La gracia de los reyes

Esta lectura fue un regalo, y que regalo !!!. Descubrir un mundo totalmente nuevo dentro de la fantasía épica, un libro que se considera el inicio de un subgénero del Steampunk, llamado Silkpunk donde el marco histórico en lugar de la época victoriana, es la dinastia Han (206 a.C – 220 d.C) con construcciones tecnológicas basadas en el bambú, el jade y la seda en lugar de máquinas de vapor.

Para empezar la historia ya es diferente a mucha de la fantasía (y fantasía épica) de rasgos occidentales de marcado carácter anglosajón. No está basada en el eje bien contra el mal. No hay ni buenos muy buenos, ni malos muy malos, así como tampoco hay salvadores angelicales venidos a salvar el mundo. Más que negro o blanco, los personajes, sus acciones, son un cúmulo de matices de grises ahora más blancos ahora más oscuros.

Es difícil reseñar este libro sin contar partes importantes del mismo. Son muchas las cosas que suceden. Muchos los personajes que van apareciendo.Y sobre todo muchas las acciones que llegan al lector como bofetadas inesperadas.

El marco global de la historia extrapolada de parte de la historia de la China, con la aparición y desaparición de reinos y imperios, sin que se pudieran consolidar. El autor crea su propio mundo, con su propia historia (con gran sensación de profundidad), sus dioses y sus costumbres, pero todo con unos parecidos de la cultura y la historia de la China.

En esta historia tendremos dos personajes sin relación alguna entre ellos, unos personajes que no son absolutamente nadie en la historia, pero que iremos viendo su crecimiento, su encuentro, sus desencuentros o como se vuelven a encontrar, cada vez con más poder y más reconocimiento, para llegar a convertirse en los personajes centrales de la historia.

La narración es una absoluta delicia, te introduce en un mundo desconocido (y todavía más para un occidental) lleno de referencias, de modos de actuar, de hacer y de pensar de la cultura china, muy distintos a lo que nos podemos encontrar habitualmente en la fantasía épica.

La manera de narrar, encabezando los capítulos por la fecha en que se encuentra la historia, haciendo saltos de meses y a veces de años entre capítulos, son resueltos de manera magistral. Si es necesario al inicio del capítulos y con unos breves párrafos cuenta lo sucedido hasta la fecha actual sin que el lector llegue a notar estos saltos.

Es una historia donde no hay descanso, donde suceden multitud de hechos en cada capítulo, multitud de personajes que van pasando delante del lector, que van tejiendo la historia de fondo para llegar al punto clave de ésta, centrada en los dos personajes principales.

El libro en cierta parte puede recordar a Canción de Hielo y Fuego, basada en la Guerra de las Rosas inglesa, con constantes traiciones, idas y venidas, batallas, etc … pero con todo el regusto oriental que el autor le da en cada una de las páginas. Diferenciándose de ésta, en que no tendremos la sangre en forma de ríos. Hay muchas batallas, escaramuzas, traiciones pero el autor solo nos indica que la batalla está presente, que sucede pero nunca hará una narración desde dentro de la batalla, se nos contará que hay la batalla y seguidamente utilizando diferentes técnicas narrativas se explicará lo sucedido. Como máximo dará inicio a una batalla desde dentro para rápidamente pasar el centro de la narración a otro punto.

El tratamiento de la mujer también es un punto diferencial, al inicio casi inexistente, los dos personajes principales tienen su peso, se debe explicar toda la situación en este mundo, pero poco a poco, casi sin uno darse cuenta van apareciendo mujeres fuertes que tendrán un peso importante en la historia e incluso hay una crítica social a temas que nos pueden sonar muy actuales, sin ser forzado y quedando perfectamente encajados en la historia.

En toda la historia, tendrán un punto importante los dioses, apareciendo conversaciones entre ellos (siempre en cursiva), como si estuvieran jugando una partida de ajedrez cósmico. Cada uno representa a uno de los estados antiguos que formaban este mundo, y tienen el pacto de no atacarse entre ellos. Eso no impide que utilicen toda la serie de argucias y de personas interpuestas para que triunfen sus ideas.

