Nos introduce en uno de los episodios desconocidos ocurridos durante el Holocausto y también el más cruel, y que tuvo lugar en Francia, concretamente en París. Se trata de la historia de Sarah, una niña de diez años, cuyo único pecado es ser de familia judía. Tras la ocupación de Francia por parte de los nazis, y la nula resistencia por parte del gobierno galo, los gendarmes realizan, en julio de 1942, la mayor redada conocida en Francia contra la población judía, arrestando a 13.000 personas que confinaran en el Velódromo de Invierno, para después ser deportadas a Auschwitz. Sarah, en su inocencia, esconderá a su hermano Michel en un armario, cerrará y se llevará la llave, pensando que volverá en unas horas; pero se equivoca. En 2002, Julia Jarmond, periodista estadounidense afincada en Francia tendrá que realizar un reportaje por el sexagésimo aniversario de la redada y encontrará, sin buscarla, con la historia de Sarah, una historia que la marcará mucho. Con su lectura descubrí un pedazo de historia que desconocía, la gran redada y el confinamiento en el "Vel' d'Hiv" de más de 13.000 judíos, de los cuales, más de 4.000 fueron niños, que posteriormente fueron transportados a los campos de exterminio, casi todos a Auschwitz. La operación de persecución, llevada a cabo por el régimen nazi junto al régimen de Vichy, fue el principio del calvario para estas personas, que representan la cuarta parte de la totalidad de los judíos franceses que fueron enviados a los campos de exterminio. Se trata de un libro narrado con un estilo ágil y rápido, pero al mismo tiempo crudo y sin cortapisas, escrito en dos hilos temporales diferentes. En uno se nos cuenta la historia de Sarah, donde la autora utiliza la tercera persona como estilo narrativo, y con los capítulos escritos en cursiva. Cuando estemos leyendo la historia de Julia, la otra protagonista, pasa a narrarnos la novela en primera persona, para que el lector se sienta más cercano al personaje y se pueda introducir de lleno en la búsqueda de la verdad sobre los interrogantes que quedan alrededor de Sarah, ya que ambas historias acaban enlazadas hacia la mitad de la novela, para centrarse más en el personaje de Julia y su investigación sobre Sarah y su destino. Aunque el personaje de Sarah siempre estará presente, será protagonista plena, sea de forma física o a través de Julia. Los personajes centrales del libro son básicamente Sarah y Julia. Sarah tendrá que enfrentar horrores por los que ningún ser humano tendría que pasar jamás; Julia está envuelta en una vida normal, aburrida por la rutina, de la que Sarah y su historia, casi sesenta años después vendrán a sacarla. Dos personajes sin nada en común, aparentemente, que se encontrarán a través del tiempo y que se ayudarán mutuamente a sacar a la luz aquello que permance silenciado. Dos personajes fuertes y bien perfilados dentro de la novela, a la que dotan de gran capacidad para empatizar con el lector. Alrededor de estos dos personajes centrales girarán unos personajes secundarios también muy bien desarrollados y que se revelarán como fundamentales en la resolución de la historia de Sarah. La llave de Sarah es un libro duro y triste. Describe las horribles situaciones por las que tuvieron que pasar esas personas desde el momento de la redada y el confinamiento en el Vel d'Hiver, hasta el posterior paso por los campos de tránsito como Drancy, para llegar al que sería su destino final en los campos de exterminio. Una masacre que sigue horrorizando por su desmedida crueldad y sobre todo, por la pasividad de las grandes potencias mundiales que, sabiendo lo que ocurría, miraban hacia otro lado. Pero sobre todo es una novela que hay que leer, ya que la historia de Sarah te tocará el alma. + Leer más |