Las chicas robadas

Antes de hablar sobre el libro en si, quiero comentar que este es el segundo tomo de una serie. Opté a este libro porque leí que se podían leer de forma independiente, pero discrepo un poco. Tengo entendido que en cada libro se produce un caso y se finaliza en el mismo, eso está genial. Pero por otra parte la protagonista siempre es la misma y sigue una linea, es decir, por ejemplo yo el primero no lo leí y hablan de cosas que pasaron y no lo entendí muy bien. Pienso que es mejor que se lean en orden, porque la historia de la inspectora es igual de importante que la de resolver el caso. Solo es un consejo.


Ahora centrándonos en el género, como dije anteriormente se trata de un thriller policíaco, lleno de suspense, intriga y con una linea argumental muy buena. Es una obra que esta subdividida en días, cada día representa un día más sin que se haya resuelto el caso, cosa que me ha encantado. Además a pesar de ser extenso, los días están muy bien remarcados y todos los datos que se nos dan a través de las diferentes perspectivas hacen que puedas crear un puzzle completo de la trama.

A pesar de ser una trama que está narrada desde varios puntos de vistas y con varios saltos en el tiempo, todo está muy bien narrado, en ningún momento llegas a marearte o a perderte con tanto dato. Creo que la autora ha sabido crear un rompecabezas muy pero que muy bueno. Todos lo que se nos presenta juega un papel importante en la historia y no podemos dejar escapar ni el más mínimo detalle.


La pluma de la autora me ha encantado, es muy fresca y ligera. Me ha sorprendido gratamente porque este tipo de libros suele resultar pesados o quizás un poco liosos, pero en este caso ha sido todo lo contrario. La autora sabe lo que quiere plasmar y quiere que todo tenga un significado al final de la trama. Es un libro que tiene casi quinientas páginas y te lo puedes leer de una sentada, porque de verdad se pasa volando, su forma de escribir engancha y en cada capítulo o perspectiva te deja con ganas de saber más y más.


En cuanto a la trama, me considero amante de los misterios desde pequeña y este me ha gustado muchísimo. Es una trama que engancha desde la primera página y que te deja con los pelos de punta con sus saltos de tiempo al pasado. He sabido captar todos los detalles que va dejando sueltos y tengo que reconocer que más o menos me esperaba quien o quienes iban a ser los culpables, pero en cierto modo tampoco era tan esperado por lo que con esto se ha llevado puntos extras.

Es una historia que cuenta mucho en poco tiempo, intenta transmitir mensajes muy duros y realistas, mostrándonos una realidad que está ahí pero que normalmente no vemos. Creo que lo que más me ha gustado de la trama y lo que ha hecho que me crea a los personajes ha sido su humanidad. Es decir, son personajes realistas con sus muchos fallos y defectos. Nada está idealizado y es por eso que te crees lo que estás leyendo porque pasan y viven situaciones que pueden ser cercanas para el lector o en si para la sociedad.


Respecto a los personajes tengo que admitir que a pesar de salir muchos personajes secundarios, todos juegan un papel importante en la trama. Todos son piezas claves para completar el rompecabezas y eso es algo que aplaudo, porque normalmente hay muchas figuras pero que solo sirven para distraer. La historia además se nos muestra desde varios puntos de vista, dejándonos conocer la trama en su totalidad. Aunque es cierto que hay varios personajes que se podrían añadir a la categoría de personajes principales, solo hablaré de la inspectora Parker.

Nuestra protagonista principal es Lottie Parker, una mujer que ama su trabajo, trabajadora y valiente, pero con grandes problemas tanto con ella misma como con su familia. Parker tiene serios problemas con sucesos del pasado y muchas puertas abiertas y a su vez su familia está pasando por uno de los peores momentos y no es capaz como madre de ayudarles. Ella lo intenta y en el fondo es consciente de que no están en una buena situación pero intenta relegar esas conversaciones para otro momento.
Es por este tipo de situaciones que acabas creyéndote a dicho personaje, porque sabes por lo que está pasando, te crees todo lo que te muestra porque son cosas por la que puede pasar cualquiera. Además es consciente de sus defectos y virtudes, por lo que en ningún momento intenta eludir su responsabilidad en las situaciones que la rodean.


