Las Olimpiadas del Sufrimiento

Hacía mucho tiempo que no leía un cómic pues el 99 % de mis lecturas desde hace unos años son novelas. Tenía muchas ganas pero a la vez también «miedo» por decirlo así porque hace años sí disfrutaba de los cómics y no estaba segura de que ahora fuese a ser así. También por la temática de este en concreto: la historia de una depresión.

Las Olimpiadas del Sufrimiento fue ganador del premio Ciutat de Palma y, en mi opinión después de leerlo, es un premio más que merecido. El protagonista de esta historia es Gonzalo, el dibujante del cómic.
Efectivamente Gonzalo ha plasmado en imágenes su propia depresión. El guion ha sido cosa de Enric Pujadas, que ha dotado a la narración de dramatismo y humor a la vez de relatar la más fiel realidad de esta enfermedad.

Con saltos temporales medidos con la cronología a.G. y d.G. (antes del gato y después del gato), conocemos cada íntimo detalle de la depresión de Gonzalo desde los hechos del pasado que pudieron dar pie a su aparición desde una edad temprana hasta el impacto de la enfermedad en sus relaciones y en su trabajo.

Me parece un trabajo digno de admirar porque no es un tema fácil de tratar. Hay varios momentos que hacen reflexionar sobre la importancia de pedir pero sobre todo aceptar ayuda, ya que como bien dicen los autores en la sinopsis, en estas olimpiadas no es necesario alcanzar el oro.

Os recomiendo mucho su lectura, no dejéis de darle una oportunidad.

Muchas gracias a Babelio y a Dolmen Editorial. ღ

Si hay una palabra que puede definir a este cómic esa es: original. En él se cuenta la historia del propio ilustrador, un joven que ha vivido durante años sumido, incluso sin saberlo, en la depresión. Pero no se trata solo de una historia sobre la enfermedad mental, sino que ahonda en asuntos como la búsqueda de la identidad sexual; el pasado familiar que condiciona, si no determina, el presente del protagonista; la precariedad laboral; etc.

Las enfermedades mentales se afrontan como otra enfermedad más y se aboga por pedir ayuda cuando sea necesaria y por tratarla con naturalidad y, sobre todo, por tratarla y no mirar hacia otro lado mientras se espera a que por arte de magia desaparezca. Temática esta poco habitual en los cómics.

Otro de los rasgos que me ha parecido muy original es que los saltos en el tiempo se dividen en antes del Gato y después del Gato. Y, como amante de los gatos, ese es un detalle a valorar.

Las ilustraciones me han gustado mucho, están muy cuidadas y tienen un gran poder expresivo. Además, se entremezclan viñetas con diferentes formas y tamaños, e incluso en blanco y negro y a color.

La edición tiene una calidad notable: la portada es de tapa muy dura y las páginas tienen un gramaje considerable y un acabado brillante.

En definitiva, si quieres leer un cómic que rompe los esquemas del género y que te hace reflexionar sobre la importancia del pasado y de las enfermedades mentales, este puede ser para ti.

Hacía muchísimo tiempo que no disfrutaba de un cómic, y más con unas características como estas. La sinopsis no miente, nunca has leído nada así. A través de sus páginas, con una inmensa cantidad de referencias de otros cómics y dibujantes (referencias tales como Conan el Bárbaro, Doraemon o incluso magical girls) iremos conociendo la historia de Gonzalo, el dibujante de esta historia.

Pero no será una historia totalmente lineal, sino que iremos saltando de su presente a su pasado para poder conocer los sucesos que le han ido llevando hacia el tema que trata esta obra, para ello, usará una cronología bastante inusual: a.G y d.G (antes del gato y después del gato)

Con una depresión que, prácticamente, le ha acompañado a lo largo de su vida, veremos cómo le hace frente de la manera que sabe: a base de pura fuerza de voluntad.Pero no todo lo podemos hacer solos. Gracias a su familia, a sus relaciones y a sus amigos, encontrará la ayuda necesaria para poder salir del pozo e ir ascendiendo poco a poco. Con un dibujo en muchas partes muy crudo, ha sido un precioso viaje a través de la vida de nuestro dibujante, Gonzalo.

Es una obra íntima, muy personal, con un guión precioso de la mano de Enric Pujadas. En 2020 fue merecedor del premio Ciutat de Palma, desde mi punto de vista, totalmente merecido.

No dudéis en leerlo si tenéis la oportunidad.