si, no sé desde que enfoque lo vean ustedes), este personaje tiene un trasfondo genial, bien trazado y conforme avanza la historia logras conectar de una forma increíble con él, Jaime logra que un personaje que hoy en día debería ser odiado (por sus problemas de carácter, ser un hombre abandona hogares y básicamente ser hombre) pase a ser...no amado pero si querido, es un personaje ambivalente que te causa repelús pero que te hace un nudo en la garganta...hay una escena en particular donde Fernando y su papá están viendo las estrellas y tienen un momento perfecto, ese momento esta muy ligado con una de las escenas del final del libro y cuando llega ese momento es...es...es que no hay palabras para describir la montaña de emociones que te vienen encima y es cuando te das cuenta que nadie es perfecto, que todos nos equivocamos pero que todos tenemos derecho a la redención.

Los Fantasmas de Fernando no es una de las mejores novelas que leí durante el año, es una de las mejores novelas que he leído en mis 25 años como lectora, es una novela hermosa, con personajes fantásticos, momentos desgarradores y situaciones que los conmoverán, sin dejar de lado los toques de humor negro, misterio y ese “algo” tan mexicano de Jaime Alfonso Sandoval, esta historia es algo que todos deberíamos leer en algún momento de nuestra vida. Conmovedora, interesante, divertida, misteriosa y ¡Altamente recomendable!
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Amigos, solo les puedo decir que este gran libro va para el mejor que he leído en el año! Se los juro es una historia realmente increíble! Llena de risas y también tristezas, pero sobre todo creo que cualquiera que lo llegue a leer se sentirá identificado con algo de lo que Alfonso plasma en esta obra.

Alfonso es un gran escritor Mexicano que tengo el gusto de conocer, y es una persona realmente maravillosa y sencilla y como lo ven, tiene una gran creatividad al hacer sus cuentos, más que nada infantiles y juveniles, pero al ser leídos por una persona mayor también puede despertar en el ese gran impacto que causa al igual en los infantes.

Todas las personas que conocía y que habían leído este libro, hablaban maravillas de él, todos me decían que iba a llorar como nunca haha y que creen? Pos que se me escurren las lagrimas, no se si fue por situaciones que ando pasando y todavía un empujón del libro, abrí el grifo de mis ojos y lloré como hace mucho no hacía, se que aunque no haya algo que ande mal en nuestras vidas este libro destapara situaciones que llegaron a pasar o que pasaremos, es además una guía para saber lo que no se debe o debe hacer en un futuro.

En esta historia Fernando es visitado por su tía, la cual le informa que su padre está muy malo, a puto de Morir, pero este le ha heredado un hotel, cuando Fernando se va con su tía para la firma, tienen que hospedarse unos días en el hotel por problemas con la firma, ya que se necesitaba que su padre muriera para hacer valió el testamento. Estado en el hotel descubre cosas muy extrañas, además que recuerda muchos hechos que vivió con su papá en su infancia, estos pueden que lo unan más a él o que lo separe, pero Fernando tiene un choque de emociones las cuales hacen que al final tome una decisión final.

Les diré que pongan muchísima atención en la relación que llevan Fernando con su padre, es una relación hermosa, pero como todo en la vida, no todo es color de rosa, todos tenemos que caer para levantarnos más fuertes, son lecciones de la vida y nadie, léanme bien, nadie se salva de tener estas lecciones, pueden que no sean muy fuertes o puede que sean horribles, pero todo lo que uno vive, sea bueno o malo, tiene que aprender y mejorar.

Un libro que a mi parecer todos alguna ves en la vida deben de leer, muchos de nosotros después de leerlo tenernos que valorar muchísimas cosas que puede que no lo hagamos siempre, vida solo hay una, así qué hay que disfrutarla al máximo y hacer lo que amamos, no lo que otros aman o desearían que nosotros hicieran.

Vinimos a ser felices nosotros, no a hacer felices a los demás.

