La promesa

Dürrenmatt, escribió el libro como petición de un guión para la meritoria película de Ladislao Vajda, "El Cebo", de 1958. Más reciente es otra interesante versión de Sean Penn, "El Juramento", de 2001.
A grandes rasgos, el argumento de la obra gira en torno al comisario Mattäi, que se dispone a viajar a Jordania para colaborar con dicho Gobierno. Poco antes de marchar, aparece degollada una niña en el bosque. Mattäi, renunciando al viaje, prometerá a los padres de la niña que encontrará al culpable.
El objetivo de Dürrenmatt era escribir una novela anti-detectivesca, en contraposición a los clásicos policiales donde todo está razonado. Todo obedece a un esquema basado en un asesinato y una exhaustiva investigación, cuyo desenlace termina con el descubrimiento del culpable.
Fiedrich en cambio se guía por la corriente antirracionalista, con un componente existencialista protestante: Dios se encuentra alejado del hombre y el mundo. El mundo es una mezcla de orden y caos. La vida está regida por el azar.
La novela de Dürrenmatt, trasciende los márgenes del género policíaco, para convertirse en una obra de tintes metafísicos. Mattäi, obsesionado con la detención del culpable, debido a la promesa realizada; no dudará en emplear métodos de dudosa ética y moralidad. Es la historia de una espera, como ocurría al teniente Drogo, en la imprescindible "El Desierto de los Tártaros" de Dino Buzzati. Una espera interminable, obstinada, desmintiendo la realidad; que deriva en perturbaciones en el comportamiento de un hombre que se considera eminentemente racional.
La niña asesinada viste como Caperucita Roja, ironía de Dürrenmatt; las niñas creen vivir en un mundo de cuentos, de orden y protegidas por Dios.
Poderosa novela de densa atmósfera de un autor a rescatar; más conocido en el ámbito teatral que en el narrativo.
Mi crítica completa:
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