La intrusa

Argemiro un hombre viudo e influyente en la sociedad de Río, de profesión abogado, necesita ayuda con la educación de su hija. Juró no casarse de nuevo pero se ve incapaz de hacerse cargo de su hija solo.

Cuando da con la adecuada, tampoco es que hiciera una búsqueda exhaustiva, fue algo bastante rápido; le expone sus condiciones: no busca a una persona culta pero tampoco analfabeta, que cumpla los requisitos mínimos de salud, higiene y educación y... una añade una cláusula poco común: no quiere cruzarse con ella en la mansión. Bajo ningún concepto pueden coincidir. La situación se torna aún más extraña dado que la joven lleva la cara cubierta y en ningún momento de la conversación muestra su rostro. Argemiro le pregunta por el nombre y el salario y así termina el acuerdo. No sabe dónde vive ni tiene referencias de la misteriosa joven, tan solo le suena de forma vaga su apellido. Y así es cómo la joven consigue el puesto de gobernanta (una especie de institutriz o como define la novela quien "gobierna a los criados").

La nula interacción entre Argemiro y la institutriz levantará más sospechas aún que si actuaran con normalidad. Cada vez que el abogado pone un pie en su casa, la empleada desaparece corriendo, llamando la atención de su pupila.

Argemiro cada vez se sentirá más atraído por Alice, aunque no tenga oportunidad de verla ni de ponerle cara, porque no pueden coincidir por su contrato verbal, el abogado cada vez duda más de sus términos. La promesa que hizo a su mujer en el lecho de muerte cada vez le asfixia más. Su suegra también será un gran escollo en su ilusión de empezar de nuevo.

Y es que la situación se torna más que complicada son la suegra. La mujer usa todas sus armas habidas y por haber: la memoria de su hija, su relación con su yerno, intenta poner a su propia hija en contra de la institutriz, incluso acaba teniendo problemas maritales porque su marido se posiciona con Argemiro. Un poco de todo. La mujer cada vez se desespera más y no se fía de que exista solo una relación laboral.

Por su parte, Alice tiene que vencer unos cuantos obstáculos. Es su primer trabajo, joven e inexperta y tiene a toda la mansión en contra. Su jefe no quiere verla, tiene que ganarse la confianza de su pupila (quien no le pone las cosas fáciles en un principio) y acabará conociendo a la suegra de Argemiro (la guinda del pastel).

La verdad es que no conocía a esta autora, era uno de los libros que más me llamaba la atención de las novedades de 2022 de Libros de Seda y no me ha defraudado. Es un clásico cortito que engancha desde el principio, muy ligero y entretenido. Un soplo de aire fresco para lo que estoy acostumbrada, nos vamos a Río de Janeiro de principios del siglo XX. Me encantaría leer más novelas de ella.

Finales del siglo XIX en Rio de Janeiro, Argemiro, un abogado viudo e influyente necesita encontrar a una gobernanta que pueda educar y controlar a su hija Gloria. Gloria vive con sus abuelos maternos en el campo, y Argemiro siente que quiere tenerla cerca, para ello pone un anuncio en el periódico solicitando la ayuda de una mujer.
A este anuncio responde Alice, una joven educada que acepta la condición de Argemiro de no cruzarse por la casa y no coincidir en la misma habitación. de esta forma, el puede mantener la promesa que le hizo a su difunta mujer de no volver a casarse. Cuanto más lejos estuviese la tentación mejor.
En poco tiempo, se notará el paso de Alice por la casa y en la educación de Gloria, y aunque Argemiro ha prometido que no se verían, empieza a sentir mucha curiosidad por Alice.
Es muy curioso leer sobre esta época en una localización diferente a Inglaterra, la tierra del romance de época.
Y es aún más curioso leer este libro sin saber apenas nada de nuestra heroína, Alice. No conocemos la historia desde su punto de vista, sino desde el de todos los que rodean a esta familia: los abuelos, los amigos, los conocidos y el propio Argemiro, que está un poco perdido el hombre.
Es un libro que incluye una crítica a la sociedad de la época en Rio, a la discriminación de razas, a la discriminación hacia las mujeres...

