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Calificación promedio : 4/5 (sobre 1 calificaciones)
Resumen:
En La nueva madre, dos niñas se encuentran con una joven en mitad del camino y esta les propone mostrarles a unos hombrecillos que viven en una caja a cambio de que se comporten mal. Cuando las niñas cumplen con lo prometido, su madre las amenaza: si no cambian de actitud, se verá obligada a marcharse, y una sustituta —otra madre con ojos de cristal y una cola de madera— acudirá a reemplazarla.

Otras dos historias hasta ahora inéditas en español comp... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (2) Añadir una crítica
Inquilinas_Netherfield
 27 June 2018
El cuento principal que da nombre a esta lectura, La nueva madre, hubiese sido ideal para reseñarlo la semana pasada en Halloween. Pero, en vez de reseñar este clásico (o cualquier otro), que hubiese sido lo más normal en un blog como este, me decanté por uno contemporáneo y además juvenil, que hay que desmarcarse de lo que se espera de una de vez en cuando :) Pero hoy, sí que sí, le toca el turno a estos tres cuentos de Lucy Clifford.

A estas alturas creo que resulta evidente lo mucho que me gusta descubrir (y que me descubran) autores clásicos cuya existencia desconocía. Cuando me topo con un libro o un escritor clásico que no conozco, no puedo evitar echarle un vistazo, y si encima me gusta lo que encuentro, es el no va más. Solo me falta dar palmas con las orejas. Así que cuando leí la reseña que Mónica hizo en su blog de la nueva madre, me hicieron los ojos chiribitas. Y además esta edición tiene mucho mérito porque la traducción es una autopublicación, y hacen mucha falta iniciativas de este tipo (siempre y cuando las traducciones sean de calidad, claro).

La nueva madre es... como decirlo... fascinante. Por muchas cosas. Este cuento, en el que dos niñas buenas y obedientes son pervertidas por una muchacha que se encuentran en el bosque para ser malas, muy muy malas, con su madre (a pesar de la amenaza de esta de que si siguen comportándose así aparecerá por la puerta otra madre, la nueva), es perturbador, extraño, sublime, siniestro y desasosegante a partes iguales. Es difícil olvidar el cuento, sus escenas, sus personajes, una vez te has adentrado en él. Y si esto ocurre a día de hoy, 2017, con todo lo que ya llevamos a las espaldas y donde pocas cosas nos sorprenden, solo hay que imaginar la sensación que causaría a finales del siglo XIX... porque además fue publicado en una recopilación de cuentos para niños. No se andaban con chiquitas y la intención era clara (no habléis con extraños, no os portéis mal, sed buenos con vuestras madres...). Es terror gótico del de antes, del clásico, del que enarbola la ambientación creepy in crescendo como bandera. Poco más quiero y puedo decir porque hay que sorprenderse leyéndolo.

Por cierto, que relacioné este cuento de inmediato con un cortometraje, Mamá, y con el posterior largometraje basado en él, del mismo nombre (podéis ver el corto AQUÍ). Los emitían uno antes del otro en el cine, y mientras que la peli me pareció bastante prescindible, el corto lo tengo metido en la cabeza desde entonces. Curiosamente, en el prólogo, Víctor Selles dice que apenas nadie asocia estas dos historias, y puedo asegurar entonces que pertenezco a este exiguo grupo, porque fue la primera asociación mental que hice... antes incluso que con Coraline, que se supone es la inspiración contemporánea más evidente de este cuento.

El pez falso es para mí el más flojo de los tres cuentos. No tiene un propósito concreto, o no al menos uno que yo haya captado (lo mismo no me he enterado de ná, que también es posible). Sí tiene en común (y es algo que me gusta mucho) con los otros dos cuentos que el final no es nada complaciente, facilón, bonito ni maravilloso. Pero más allá de eso, las desventuras de este pez de hojalata me han sabido a poquito. Sí, podría conjeturarse sobre el devenir de la vida, que no es más que un círculo, o la fragilidad y caducidad del ser humano frente a los objetos que nos acompañan a lo largo de nuestra existencia... pero estaría diciendo eso por decir, porque, ni aunque se refierese a todo eso, la lectura daría más de lo que da. Está entre medias de dos grandísimos cuentos, y eso también le perjudica porque, en perspectiva, cuando terminas la lectura completa, sale perdiendo en la comparación. Además es (mucho) más ñoñete que los otros a pesar de lo que os digo arriba del final. El peor de los tres, o el menos bueno (hay que ver el vaso siempre medio lleno), por muchas vueltas que le dé.