El worldbulding tiene su fuerza en las tierras, su referencia con los dioses y la utilización muy inteligente de la técnica, con máquinas voladoras que lo hacen a través de un gas que pesa menos que el aire y otros artilugios todos basados en el bambú, el jade y la seda. No parecen en ningún momento máquinas imposibles de conseguir. La magia solo aparece un momento, y se debe entender más de un puente de uno de los dioses con uno de los personajes secundarios, que un sistema de magia propiamente dicho. Aquí las cosas fabulosas vienen de parte de la técnica.

El final de la historia es muy bueno, cerrando la historia perfectamente e incluso si no hubiera tenido continuación la historia quedaba bien cerrada. Una lectura que puede gustar a los amantes del género que quieran leer historias diferentes desde puntos de vista culturales bastante opuestos a lo habitual, pero también puede gustar aquellos que les gusta las historias de aventuras, con menos sangre, sistemas de magia con una narración que acompaña en todo momento el lector.

Para mi será una de mis lecturas del año sin ningún lugar a dudas. Un total descubrimiento, y de nuevo una bocanada de aire fresco al género.


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Conocí a Ken Liu gracias a sus maravillosos y sorprendentes relatos, primero en la página de Cuentos para Algernon y luego en antologías como las Terra Nova o A la deriva en el mar de las Lluvias y otros relatos, así que cuando se anunció que La gracia de los reyes iba a ser publicada en español me sentí completamente feliz. Un autor que me había conquistado con sus historias cortas tenía muchas posibilidades de hacer lo mismo con su primera novela, y vaya si lo consiguió.

“Para vengarse, incluso un conejo puede aprender a ser un lobo”.

Esta es la historia de las Islas de Dara, siete estados que anteriormente eran independientes y poseían cada uno sus propios reyes, costumbres y particularidades, pero que ahora se encuentran bajo el dominio de Xana, una nación que se encargó de conquistar a los otros seis estados rompiendo así su equilibrio natural. Ahora todos se encuentran bajo el mandato de un tiránico emperador llamado Mapidéré que oprime al pueblo exigiéndoles trabajos de esclavos para completar mega construcciones ideadas por él, despojó a la nobleza de sus tierras enviándolos a diferentes estados y castiga severamente cualquier muestra de traición.


En medio de este nuevo régimen se encuentran dos personajes diametralmente opuestos, pero cuyos caminos acabarán encontrándose. El primero es Mata Zyndu, un noble de una familia caída en desgracia y que fue exterminada casi en su totalidad, pues su abuelo fue el general del ejército que más tiempo se resistió a la invasión de Mapidéré. Solamente él, que era un bebé en el momento de la conquista, y su tío Phin que era poco más que un niño asustado que se escondió cuando todos los demás fueron asesinados, son los supervivientes de una familia de guerreros que ansían la oportunidad de enfrentarse a Xana y restituir el honor de su clan.

Por otra parte, nos encontraremos con Kuni Garu, un joven con don de gente y que sueña con una oportunidad de ser mejor, pero que pasa sus días bebiendo en bares junto a sus amigos, entreteniendo a todos con su ingenio, del que se vale también para salir de los no pocos problemas que le acarrea su estilo de vida. Un joven sin trabajo que está esperando su oportunidad, aunque no sabe qué es exactamente lo que aguarda.

Tanto Mata como Kuni, jugarán un papel decisivo en los sucesos que van a acarrear la caída del imperio creado por Mapidéré, pero deshacerse de un emperador tirano será solo el inicio para muchos más problemas. Los ideales nobles no siempre lo son tanto, hay diferentes maneras de impartir justicia y el criterio de lo que es bueno, correcto o simplemente lo mejor que hacer en cada situación, difiere tanto del observador, como del observado, en definitiva el poder puede llegar a corromper incluso a los mejores hombres.

"Si aprendes lo bastante sobre el mundo, hasta una brizna de hierba puede ser un arma".

