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Rosa Alapont Calderaro (Traductor)
ISBN : 8417708863
184 páginas
Editorial: Ediciones Maeva (30/11/-1)

Calificación promedio : 3.39/5 (sobre 19 calificaciones)
Resumen:
Una historia conmovedora acerca de la belleza de las huellas que deja el paso del tiempo y el poder del amor

«Con cuarenta y siete años, seguía sin tener ninguna arruga en el entrecejo, ni en la frente, ninguna pata de gallo, ni canas, tampoco ojeras; tenía treinta años, desesperadamente.»

Hasta los treinta años, la vida de Betty era feliz. Fue a la universidad, encontró al hombre de su vida, se casó con él y dio a luz a un hijo, su fu... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (16) Ver más Añadir una crítica
lavidademisilencio
 23 February 2021
La vida de Martine, que más adelante cambiaría su nombre por el Betty, avanza apaciblemente. Demasiado pronto, pierde a su madre Pauline, y queda al cuidado de su padre. Seguirán creciendo juntos, aprendiendo a ser padre e hija, soportando el dolor de la ausencia de una madre y una esposa.

Los años siguen pasando para Betty: estudia, trabaja y, mientras tanto, encuentra a alguien con quien pasar el resto de su vida y formar una familia. Sin embargo, pasados los treinta le ocurre algo que cambiará el rumbo de su vida para siempre... Deja de envejecer.

A partir de entonces, los años ya no harán mella en su rostro, ni en su cuerpo, pero sí lo harán en su interior. Mientras todo —y todos— a su alrededor se cubre de tiempo, ella permanece imperturbable.

Lo que toda mujer desea, una belleza que no es efímera, se convierte para Betty en una cruz, una carga. ¿Podrá soportar mirarse al espejo sabiendo que, bajo ese rostro de treinteañera, se esconde una mujer mucho mayor?

La mujer que no envejecía es una novela de 184 páginas. Dividida en 3 partes —tituladas como intervalos de edad de la protagonista— sus capítulos son cortos y están sin numerar. Esta estructura ha agilizado muchísimo la lectura, además de dinamizar el avance del tiempo y dar la sensación de que realmente crecíamos junto a Betty.

La novela está narrada en primera persona y de forma cronológica (obviamente, la más lógica para esta historia). Ambientada en la Francia de los años 60 —hasta los 2000—, son las referencias culturales lo que más me ha sacado de la novela. Que sea una época que yo no conocí, añadido al hecho de que sea en Francia, me hizo perderme en algunos detalles de la narración que, aunque no fueran cruciales para seguir el hilo de la historia, sí me dejaron con la sensación de no entender completamente lo que me estaba contando el autor.

El ritmo es pausado —que no lento— y te deja saborear cada palabra. La novela está narrada con la sencillez de alguien que te cuenta los momentos más relevantes que ha vivido desde que nació hasta que envejeció (o, en este caso, hasta que su fecha del DNI decía que era anciana). Es en este paseo tranquilo por todos los años de una vida donde radica la belleza de esta historia.

En cuanto a la pluma del autor, me ha dejado embelesada desde la primera hasta la última palabra. Su manera de ponerte en la piel de la protagonista, de transmitirte sus sentimientos, sus miedos, sus esperanzas... La conexión que estableciera con los personajes me ha llevado en más de una ocasión a las lágrimas. Aunque antes solía llorar con más facilidad, cada vez me cuesta más que un libro me emocione hasta tal punto y eso dice mucho del autor y su maestría con las palabras. Grégoire tiene un estilo muy cercano y poético, pero consigue no caer en clichés ni palabras vacías.

De la trama han sido múltiples los aspectos que me han gustado, por no decir que me ha enamorado toda la historia en sí.

El mensaje que más mella ha dejado en mí ha sido el de que la vejez no implica la pérdida de la belleza. A lo largo de la mujer que no envejecía se van exponiendo uno a uno todos los cánones de belleza a los que queda sometida una mujer desde que nace hasta que muere. de ella se exige que se mantenga joven para seguir considerándola bonita. de ahí parte la crítica central de la novela; con la pérdida de capacidad para envejecer de la protagonista el lector se da cuenta de que el paso del tiempo es algo que celebrar. Significa que seguimos vivos, que las personas que nos quieren nos están viendo crecer a su lado; cada arruga cuenta nuestra historia.

