Corina Bomann es una autora que me gusta desde que descubrí por casualidad en una librería La isla de las mariposas hace ya años. Con un estilo propio en el que es fácil sentir que formas parte del entorno, Corina ha creado de nuevo una historia llena de amor, ilusión y ganas de superación. En esta ocasión, viajamos en el espacio y el tiempo a la Suecia de 1913 Allí, Agneta Lejongård nos narra en primera persona cómo se siente obligada a abandonar su sueño de convertirse en artista en Estocolmo, para volver a la finca que la vio crecer y hacerse cargo de ella. En una sociedad en la que las mujeres aún están empezando a luchar por la igualdad de derechos, donde el machismo es la opinión aceptada y las mujeres apenas empiezan a tener autonomía, Agneta tendrá que demostrar su valía y hacer frente a unos sentimientos que amenazan con dominarla y hacerle perder el control. La ambientación de la historia está bastante lograda. La finca de los Lejongård se presenta como un espacio inmenso al que poder escaparse a desconectar, de no ser por todo el ajetreo que la cría de caballos y las responsabilidades de llevar bien y mantener una finca suponen a sus habitantes y trabajadores. La protagonista y pieza principal de la obra es, como he mencionado anteriormente, Agneta Lejongård. Se trata de una joven de 27 años que, pese a pertenecer a la nobleza, ha decidido emanciparse para seguir su propio camino. Su mayor deseo es terminar sus estudios de Bellas Artes en Estocolmo y poder mostrar su obra en galerías. Sin embargo, un accidente en el que su padre y su hermano resultan gravemente heridos, hará que Agneta tenga que volver a su hogar para hacer frente a unas obligaciones que nunca creyó tener que desempeñar. Es bastante cabezota y comete muchos errores, pero siempre quiere ayudar a aquellos que forman parte de su vida y es generosa con todos. Sus valores familiares y su lealtad los llevará siempre por bandera, demostrando que, estando al lado de los que amas, puedes alcanzar tus metas. En este viaje, Agneta conocerá y perderá el amor, tendrá que replantearse sus principios y escoger bien sus batallas, en una lucha continua por hacerse respetar y demostrar su valía. La relación con su madre, Stella Lejongård, siempre tirante, hará que le cueste sentirse de nuevo en casa y recuperar su estatus tras su emancipación. Con unos personajes bien construidos, la historia se ve enriquecida y llena de matices. Todos ellos resultan complejos y no todo en ellos es lo que vemos en un primer momento. La herencia de Agneta es una historia llena de emociones y sentimientos que, pese a ser del género histórico, resulta entretenida y ligera, manteniendo el misterio de qué sucederá con Agneta, cómo superará los diferentes obstáculos y si logrará descubrir al causante del accidente que cambió su vida por completo. Secretos, mentiras, pasión, amistad, amor, dolor y alegrías se entremezclan en esta bella historia que continúa con El secreto de Mathilda, historia que estoy deseando comenzar. + Leer más |
Corina Bomann, autora de la isla de las mariposas, conoce a sus lectores y presenta El secreto de Matilda.
Despúes de la herencia de Agneta, Corina Bomann nos lleva de nuevo a la Finca de los Leones.
Desde hace generaciones, las mujeres de la familia Lejongård hacen todo lo que está en sus manos por controlar las riendas de su destino.
El sur de Suecia, 1931. Matilda acaba de perder a su madre cuando la imponente condesa Agneta Lejongård se presenta en su escuela. La mujer le anuncia que es su tutora legal y se la lleva a su finca. La extensión de la propiedad y la espléndida casa señorial intimidan a Matilda y, por si eso fuera poco, los hijos de la condesa la hacen sentir fuera de lugar. Sin embargo, existe una antigua promesa que Agneta, aunque ella sea su única conocedora, debe cumplir. Mientras una nueva guerra amenaza Europa, en Lejongård se rompen las viejas tradiciones y Matilda debe buscar su propio camino para encontrar la ansiada felicidad.