Desde siempre, al menos que yo recuerde, me gustaba leer historias de terror. Adecuadas a mi edad, claro. Recuerdo lo que podía disfrutar viendo Scooby-Doo, leyendo libros de El pequeño vampiro o todas aquellas historias de los Cinco en las que había algo misterioso por descubrir y que reflejaban vidas e historias emocionantes que a uno le encantaría disfrutar desde la calma de tu habitación.
Jaime Alfonso Sandoval escribe todo ese tipo de historias. Sus novelas siempre prometen un ambiente fantasmal o siniestro en el que los espectros, los seres de la noche y criaturas de todo tipo se mezclan con nuestra realidad mostrándonos tramas con un cierto toque sobrenatural que hacen las delicias de lectores juveniles buscadores de ese tipo de mundos. Desde sociedades vampíricas a casas encantadas o, como en este caso, la presencia de ciertos fantasmas que se cruzarán en el camino de nuestro joven Fernando.
Pero algo tiene este escritor que consigue que sus novelas de terror sean simples medios para contar otro tipo de cosas. Empiezas leyendo una trama en la que los misterios te mantienen distraído y con las defensas bajas para luego deslizarte por un tobogán de emociones ante la que no te habías preparado. Y eso que ya habías leído alguna que otras novelas suyas. Las historias de Jaime Alfonso suelen esconder siempre unos horrores que van mucho más allá de las meras manifestaciones fantasmales que están ahí esperándote en la oscuridad.
Así, Los fantasmas de Fernando van apareciendo ante ti a través de los recuerdos de nuestro joven protagonista que, hablando a la cara del lector, nos va descubriendo a pinceladas sus, como dice él, sus tres meses de suerte fatal. de sus relaciones personales, las suyas y las de los que les rodean, del por qué no quiere ir a despedirse de su padre moribundo y, en definitiva, de todas las razones que le han llevado a aislarse en su habitación. Y a lo largo de ese recorrido te invitará a un viaje en el que aparecerán todos esos fantasmas que promete el libro, a los que Fernando tendrá que enfrentarse para dar un paso más en una vida que le desborda.
No se dejen engañar por la aparente trivialidad de esta novela. El viaje de Fernando y el del lector es toda una catarsis emocional, de arrepentimiento, de perdón y de aceptación de uno mismo, de ser consciente de que la vida no siempre es como habíamos soñado y de que, en definitiva, nuestros fantasmas nos acompañan mientras no les quitemos las cadenas. Y ese tipo de historias a mi, me emocionan.

Hay libros que llegan a nuestras vidas en el momento preciso, como si con sus letras quisieran conversarnos un poco sobre el camino recorrido; como si hubiesen estado esperando para salir a la luz y darnos pellizcos en el rostro.

El libro de Jaime Alfonso Sandoval, Los fantasmas de Fernando, ha cumplido con el papel que acabo de mencionar. Llega en un momento trascendental, me hace considerar mis propios fantasmas; ser consciente de ellos, reconocerlos, padecerlos, sufrirlos y aceptarlos.

— “¿Y de qué va la historia?” Diría mi sobrino. Para responderle a Santiago y a quien lea esta descripción, me permito informarles que el libro trata de un adolescente llamado Fernando que atraviesa un momento caótico en su vida. de hecho, esa es su presentación, en solo tres meses: ha muerto su perro Domingo, lo dejó su novia Bere y se lesionó uno de sus brazos; impidiéndole ingresar a la escuela de música —propósito para el que, entre otras cosas, se preparó durante casi un año—. Hasta aquí todo normal en la vida de un muchacho de quince años, y podríamos decir que a esa edad se arma escándalo por todo, pero un día aparece una tía olvidada para informarle que va a ser heredero de un gran hotel y que, por ende, será millonario. ¿Del llanto a la dicha?

Para beneficio del relato, resulta que Domingo no es un perro con una historia cualesquiera, Bere no lo dejó por cualquier bobería, su brazo no se rompió por una caída en bicicleta, el hotel que hereda en Los Sabinos no es tan fantástico, porque de eso solo las primeras seis letras y un complemento sufijado negativo: f-a-n-t-a-s-mal.

En esta historia, por tanto, estos seres abstractos serán tan solo un pretexto para que Fernando recuerde a su padre y nos cuente paralela y majestuosamente su pasado y su presente, pero también nos sirve a nosotros los lectores para descubrir los monstruos arraigados en nuestras memorias, aberraciones que muy probablemente creíamos olvidadas.

— “Tío, ¿qué es un adolescente?” Ya lo sabrás, querido Santi, justo cuando también comprendas el significado de caótico.