También se trata durante la lectura temas como la maternidad y la paternidad. El autor le da gran importancia a la figura de la madre en el desarrollo de una persona; en esta historia la protagonista pierde a la suya tan pronto que a penas tiene tiempo de aprender de ella. Es aquí donde entra la figura del padre, en su esfuerzo por cumplir tanto su papel como el de su mujer ausente.

En La mujer que no envejecía también se habla de que la familia muchas veces no viene determinada por la sangre.

En cuanto al final, aunque gustó —de hecho me hizo llorar a lágrima viva—, hubiera preferido algo un poco más realista (todo eso partiendo de que el hecho de una persona no pueda envejecer ya es, en sí, poco fiel a la realidad).

Los personajes de la mujer que no envejecía me han resultado fascinantes. Empezando por la protagonista, Betty. Me ha encantado cómo el autor ha conseguido que el lector crezca con ella y la acompañe en los momentos más importantes de su vida. Que la novela esté narrada en primera persona también ayuda a comprender sus sentimientos y sentir su dolor; le está ocurriendo algo que no entiende, sobre lo que no tiene ninguna clase de control y que, para todo el mundo es una bendición, excepto para las personas que a ella le importan.

André, el marido de Betty, ha despertado en mí sentimientos contradictorios. Aunque le he odiado en alguna ocasión por las decisiones que ha tomado, en el fondo es perfectamente comprensible su postura.

También tenemos a Odette, la mejor amiga de Betty. Odette ansía todo lo que su amiga tiene, la belleza que todos los hombres parecen buscar en una mujer. Sin embargo, ella no cuenta con el "don" de Betty, y tendrá que encontrar otros medios para rejuvenecerse. Me ha gustado mucho cómo el autor ha reflejado en ella los cánones de belleza femeninos y las exigencias de la sociedad para que se alcancen.

Un personaje de gran relevancia para la trama es Fabrice, fotógrafo y novio de Odette. Uno de sus proyectos consiste en fotografiar a una persona una vez al año con la misma ropa, la misma pose y la misma expresión. DE este modo, se puede percibir el paso del tiempo entre fotografía y fotografía. Siempre me han gustado mucho los proyectos de este estilo y que fuera un pilar esencial de la novela me ha fascinado.

Otro personaje del que he disfrutado mucho ha sido Françoise, la segunda mujer de su padre. Su vida no ha sido fácil y, aun así, encuentra la fuerza para ser un apoyo fundamental para otras personas. Me ha resultado un personaje de lo más entrañable al que le he cogido mucho cariño.

En definitiva, todos los personajes —me dejo algunos en el tintero— juegan un gran papel en la trama y, sobre todo, en el desarrollo de la protagonista. El autor ha sabido darle a cada uno un espacio adecuado en la narración.

En definitiva...

La mujer que no envejecía es un canto a la belleza oculta en el paso del tiempo, una crítica a los cánones que exigen que un cuerpo permanezca imperturbable para considerarlo bonito. A la protagonista de la novela se la priva de envejecer y, con ello, encuentra en su vida más obstáculos que ventajas. Grégoire Delacourt consigue, a través de una magnífica y poética prosa, emocionar al lector y transformar su percepción sobre la belleza y la vejez. Se llega a la última palabra de la novela sabiendo que ambos son conceptos, lejos de ser contradictorios, van de la mano.
Enlace: http://lavidademisilencio.bl..
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MonicaM
 28 February 2021
Antes de nada, quiero agradecer a la editorial el envío del ejemplar.

Nos encontramos ante una historia totalmente distinta a la que solemos leer. En tan solo 165 página, conoceremos a Betty, la mujer que no envejecía.

Como digo, el libro tiene 165 páginas, aunque su totalidad sea de 180 páginas. La razón de dicha extensión es un extracto de su anterior libro, La lista de deseos. al finalizar este apartado, encontramos dos historias más que tiene publicada con Maeva ediciones. El libro se divide en un apartado llamado carta para mis lectores, los capítulos no están titulados, pero en todo momento se hace referencia a la edad de Betty y finaliza con unos agradecimientos breves.