La intrusa es una novela costumbrista de la pluma de la escritora brasileña Júlia Lopes de Almeida, publicada en el 1905 y traducida por primera vez al español en noviembre del 2022. Un clásico de la literatura portuguesa bien estructurado y escrito, que nos mira con los cristales de un siglo.
Esta historia comienza con la promesa de un hombre a su esposa moribunda en el lecho de muerte, una promesa que unirá la vida de cuatro personas como no las unió el amor.
Argemiro, hombre maduro y respetable, abogado de profesión, viudo de una hermosa mujer, cuyo espíritu llena cada espacio de su casa y de su ser, padre cariñoso de Maria da Gloria, una niña de once años que, por comodidad y respetabilidad, es criada por sus abuelos maternos, los barones de Cerro Alegre, en una finca de las afueras de Rio de Janeiro.
Alicia es una mujer venida a menos, pobre, que acude a un anuncio de trabajo publicado en el periódico, método poco ortodoxo para solicitar los servicios de un ama de llaves, que además de dirigir la casa y la economía familiar debe hacer de acompañante de una jovencita un poco salvaje, brindarle ejemplo, conocimientos básicos que una mujer debe tener para el manejo del hogar y educación. Además de la respetabilidad y educación, Alicia debe cumplir una condición, nunca puede ser vista por su empleador y dueño de la casa, parece algo imposible o improbable, pero la casa es lo suficientemente grande y tiene los suficientes sirvientes para que dos personas que convivan en la misma no se encuentren.
Lopes de Almeida nos describe la sociedad carioca de inicios del siglo XX, con sus luces y sus sombras, conflictos políticos y sociales. de la mano de cada personaje nos introduce en su entorno, vamos desde el criado hasta el diputado, pasando por las esposas, madres e hijas, pasiones humanas profundas, aspiraciones, ansias de grandeza, miedos, celos, envidia, maquinaciones, amor, lealtades y hasta locura.
No es una novela romántica a la usanza: hay dos personas que se amaron intensa y enfermamente; hay dos personas que aprenden amarse; hay dos personas de las cuales una nunca amó y está resarciendo el daño causado; hay una persona que amó y no fue correspondido. No es tampoco una novela de héroe, heroína y villanos, los personajes son la consecuencia de lo ganado y lo perdido, movidos por pasiones y sentimientos que creen merecer lo justo y así se desarrollan.

La intrusa ha entrado como un soplo de aire fresco en mi top de lecturas del pasado mes. Julia Lopes de Almeida nos trae una entrañable historia familiar ambientada en Brasil, en el Río de Janeiro de principios del siglo XX. Ha sido mi primer acercamiento a la literatura brasileña, la cual confieso, me era totalmente desconocida, y me he encontrado con una historia extraordinaria, de marcado carácter costumbrista, que rebosa originalidad y está llena de ternura.

Argemiro, viudo rico y de clase alta, decide contratar una gobernanta para gestionar su hogar y para que le ayude a recuperar la convivencia con su hija que vive en el campo con su abuela materna. El viudo, hace años que solo vive para el recuerdo de su difunta esposa a la que juró en el lecho de muerte que jamás volvería a casarse, así que idea la triquiñuela de intentar convivir con esta mujer con la condición de que nunca pueda verla ni se cruce en su camino. La extravagancia de Argemiro será secundada por Alice, quien sin embargo, desatará enfrentamientos tormentosos provocados por aquellos que la consideran una simple intrusa.