Todo ello, en medio de las maquinaciones de los dioses, que en Dara son ocho y cada uno tienen su propia agenda, y aunque hicieron un pacto de no intervenir directamente en la vida de los humanos, se complacen en mover sus hilos para influir en las decisiones de los hombres y que terminen participando en su despiadado juego. Kiji el dios del viento y patrón de Xana, está en guerra con Kana y Rapa, las gemelas patronas de Cocru, lugar del que son Mata y Kuni, y cada dios cree tener la razón y está decidido a hacer cualquier cosa para ganar.

La novela según las palabras del mismo Liu es una interpretación libre del origen de la dinastía Han, así que la obra es una fantasía épica con tintes históricos, donde podremos disfrutar de grandes batallas, pero también de cosas tan asombrosas como máquinas voladoras, submarinos, y de inventos que toman como referencia a la China medieval, pero que se transforman en objetos realmente sorprendentes, un subgénero que el autor a denominado el “Silkpunk” (sí el Silk es por la seda) y que es un homenaje al steampunk que todos conocemos, pero con una vuelta de tuerca, curiosa y original, y no les quiero hablar de los increíbles inventos en profundidad para que puedan descubrirlos ustedes mismos.

Si la ambientación que ha creado Ken Liu es fabulosa, lo son también todos sus personajes, pues tanto los secundarios como los principales son increíbles y complejos, nadie es totalmente bueno, o totalmente malo, y podremos conocer sus deseos más ocultos, verlos sufrir, reír, enamorarse, así como también ser traicionados o traicionar. Me gustaron particularmente una pareja de hermanos que es entrañable y un recaudador de impuestos que demostró ser mucho más hábil de que lo se podría imaginar. Porque otra cosa que hace muy bien Liu es sorprenderte cuando menos te lo esperas.

Si hay algo que me ha gustado todavía más de la novela, es el tratamiento que hace Ken Liu con sus personajes femeninos: todos brillan. Desde una herborista que desafía a su propia familia al elegir marido, hasta una princesa hermosa que quiere hacer algo más que representar el papel de mujer guapa como todos esperan de ella, pasando por la mayor estratega que nadie pueda imaginar y recalcando la importancia decisiva que puede tener la participación de las mujeres en una guerra. Mi favorita es sin dudar Gin Mazoti, estoy deseando que todos puedan conocerla

"Espero que algún día puedas vivir en un mundo en el que no tengas que sentir miedo por ser mujer".

Tanto la edición en tapa dura de la editorial Alianza como la traducción Francisco Muñoz de Bustillo son increíbles y hacen que leer a Liu en español sea un placer. No solo nos encontraremos con intrigas, traiciones, venganzas y secretos, la novela cuenta con muchos narradores, de manera que podemos conocer diferentes puntos de vistas sobre un mismo tema, lo que nos permite así mismo comprender las diferentes motivaciones de los personajes, y el por qué actúan de determinada manera, la consecuencias de sus acciones y omisiones. ¿Cómo de una idea noble surge un tirano? ¿Por qué de unificar los pueblos es un mal plan? ¿Qué hace que un amigo traicione a otro? ¿Eran los siete estados antes de ser conquistados tan justos y nobles como ellos creían? ¿Qué pasa con los campesinos mientras los señores juegan la guerra? ¿Qué ocurre con ellos cuando el conflicto termina?

En La gracia de los reyesKen Liu consigue emocionarnos, hacernos sufrir las decepciones con sus personajes, la traición, admirar los actos de verdadera nobleza, soñar con un mundo diferente, pero sobre todo apreciar el arte de la política, ver las consecuencias de los actos, incluso los más pequeños. Es una novela de fantasía fabulosa, con unos personajes increíbles y en resumen, un libro que todos deberían estar leyendo, otro de mis favoritos del año. Ya estoy ansiando leer la segunda parte, necesito visitar de nuevo las islas de Dara, ver que traman los dioses a continuación.

Enlace: http://inthenevernever.blogs..

Alianza publicó ya en la colección de Runas el último tomo de la tetralogía de "La dinastía del Diente de León",así que me he animado para comenzar esta saga épica.

Ken Liu ,su autor,es muy conocido por su libro "El zoo de papel y otros relatos ".