En conclusión es un libro que he disfrutado muchísimo que me ha gustado de principio a fin y que creo que tiene muy buen futuro. Creo que como thriller lo ha clavado, porque tiene de todo y además que haya una figura centrar como la inspectora Parker pues se agradece porque así la serie siempre tendrá su imagen como linea argumental. Sin duda un libro que recomiendo tanto para los amantes de thrillers como los que quieran iniciarse en este tipo de lecturas.

La inspectora de la policía Lottie Parker ha de investigar un asesinato. Un obrero, al excavar en un terreno, ha encontrado el cadáver de una chica joven. No se sabe quién es, nadie ha denunciado la desaparición de una mujer de similares características y el cadáver no lleva ningún signo de identificación. Si ya es difícil intentar averiguar quién es el responsable de un asesinato, las cosas se complican cuando ni siquiera se sabe quién es la víctima.

Pero no va a ser ese el único frente abierto para Lottie. Justo ese día, antes de dirigirse al trabajo, una mujer llama a su puerta. Es extranjera y va acompañada de su hijo, casi un bebé. No se expresa bien pero a Lottie le parece que le está pidiendo ayuda para encontrar a una amiga suya. ¿Quién es esa mujer y qué le ha podido pasar a su amiga? Lottie se centrará en la investigación policial pero lo que le dijo esa mujer queda en su cabeza e intentará averiguar algo al respecto.

Lo primero, hay que decir que ésta es la segunda entrega de una serie que comenzó con “Los niños desaparecidos”. Yo no lo sabía cuando empecé a leerla pero pronto queda claro porque la autora no para de referirse a los hechos de la anterior novela. Y es que la vida personal de la protagonista, la inspectora Lottie Parker, dio un giro de 180 grados debido a lo que allí ocurrió. Algo que afectó a su marido y a sus hijos, de lo que aún no se han recuperado del todo.

Si bien el caso policial empieza y termina en esta novela, las ramificaciones personales son muy importantes por lo que considero casi imprescindible leerlas en orden. Es cierto que no os vais a perder si, como yo, leéis ésta sin haber leído la primera pero hay cosas que no entenderemos en su justa medida. Es una de esas novelas en las que la parte personal del investigador es casi tan importante como la investigación y, por ello, para saber quién es realmente Lottie Parker, hay que saber qué les pasó en “Los niños desaparecidos".

“Las chicas robadas” es una buena novela policial. Con una trama bien armada y bien contada, una lectura ágil y mucho de denuncia social, es un libro que se lee solo, que nos ofrece unas cuantas sorpresas y nos da algo en qué pensar.

La trama principal es la que ocurre en la actualidad y se centra en la investigación criminal (y, subsidiariamente, en torno a lo relacionado con la mujer y su hijo que piden ayuda a Lottie). Pero hay una subtrama que ocurre en 1999 en Kosovo. Ocupa pocas páginas, escritas en cursiva, fácilmente diferenciables; esa trama es durísima. Desde el primer momento resulta claro que está relacionada con lo que ocurre en la actualidad pues, en torno a los crímenes, hay varios extranjeros procedentes de la Europa del Este, es inevitable pensar que alguno de ellos estuvo en Kosovo o, de alguna manera, está relacionado con los hechos que nos narra la línea temporal del pasado. Lo difícil es averiguar en qué consiste esa relación; para ello, tendremos que leer e ir descubriendo las sorpresas que la novela nos depara.

En cuanto a la parte del presente, la trama se divide en “días”: desde el 8 de mayo de 2015 hasta el 19 de mayo más un epílogo que transcurre el día 31 del mismo mes. La investigación criminal se narra en tiempo real, día a día. Cada “día” está subdividido en capítulos, con un total de 86. Es, tanto en la trama del pasado como en la del presente, un narrador omnisciente quien nos va contando los entresijos de la acción. Lo hará fijándose particularmente en sus protagonistas: un niño que en Kosovo asiste al exterminio de su familia en la rama del pasado y Lottie Parker en la trama del presente. Con un estilo ágil y bastante diálogo, un ritmo que no decae, la novela resulta adictiva y sus 500 páginas se leen en pocos días.