Una historia muy sencilla, que quizá peque de brevedad, y nos dejé huérfanos de ahondar más en una trama donde tanto los diálogos como los personajes me han parecido soberbios, es esta literalmente una novela de personajes. La figura de Alice, la intrusa, a la cual sólo vemos a través de los ojos de los demás, y por ello, no deja de ser un esbozo, rebosa potencial y da peso a la novela. Y como némesis, la suegra de Argemiro, uno de los personajes más pintorescos que me he topado últimamente, me ha sacado lágrimas de risa y gestos de rabia por igual. Todo ello sin desmerecer a todo un elenco de secundarios a cada cual mejor. Una historia, con grandes reminiscencias al folletín romántico y costumbrista, que nos lleva de la mano elegantemente hasta un final que me pilló por sorpresa y me dejó con la miel en los labios, me he quedado con ganas de ahondar más en la vida de esta familia. Una de esas historias que se guardan con cariño en el corazón.

🔸️Viajamos al Río de Janeiro de primeros del siglo XX para conocer al abogado Argemiro y a las personas que lo rodean: amigos, familiares, servicio... Hace nueve años, juró en el lecho de muerte de su esposa que jamás volvería a casarse y dejó a su hija pequeña, María da Gloria, a cargo de los suegros, llevando desde entonces una vida solitaria evitando cualquier contacto femenino. Ahora, tras este tiempo, desea volver a tener a su hija en casa, disfrutar de ella y que esta reciba una educación adecuada para ser una dama dado que, bajo el abrazo cariñoso de los abuelos maternos, está demasiado consentida y asilvestrada. La suegra, la baronesa, en cambio no quiere separarse de la niña y no cree que la casa de Argemiro esté en condiciones. El abogado necesita así poner orden en casa, necesita una gobernanta que dirija al servicio, adecente el hogar y cuide de su hija cuando él deba trabajar. Con este objetivo pone un anuncio al que acude la joven Alice Galba con la condición de nunca mostrarse en persona ante él. Alice será la intrusa cuya llegada y forma de ser generará reacciones de todo tipo.

🔸️Segunda incursión que hago en las letras brasileñas y qué bien me lo he pasado. ‘La intrusa' se publicó en serie en 1905 y siendo en conjunto una novela breve me sorprende por lo completa que es. Partiendo de una original idea, como es el juramento de Argemiro, se muestra una historia muy humana con un enfoque de la trama muy acertado a mi parecer. Todo gira en torno a la figura de Alice, pero lo conocemos a través de los sentimientos de los demás personajes, especialmente de Argemiro, sus suegros, su hija, su criado y su buen amigo el padre Assunção. Vemos con ellos sus diferentes puntos de vista ante la situación, su trato con Alice, sus justificaciones…y todos, a su manera, llevan parte de razón. Invitan al lector a meterse en su piel, a juzgarlos poniéndonos en situación para saber si reaccionaríamos igual…en definitiva a realizar un análisis psicológico que tiene desperdicio. Pero no solo eso, con ellos también se nos invita a conocer a la burguesía carioca de la época con los temas que les preocupaban, vemos ligeramente también la situación de la clase baja, la diversidad racial, la situación de la mujer y el matrimonio,… La novela toca aspectos muy interesantes y lo hace con una narración amena a través de diálogos ágiles con no muchas descripciones que cuando aparecen son muy ingeniosas, destacando la del despacho de Argemiro que me pareció brillante. Y también me ha gustado mucho la mención a diversos autores, especialmente a los de las letras portuguesas que para mí son menos conocidos.

🔸️En cuanto a la edición me gusta mucho que sea un libro tan manejable, perfecto para llevar a cualquier parte, con buen papel y buen tamaño de letra que siempre es de agradecer. Además, la traducción y notas de Noemí Jiménez Furquet son una maravilla y aportan datos históricos muy interesantes que invitan a investigar sobre los teatros, la inmigración que recibió el país, etc.
🔸️En definitiva, una gran historia que te deja con ganas de más Brasil, más historias de época y más clásicos de Júlia Lopes de Almeida; menos mal que Libros de Seda nos acaba de traer otra de sus obras ‘La familia Medeiros' que también tiene una pinta increíble.
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