Es una historia para pararnos y dejar la lectura a medias, para luego retomarla. Se trata de una gran reflexión que nos hace replantearnos muchas cosas. ¿Es tan importante la edad? Y si así fuese, ¿debería tener una relación edad-aspecto? Siempre vemos anuncios, en diferentes medios de comunicación, en los que les da importancia a las arrugas, a la piel tersa y a lo joven que sea la mujer. A las canas. Porque las canas no tienen por qué marcar un rango de joven-mayor. No por tener canas se puede considerar que una persona es más mayor que otra. Y no por tener arrugas debemos recomendarle, a las mujeres, porque siempre son a ellas, las cremas que pueden ocultarle unos añitos de más.

La edad debe ser solo un número y no darle demasiada importancia. A nadie nos gusta que nos digan si debo ir a la peluquería y pedir un buen tinte o si debo de sonreír menos para evitar la aparición de arrugas.
Como digo, es un libro para reflexionar, aunque también añado que la opinión que tengamos debe ser respetable. Si quiero me tiño, bien y sino, no uso cremas antiedad, bien.

Betty es una mujer independiente, poco a poco, vamos conociendo a los personajes que forman parte de su familia. Su padre, su marido, André y su hijo Sebastién. Su amiga Odette. Y ciertas personas que de una manera u otra formarán parte de su vida.

Un día, un fotógrafo le propone hacer una serie de fotos anuales, con la misma ropa y con el mismo gesto. La sorpresa aparece cuando se dan cuenta que Betty, año tras año, sigue igual. No cambia absolutamente nada en su rostro. Confieso, que a veces paraba la lectura y miraba la portada. Se trata de una imagen que representa muy bien a la historia.

Me ha gustado la historia y el punto positivo que le sumo son los capítulos cortos, su extensión es de una o dos páginas. Algo que hace la lectura muy amena. Se puede leer en un día, sí. Definitivamente. Mi problema surgió cuando me encontraba, y aún estoy, bastante liada con temas de estudios. Evidentemente, comienzo esta lectura sin ningún tipo de responsabilidad y me dura dos horas como mucho.

El punto negativo que le encuentro es que me encontraba en un pequeño parón y tardé un par de capítulos en engancharme. La pluma del autor es elegante y su estilo me gusta. Pero no sé si repetiré algún día. Quizás sí.
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Bookworm
 19 March 2021
La mujer que no envejecía” es la segunda novela que leo de Grégoire Delacourt y la verdad es que me ha parecido una bonita lectura. Seguramente no pasará a ser una de mis lecturas de este año, pero me ha gustado la historia de Betty, una mujer felizmente casada que al llegar a los treinta años se da cuenta de que no envejece. Lo que al principio es una maravilla, con el paso de los años resulta no serlo tanto, porque claro… ¿esto va a durar siempre? Y si es así, llegará un momento en que tu hijo, por ejemplo acabe pareciendo mayor que tú, por no hablar de tu marido, que acabará pareciendo tu abuelo. ¿Cómo reaccionarán a todo esto sus amigos y familiares?

Pues de eso habla un poco este libro, del paso del tiempo, de la importancia que le damos a lo que vemos, de lo que ven y buscan los demás en nosotros, de la obsesión de algunas personas por parecer siempre jóvenes, porque la protagonista de la novela lo parece, pero solo por fuera, porque por dentro su cuerpo sí nota el paso del tiempo.

Creo que dependiendo de lo que signifique la belleza para cada lector, le gustará (o no) estar en la piel de Betty. Hay quien vendería su alma al diablo por ser eternamente joven pero a mí personalmente envejecer no me quita el sueño y la belleza en general tampoco. Debería utilizar más cremas y cosas de esas, pero es que ni me acuerdo. Un día sí, cuatro no, hoy me acuerdo, mañana me olvido… y así siempre y no hablemos de maquillajes, un bote me puede durar años. Que conste que Betty no se mantiene joven gracias a la ayuda de ningún producto, ella no puede evitar su eterna juventud, aunque muchas veces le gustaría ver el paso del tiempo en su rostro, al igual que lo ve en todos los que la rodean.

