Me resulta complicado "etiquetar" esta historia en un género concreto. Hay quien la incluye en la LIJ, pero yo no lo tengo tan claro por los temas que trata el autor y la forma de hacerlo. Quizá el envoltorio (por así llamarlo), es decir, una fábula no solo con ilustraciones, sino presentando como héroes a un reino de osos que pueden resultar de lo más adorable, nos lleve a pensar que es un relato infantil. Sin embargo, hay momentos bastante crudos y temas presentados de forma muy directa, sin metáforas que los endulcen, y que pueden resultar chocantes para una mente de niño. Sí, qué cuento de los clásicos no es cruel, pero le falta ese toque de magia, luz y color con el que siempre cuentan los textos para los más jóvenes. Por otro lado, las moralejas (porque hay varias y que se van dando a lo largo de la fábula y no solo al final), tampoco están a su alcance, al menos todas. Quizás hago mucho hincapié en este aspecto, pero aparece varias veces en el texto (prólogo y epílogo) que es un texto para leer a cualquier edad, y ciertamente no me atrevo a proponérsela a mi hija de 8 años. En cualquier caso, es una lectura que me ha gustado mucho, que engancha conforme avanza, que trata de temas que no cambian a lo largo de las décadas y cuya historia no termina una vez llegas a la última página, pues permanece en tu mente un poco más, surgiendo los famosos "y si...". ¿Fueron las decisiones de Leoncio, de Ambrosiis o Salnitro acertadas? Quizás sí, quizás no. Eso queda a elección del lector, y es por eso que esta historia va más allá de sus páginas del texto escrito. Implica al lector y eso ya es en sí un hecho remarcable. Mi puntuación 5/5.
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