La esposa inocente

Una vez leída la sinopsis, me llamó la atención por la premisa de la que parte, porque es una situación que se da mucho más de lo que creemos en otros países y que a mí, psicológicamente hablando, me fascina y repele a partes iguales. ¿Que lleva a cientos, miles de mujeres de todo el mundo, a cartearse con asesinos y criminales de todas las calañas (sobre todo si son guapos o atractivos físicamente hablando, claro) cual groupies de una banda musical famosa? Es más, ¿cómo son capaces algunas incluso de enamorarse y dar el paso de transición que va de mandarles cartas a comenzar una relación sentimental con ellos? Porque así es la protagonista de este libro, esa es la premisa de la que parte, y es una premisa muy real en países como Estados Unidos.

Samantha es una joven inglesa que se enamora de Dennis Danson, un norteamericano que se encuentra preso en el corredor de la muerte desde hace casi veinte años a la espera de su ejecución por el asesinato de Holly Michaels. Aparte de este cadáver desaparecieron seis chicas más en los alrededores de Red River, el pueblecito de Florida donde todos vivían, y aunque jamás aparecieron los cuerpos, todos en Red River consideran a Dennis culpable de su desaparición y más que probable asesinato. Dennis era un adolescente guapo y fotogénico de 17 años cuando su juicio copaba horas e imágenes en la televisión norteamericana, y a pesar de ser considerado culpable, se convirtió en objeto de culto y adoración... un culto que, con las redes sociales y la era de la omnipresente imagen del siglo XXI, ha alcanzado sus cotas más altas. Lo que empieza como un carteo tímido entre fan y reo acaba convirtiéndose en noviazgo y luego matrimonio. Pero cuando detienen a otro hombre que se declara culpable del asesinato de Holly y Dennis sale en libertad inesperadamente, comienza una nueva vida para ambos, ya casados pero sin conocerse absolutamente de nada salvo una hora de conversación semanal con un cristal de por medio.

El libro está dividido en dos partes muy claras, que para mi gusto coinciden precisamente con lo mejor y lo peor del libro. En la primera conocemos a Sam, una joven inglesa que empieza a obsesionarse con ese reo tan guapo que ve en las imágenes de hace veinte años y que ella está segura de que es inocente, se vuelve adicta a los foros donde se debate sobre él y el caso, firma peticiones para nueva admisión de pruebas, empieza a escribirle tímidas cartas a prisión, él empieza a contestarle haciéndole sentirse muy especial, pasado un año de carteo en el que ya tienen oficialmente una relación coge el avión y se planta en Los Ángeles, se queda allí a vivir sin trabajo solo para tener la visita de rigor semanal de una hora, se casa con él tras una pedida de mano precipitada a causa de los celos de ella... y así se pasan los meses hasta que ocurre lo inesperado: que Dennis es declarado inocente después de casi veinte años, recibe una millonaria compensación del Estado y sale libre.

En esta parte también se nos cuenta que se está rodando una especie de película documental sobre el caso a cargo de un director famosísimo (ficticio, claro), y la narración fluctúa entre las visitas a la cárcel, el rodaje del documental visitando el pueblo de Red River y a las personas que en su momento tuvieron algo que ver con la investigación, y algunos extractos de un libro escrito sobre el crimen llamado Cuando el río se tiñe de rojo, que nos va poniendo en antecedentes sobre cómo era Dennis (o cómo era percibido Dennis) y su situación familiar y social antes de su detención. Esta primera parte para mí es la mejor del libro sin lugar a dudas.

Luego empieza la segunda parte, la parte en la que viven su vida como matrimonio célebre en libertad (estamos en USA, y lo que a nosotros nos puede parecer surrealista allí lo convierten en fama y muchos focos), y es donde la dirección que toma la historia empieza a torcerse poquito a poco. de esta segunda parte es de la que ya no os puedo contar nada concreto sin hacer spoilers innecesarios, pero digamos que no es lo mismo tener un marido entre rejas al que no conoces de nada y ves sesenta minutos a la semana tras un cristal que un marido con el que pasas las 24 horas al día y al que empiezas a conocer más a fondo... al menos lo que él te deja que conozcas. A lo que se suma que Sam tampoco es la persona más estable y confiable del mundo, y que se mueve entre los celos, los complejos, el odio, el miedo y el deseo, así que forman una pareja un tanto peculiar zambulléndose sin taparse la nariz en el pasado de Dennis, un pasado que él no parece muy dispuesto a olvidar... ni sus antiguos vecinos tampoco.

