Lagartija

No hay una manera correcta de transitar por la vida, cada uno debe jugar las cartas que le tocan, la elección esta en arriesgarse o pasar.
Los personajes de estos pequeño relatos se enfrentan a sus vidas de manera poco alentadora, hasta que cada uno, observa los mismos hechos rutinarios , de su pasado, de su presente con ojos diferentes, a veces resulta abrumador, como la carga que Yoshimoto imprime a cada circunstancia, a veces resulta acariciador, como el lenguaje en que están escritos
Pero todos ellos tienen dos puntos en común, finales que no llegan, pues el relato los rebasa, y esas pequeñas conclusiones que están cargadas de esperanza.
La vida es demasiado corta como para desperdiciarla en lamentaciones, cada relato es una oportunidad de construir con las piezas sueltas, con los fragmentos rescatados, cada uno tiene tensión, pero pesa más el amor , aunque no se manifieste de la forma más romántica, a veces solo es el deseo de perdurar, de continuar de pertenecer .el querer regresar.
De verse reflejado en los ojos del otro, de nunca olvidarlo. de soslayar el pasado, o de recostarse a su lado ...y soñar el mismo sueño. O el dejarse llevar por la suave corriente de un río, al que indefectiblemente has de volver.
encantador desasosiego. No se si eso es el amor, pero se le parece mucho.

Conjunto de relatos que nos hablan sobre diferentes relaciones y miedos que los personajes vivieron y como llegaron a superarlo.
Como siempre la pluma de la autora brilla, aunque el estilo asiático siempre me deja con más preguntas que respuestas. Algo bueno de esta edición es que cuenta con notas de la autora donde te expresa un poco mejor que quiso relatar en cada historia, es gracioso porque el primer cuento fue un pedido para promocionar los viajes en trenes, y la verdad es que uno tendría que leerlo para entender un poco la risa, igual quedan como yo con un gran signo de interrogación en la cabeza.
Sin duda el relato del que proviene el nombre es uno de los más impactantes cuando te hablan de los pasados de la gente.
Sin más que decir, me encanta el estilo de la autora.

En este conjunto de relatos podemos ver cómo una serie de personajes se enfrentan a su pasado y presente, aprendiendo a superar problemas que les impedían ser felices, aceptarse y avanzar.

No soy fan de la literatura japonesa, y me temía que una serie de relatos independientes que tratan temas tan difíciles me iba a resultar complicado de leer. Pero nada más lejos de la realidad. Las historias te atrapan, imbuyéndote en un mundo de sensaciones, sentimientos, y demostrando la verdadera fortaleza de las personas que protagonizan los relatos.

Los libros de relato corto siempre son fáciles de leer, porque no imponen historias demasiado largas, y cada una ofrece temas diferentes. En este caso, estas seis historias hablan de muchas cosas, pero al fin y al cabo, del ser humano y los problemas a los que se suele enfrentar a lo largo de toda una vida.

Cada relato está escrito de una manera informal y cercana, directa y atrayente para el lector, lo que hace que al acabar uno, se quiera empezar el siguiente sin tardanza. Es un libro rápido y fácil de leer.

4.5 estrellas