Los Lara: Aproximación a una familia y a su tiempo

Los Lara. Aproximación a una familia y a su tiempo de José Martí Gómez es un libro, dividido en 12 capítulos, en el que se aborda de manera benevolente la trayectoria vital y empresarial de la saga de los Lara mediante la acumulación de recuerdos, testimonios y anécdotas con forma de retrato, aunque en ocasiones caiga en la pirueta banal y en la literatura de fogueo. La derrota en el juicio sobre los derechos de autor de Pío Baroja, la concesión del Planeta a Cela en el momento de menos ventas del autor gallego (elude la polémica por el plagio), la relevancia del bridge en la creación de un círculo cercano y de confianza, el fracaso con revistas como Opinión y Nuevo Por Favor, la polémica del libro de Gregorio Morán El cura y los mandarines son algunos de los momentos de los Lara explicados, al tiempo que se repasa el anecdotario de numerosos ganadores del Planeta, como Juan Marsé, Vargas Llosa, Antonio Gala y otros hoy olvidados por los lectores. de igual modo, se destaca el fracaso en dos ocasiones de Álvaro Pombo antes de ganar a la tercera intentona el Planeta (con la primera de esas novelas, titulada El héroe de las mansardas de Mansard, ganó el cotizado Herralde).
No obstante, el lector echa de menos más aproximación a los Lara que no sea conocida o que no haya aportado ya en sus memorias Rafael Borrás, el hombre del maletín que trabajó para Planeta durante lustros, y es que Martí Gómez se desvía del interés del lector cuando se explaya con el epistolario entre Carmen Laforet y Sénder, con el discurso del presidente regional catalán, con la crisis española de 2008, con la conferencia de Jaume Vicens i Vives, con la historia del Club Comodín, con los documentos del Cercle d'Economia y con la búsqueda de influencia política en Madrid del impaciente José Manuel Lara Bosch.
Lara padre
José Manuel Lara Hernández nace en un pueblo andaluz en la Nochevieja de 1914 y fallece en 2003. Instalado en Madrid, hace las veces de carpintero, bailarín en la compañía de Celia Gámez, trabaja en Pirelli y monta la Academia Lara con su mujer María Teresa Bosch, que imparte las clases de literatura, porque el patriarca de los Lara da las de matemáticas. Tras cerrar la academia, compra la Editorial Tartessos por 100.000 pesetas, inversión que recupera rápidamente tras saldar los libros. La depreciación del precio del papel le obliga a cerrarla. Su inicio con Planeta es rocambolesco, puesto que el primer libro publicado es la novela de Frank Yerby titulada Débil es la carne, un fracaso en ventas hasta entonces (en Argentina la publica con ese título la editorial Helios). Lara la titula Mientras la ciudad duerme y consigue vender miles de ejemplares. En 1952 nace el Premio Planeta, el galardón de las plicas transparentes, hoy aún uno de los más codiciados por los escritores. Depresivo y con un pronto autoritario según Martí Gómez, Lara afirma sin complejos que “a mí me gusta trabajar en el sentido de pensar. Hay muchos editores que creen que trabajar es corregir las galeradas y leer libros. Eso no es verdad. Las galeradas hay 20.000 señores que las corrigen mejor que yo y para leer tenemos un gran equipo. El editor está para pensar qué va a editar y cómo lo va a enfocar.”
Su hijo, José Manuel Lara Bosch (1946-2015), es definido por el autor como “comprensivo y mandón, sabía escuchar si se le hacía reflexionar, aunque es un hecho que le costaba” y es retratado como un tanto torpe con las nuevas tecnologías, fumador empedernido y de personalidad arrolladora y diferente a su hermano Fernando (1957-1995), más tímido, más reflexivo y menos vehemente. Si Fernando era para el autor “conservador, introvertido, buen gestor” hasta el punto de ser “una mente analítica ideal para los negocios tradicionales consolidados en el día a día”, su hermano José Manuel era “emprendedor y extrovertido, con ideas audaces que le hacían un empresario más idóneo para emprender nuevos negocios, como fue el mercado latinoamericano o los coleccionables, que para llevar una gestión diaria”, aunque gestionó la editorial desde 1995 hasta 2015.
Los competidores de Planeta también tienen unas páginas en este volumen: Plaza & Janés, la principal editorial rival, en la que Carlos Plaza cede el peso literario a Mario Lacruz (descubridor de Isabel Allende) excepto en el caso de Vázquez Figueroa, un empecinamiento de Plaza a pesar de los nueve informes en contra del autor canario; Anagrama, que nunca cede al intento de compra con Herralde dentro; y RBA, que sale muy mal parada por una traición no desvelada, aunque explicada en las memorias inéditas de José Manuel Lara Bosch.
Los Lara son hoy una saga en repliegue empresarial, la editorial se halla en una sede alquilada, se vendió la editorial francesa Editis, se desmanteló la sociedad de inversiones Hemisferio y la parte accionarial de Lara está dividida en varias partes familiares. No obstante, Planeta mantiene numerosas editoriales, medios de comunicación, una escuela de negocios, un centro universitario de titulaciones online y una distribuidora cinematográfica agrupados en Planeta Corporación. Hoy en día sigue inundando de libros el mercado editorial español con el objetivo de imponer un alto nivel de rotación de novedades en las librerías, que invisibilicen los libros de las editoriales más modestas, y de encontrar ese best-seller, que le ayude a cuadrar números en el balance económico anual. ¿Quizá lo consigan con La cara norte del corazón de Dolores Redondo? Solo el lector lo sabe.