La novela está muy bien escrita, es elegante, tierna en muchos momentos, una historia ingeniosa, muy cortita y original y tiene un final muy bonito, así que yo os la recomiendo, además se lee de una sentada y deja un buen sabor de boca, además de hacerte reflexionar sobre las cosas que verdaderamente importan.
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LuciaNN
 01 March 2021
Esta novela corta, nos cuenta la vida de Betty (la cual se cambió el nombre), está dividida por capítulos que van de una edad a otra y esta contado en primera persona por nuestra protagonista.
Betty es una niña normal y que esta sana, cuando su madre tiene 35 años, muere en un accidente de coche y vivirá con su padre. Ambos comparten la pérdida que les marcará de formas diferentes.
Cuando Betty llega a la edad de 30 años se queda con esa apariencia por un largo tiempo (hasta los 63), es decir a pesar de cumplir años, por fuera no envejece, aunque si por dentro. Esto va a provocar un rechazo por parte de la gente que mas quiere y la mas cercana como será su marido y su hijo.
Es una novela muy cortita, en la que trata temas como la soledad, clichés que siempre van de la mano de la belleza, y como relaciona la belleza con el amor. Me encanta la crítica que hace, ya que nos muestra que las mujeres deben tener una juventud eterna.
Cuando acabas el libro, te hace reflexionar bastante sobre la belleza y como esta influye en la sociedad, como influye en la juventud, como influye en una relación amorosa, en una relación familiar, o incluso en el trabajo.
Algo que saco en claro de esta novela, es que todo el mundo envidia a Betty porque no envejece, todo el mundo quiere ser como ella, es la envidia de todos, pero para ella y con el paso de los años será un gran problema…
Un libro que se lee en un momento, y que como he dicho te hará reflexionar en mas de una ocasión, mas vale una arruga que una vida sin las personas que mas quieres al lado no?
Novela que recomiendo aunque tengo que decir que me ha faltado algo, un final un poco precipitado quizá.
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Xenia
 02 March 2021
En esta historia conoceremos a Betty. A priori ella es una chica normal que vive con sus padres pero un día a su familia la sacude la desgracia. Su madre fallece en un accidente aun siendo muy joven y dejando asi a Betty con su padre. Después de eso, nuestra protagonista nunca dejara de echar de menos a su madre pensando y reflexionando que es lo que se ha perdido al no tenerla cerca (esas reflexiones la verdad que me han tocado de una manera especial ya que la novela ha conseguido transmitirme muy bien el sentimiento de Betty).
Cuando Betty cumple 30 años se da cuenta de algo muy curioso. Ha dejado de envejecer. Así, sin mas. En principio eso no afectaba a su vida pero conforme van pasando los años, su vida personal se ve afectada. Su propio hijo le llega a decir que la confunden con su hermana mayor. Su marido decide abandonarla. Y así es como su vida se viene abajo por algo que tendría que ser una suerte, ser siempre joven.
Es un libro muy fácil de leer. Es muy ameno además de ser muy corto. Las reflexiones que va haciendo el autor a lo largo de la novela me han gustado mucho al igual que su pluma. En mas de una ocasión me ha hecho sentir y ha conseguido revolverme por dentro. Betty me ha gustado mucho y he sufrido su perdida como si fuera mi amiga.
Un libro muy bonito que recomendaría sin duda a cualquiera que quisiera leer algo con mucho sentimiento.
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Citas y frases (13) Ver más Añadir cita
lavidademisilenciolavidademisilencio06 February 2021
En las revistas de cine, contemplaba la eterna juventud de Liz Taylor, Ursula Andress, Raquel Welch, las fotografías que congelaban su belleza para siempre, sin la marca de una arruga, sin la sombra de un temor. Eso me hacía soñar, porque a nadie le gustan las cosas que se alteran, nos da la impresión de morir.
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BookwormBookworm19 March 2021
...me alegra que las cosas no duren, que se acaben, porque esa conclusión arrastra tras de sí lo que nos mata, y también lo que nos libera.
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lavidademisilenciolavidademisilencio07 February 2021
Crecer es violento, hay que hacer un duelo difícil; quieres ser libre, independiente, sin perder por ello la protección de la que gozabas de niño, empiezas a golpearte contra los muros del mundo, a medir el lugar que ocuparás en él.
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lavidademisilenciolavidademisilencio06 February 2021
A mamá le gustaba fotografiarme, decía que la belleza no perdura, que siempre alza el vuelo, como un pájaro que escapa de una jaula, que es importante recordarla; importante agradecerle que nos haya elegido.
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astateaineastateaine09 November 2021
Nuestra familia era una especie en vías de extinción. Una flor que ya no se abría por la mañana.
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