Wooden Tony ha sido una sorpresa. Un sorpresón. El protagonista es Tony, un niño suizo que vive en las montañas. Pero lo importante, lo interesante, es que sin lugar a dudas, Tony es autista. Y digo interesante porque cuando se escribió este cuento (1891), esta enfermedad no estaba diagnosticada (el término tal y como lo conocemos hoy en día no comenzó a usarse a nivel médico hasta 1943). Evidentemente no se da nombre a la enfermedad, pero se describe, casi al milímetro, el comportamiento de un niño que padece este trastorno. El aislamiento en el mundo interior, la desconexión progresiva con el exterior, con otras personas, con la realidad, las deficiencias a la hora de expresarse e interaccionar con otras personas, la incapacidad para percibir y reaccionar ante estímulos externos... Me ha impresionado mucho lo detallada y ajustada que es la descripción; supongo que la autora debió tener contacto muy cercano con alguien afectado. La metáfora que usa para explicarlo, cual Pinocho a la inversa, es sencillamente magnífica. Un cuento fantástico por la precisión de lo que cuenta, y el contexto en el que lo hace.

Vuelvo al prólogo de Víctor Selles que mencionaba antes, muy recomendable por varias razones y que hay que leer sí o sí. Una es por el recorrido que hace por la vida de la autora, por su amistad con influyentes y célebres autores como Henry James y Kipling (del que puede decirse casi que fue su mentora en Londres), como por la decadencia profesional que sufrió a principios del siglo XX, como tantos otros escritores, que veían cómo su arte pasaba de la noche a la mañana de ser sumamente apreciado a ser sustituido por nuevas tendencias, pensamientos y modas. Selles lo explica muy bien: la literatura que hoy conocemos como clásica es solo la punta del iceberg. Muchas novelas y escritores han llegado a nuestros días porque simple y llanamente eran maestros y genios y era inevitable que así ocurriese, pero otros muchos, ampliamente reconocidos en su época, hoy permanecen enterrados en el olvido por muy diversas razones, intereses editoriales a lo largo del tiempo incluidos.

La otra razón es el encomiable intento de aglutinar las muchas y variadas interpretaciones que La nueva madre ha tenido y sigue teniendo desde su publicación, interpretaciones en las que no parece llegarse a un acuerdo y una certeza comunes. Todas son tan posibles como imposibles, pueden ser eso como no serlo. Tendría su gracia que todo fuese mucho más simple, que Lucy Clifford simplemente quisiera transmitir la típìca moraleja victoriana (y no tan victoriana) de "sed obedientes, no habléis con extraños, portaos bien... que si no mirad lo que puede pasar", y que seamos los demás los que estemos intentando otorgarle a este relato unos recovecos y unas aristas que no tiene. Imagino que no, que cuando se buscan segundas, terceras y cuartas interpretaciones, por algo será, pero para mí sería igual de fantástico aun sin buscarle tres pies al gato.

Sin desmerecer al cuento de El pez falso, y mereciendo mucho (muchísimo) la pena el de Wooden Tony, el rey de la función es La nueva madre, de imprescindible lectura. Esta autora, que salvo estos cuentos permanece totalmente inédita en castellano, se atrevió a escribir, en pleno siglo XIX, sobre temas tan controvertidos como la eutanasia infantil y señoras maduras (ya ancianas en aquella época) casadas con jovencitos, así que a ver cuando alguna editorial se lanza a la piscina y comienza a recuperarla... que las reediciones de los de siempre son eso, reediciones de los de siempre, y hay más peces en el mar :)
Enlace: https://inquilinasnetherfiel..
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Torda_de_ciudad
 18 November 2019
No se debería hablar de literatura victoriana sin recordar a Lucy Clifford, pues su relato "La nueva madre" inspiró nada menos que a Henry James para su obra "Otra vuelta de tuerca" o a Neil Gaiman para "Coraline". Inquietante y con tintes de leyenda popular "La nueva madre" es un gran ejemplo de la literatura gótica victoriana.

Completan esta antología los relatos "El pez falso" y "Wooden Tony" protagonizados por niños y también de carácter inquietante.

Esta es la primera vez que se publica en edición digital y castellano La nueva madre, la traducción, selección y prólogo son de Víctor Selles, y lo único que podría decirle es ¡Gracias! Gracias por rescatar a esta escritora del olvido, gracias por darnos la oportunidad de leerla y gracias por tu gran trabajo.

La portada es de @Mr.jav_doodles y hace juego perfectamente con la obra. ¡Es terrorífica e inquietante! ¡Que gran trabajo!💀💜

📍"—Entonces —dijo su madre con tristeza, y mientras hablaba sus ojos se llenaron de lágrimas y casi se atragantó con un sollozo—. Entonces tendría que irme y dejaros y enviar a casa una madre nueva con ojos de cristal y una cola de madera."

Victoriana y creepy, ¿qué más puedes pedir? 😊
Enlace: https://untochodlibro.blogsp..
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