Conclusión final

Me ha gustado “Las chicas robadas”. Me ha faltado haber leído previamente “Los niños desaparecidos” para disfrutar aún más de esta secuela pero, bueno, a veces las cosas vienen así. En todo caso, aún ya sabiendo cosas que pasaron en la entrega anterior, no dudo que en algún momento la leeré.
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Ha estado muy bien.
Es una historia policíaca que te mantiene en vilo hasta el final, aunque es el segundo libro de la serie, yo lo he leído sin problema, te explica más o menos algo del anterior en el que sus hijos se vieron implicados.
Tenemos muchos protagonistas, muchas escenas del crimen o escenarios y muchos sospechosos. Aunque hasta ultima hora no se descubre quien es el culpable, yo lo adivine y también algunas de las conexiones entre los personajes, sin embargo hay otras que no me vi venir y eso me ha gustado.
Es demasiado cruda y explicita en ciertos momentos, me ponía mala imaginando algunas de las descripciones. También es todo como muy caótico, vemos como pasan por alto cosas y detalles, a mi me ponía nerviosa, da la sensación de que pasa más tiempo del real, ya que todo transcurre en 8 días. Toca temas muy de actualidad y conflictivos como el trafico de personas y de órganos, los refugiados y a explotación sexual infantil.
Los personajes principales son como muy reales, personas con sus defectos, Lottie como madre no ve lo que tiene en casa y en su trabajo también comete errores y olvida cosas, sus compañeros de trabajo también tienen problemas y no siempre actúan de la mejor manera.
El final creo que se resuelve muy apresurado, me habría gustado saber más de Mimoza y Andri y de las otras chicas.
Cuando pueda me gustaría leer el primero y los demás libros, ver como evolucionan los personajes, la familia y la relación con Boyl.
Lo recomiendo.

Segundo libro de la serie de Lottie Parker, inspectora de policía de una ciudad ficticia del centro de Irlanda. Ante todo, avisar a quién lea este libro sin haber leído el primero, que contiene grandes spoilers del anterior “Los niños desaparecidos”, referidos a la protagonista y su vida personal.
Me ha gustado mucho, ya que conjunta una trama muy intrigante y bien desarrollada con una protagonista muy potente, que intenta conciliar la vida laboral y la familiar, al tiempo que tiene que conseguir superar todos los traumas que arrastra, tanto ella como el resto de su familia.
La narración, siempre en tercera persona por parte de un narrador, alterna el momento actual con acontecimientos de la guerra de los Balcanes, en Kosovo, a partir de 1999. Estos últimos hechos, que se van desarrollando a lo largo de varios años, nos van dando pistas sobre la investigación actual: el descubrimiento, por parte de un obrero, de una serie de cuerpos de mujeres jóvenes, inidentificadas y asesinadas. Lottie y su equipo son los encargados del caso.
Como he dicho, Lottie es una protagonista muy trabajada, muy elaborada, a la que conocemos en profundidad, ya que lleva el peso de la historia y alrededor de la cual giran el resto de personajes.
Los personajes secundarios los tenemos en dos grupos: el equipo de policías y la familia de Lottie, todos ellos descritos de una forma adecuada al papel que juegan en el libro.
Tiene un trasfondo social, polémico actualmente, como es el papel que juegan en la sociedad los refugiados, de cualquier etnia, religión o país. A lo largo del libro, se reflejan varias circunstancias de como se intenta resolver este problema, sin olvidar aquellos que se aprovechan de muchas formas de la indefensión de estas personas en una sociedad de la que no conocen sus normas o sus derechos; y que además las rechaza.
Muy recomendable, aunque tiene momentos bastante duros.

Esta es una novela con una trama muy dura, trata diferentes temas como la precaria situación de los inmigrantes, la autolesión, los abusos hacia mujeres y niños y el tráfico de órganos son algunos.

Me ha gustado más esta novela que su predecesora, me ha parecido más intrigante y que mantiene un ritmo más constante. Aunque he ido averiguando algunas cosas antes que los protagonistas, no le ha restado interés a la novela. Tiene un buen final y algunas cosillas que no he intuido.

Seguiré de cerca a esta autora, a la espera de que saque su próxima novela.