Destacar su labor como traductor con "El problema de los tres cuerpos" de Liu Cixin.

Dicho esto,que comience la aventura:
En las islas de Dara un imperio corrupto tiene sus días contados .
Mata y Kuni derrocan la tiranía imperial,pero comienzan otra nueva guerra,por el poder,como no.

Dioses que generan conflictos,mujeres fascinantes que mueven los hilos como los mismísimos dioses,una mariscal que lidera ejércitos en un mundo de hombres.

Entiendo perfectamente que se este prepara una serie.Si os gustó "Juego de Tronos","La rueda del tiempo ","Nacidos de la bruma"...no dudéis en adentraros en estas páginas.

Las aventuras se suceden a un ritmo lento porque cada personaje va dando su perspectiva en capítulos separados,pero el resultado final bien merece la atención lectora.

Solo hay dos opciones,estarás del lado del crisantemo o del diente de león.

No todos los días un escritor crea un subgénero dentro de la fantasía y Ken Liu se saca de la manga en esta novela el silkpunk. Una especie de steampunk pero en lugar de usar el vapor o el metal se utilizan la seda, el bambú y una ambientación basada en la historia y mitología chinas.
Y este es el punto fuerte de la novela: una atmósfera y una profundidad en el mundo creado que demuestran que Liu ha pasado muchas horas imaginando este universo.

Donde no ha innovado tanto ha sido en la historia en sí ya que podemos encontrar todos los elementos comunes a la fantasía épica: imperios, rebeliones, traiciones...Y esto tal vez no hubiera sido un problema pero la forma que ha elegido Liu para narrarlo es lo que me ha supuesto más impedimento para entrar completamente en la historia.
Ken Liu es un maestro en relato corto y ha intentado llevar esa estructura a la novela. Aquí nos encontramos con que cada capítulo es un microcuento en los que transcurren a veces meses o incluso años. Y cada capítulo te va dando una pincelada de lo que quiere contar para que te hagas una idea de la historia general. Y eso a mí no me ha convencido.

“La gracia de los reyes” cuenta la historia de las islas de Dara, formada por un conjunto de estados que el actual gobernador, el emperador Mapideré, conquistó a base de guerras y sangre para hacer surgir el Imperio Xana, el cual domina de manera opresiva y dictatorial apoyado por un fuerte ejército dotado inclusive de una original flota de aeronaves (todo un avance en un contexto medieval como el que propone la novela) La represión y dureza del mandato del emperador provocan en un momento dado una rebelión que empieza a extenderse por todos los estados y que va cogiendo fuerza desde diferentes facciones, comenzando una guerra en la que Kuni Garu (un antiguo guarda de prisión) y Mata Zyndu (descendiente de una familia noble masacrada por el emperador) desarrollarán un papel fundamental. Una guerra de hombres orquestada en todo momento por los caprichosos dioses de esta civilización, que ven en ella un divertimento y utilizan a los guerreros como peones en su particular tablero de juego.

Ken Liu presenta en “La gracia de los reyes” un relato embriagador en el que las pasiones humanas van marcando el cauce de una guerra sustentada en traiciones, venganzas personales, conveniencias y ambiciones, unido todo ello a los caprichos y objetivos de unas deidades profundamente imperfectas que más bien parecen humanas que divinas. Lo que más me ha gustado de este libro es que el lector conoce el pasado y las motivaciones de cada personaje mínimamente importante en la historia, lo que la hace más humana y realista, además de ir presentando el avance de la guerra de manera geográfica en los distintos estados, con unas tácticas y estratagemas tan originales como imaginativas y con todo el encanto de la cultura y mitología oriental propia de la época medieval. Muy sorprendente también me ha resultado la mezcla de misticismo y tecnología que Ken Liu propone ya que, guiados por la fe y el conocimiento de la mitología, algunos personajes son capaces de crear maquinaria de guerra impensable en la época como aeronaves propulsadas por globos rellenos de gas, o ballenas mecanizadas que se convierten en una trampa para el enemigo, por no hablar de las luchas en el aire mediante personas colgadas en cometas…
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