Las grandes virtudes que tiene este libro son sin duda la premisa de la que parte y que se lee rápido. Rapidísimo. Incluso cuando la trama empieza a flojear el libro vuela entre las manos porque quieres ver lo que pasa a continuación. Si os digo que lo he leído en dos tardes que he tenido libres os lo digo todo. El problema está en que la premisa empieza a desinflarse en el momento en que, después de salir de la cárcel y aprender a vivir de nuevo en libertad, parece que la autora no sabía muy bien qué mostrar y qué esconder, y acaba pergeñando un batiburrillo que hace que veas venir todo de lejos por mucho que maree la perdiz. El final en sí mismo, apresurado y un tanto caótico, no ayuda. Si soy sincera me hubiese gustado ya no un final un poco mejor llevado, sino más atrevido y que no cumpliera punto por punto lo que tú intuyes que va a ocurrir durante muchas páginas.

Los personajes son tal para cual. A Sam la pinta como una mujer acomplejada por sus kilos de más, sus encías grandes y sus dientes pequeños, que tiende a obsesionarse con sus parejas sentimentales. Lo hizo con su anterior novio y lo hace con una persona como Dennis, que a poco que le presta un poco de atención en la primera carta se enamora de él y sale tirando para Los Ángeles dejando trabajo, familia y amigos para visitarle en prisión. Con este personaje he tenido mis más y mis menos. A ver, partimos de la base de que se casa con él cuando es considerado culpable de asesinato, está en el corredor de la muerte esperando su ejecución y, básicamente, no lo conoce absolutamente de nada salvo que es muy mono y le dice que está enamorado de ella. A mí me ha parecido una mujer a la que le gusta tener al novio guapo entre rejas para no tener que lidiar con el día a día y las decepciones: si él está ahí dentro y ella fuera, está casada pero se ahorra todas las complicaciones de vivir en pareja. Pero es que encima durante el resto de la novela no dejan de pasar cosas raras que harían correr a cualquiera con dos dedos de frente, y ella solo piensa en lo calentorra que se pone cuando lo tiene cerca. Todo un personaje esta Sam... y no en el buen sentido.

¿Dennis? Yo creo que este era el personaje bombón de la novela, el más difícil de trazar porque no solo es el personaje al que corresponde la maleta de la ambigüedad, sino que estamos hablando de un hombre de 38 años que se ha pasado casi los últimos veinte en prisión y que no tiene ni idea de lo que son las redes sociales, internet o Netflix. Sale a un mundo digital que desconoce por completo y al que se ve abocado de cabeza por su condición de celebridad, y creo que en este aspecto no hace mal trabajo la autora. Tampoco es que sea brillante, pero sí que creo que está bien plasmada esa apertura de ojos al siglo XXI. Ahora, en el aspecto de la ambigüedad patina un poco, se le ve venir de lejos y no creo que esté del todo bien llevado (con este personaje no debo ir más allá).

En resumen, hay que reconocerle la facilidad con la que se lee, la muy buena premisa de la que parte y esas primeras 110 páginas del libro (las mejores sin lugar a dudas) en las que te mete en un mundo difícil de entender desde fuera como es el de esas mujeres que deciden hacer caso omiso al sentido común y comienzan relaciones con presos condenados a los que no conocen de nada simplemente llevadas por algo muy parecido al fenómeno fan.

¿Lo recomiendo? Es una lectura de estas que no exigen demasiado del lector, así que si alguien quiere una lectura fácil, rápida y sin complicaciones entre lecturas más exigentes, cumple su función. Pero que no le pida más, porque no se lo va a dar. Se queda un poco a medias con respecto a lo que promete al inicio del libro, pero lo compensa en calidad de lectura rápida y entretenida. Ya depende de cada lector si eso le resulta suficiente o necesita algo más cuando abre un libro.
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Empecé La esposa inocente con muchas ganas, la portada ya de por si es llamativa, bonita y te atrapa. Lees la sinopsis y dices: "¡¡¡ Quiero más!!!", así que no pude evitar colarle entre mis pendientes.
La historia comienza con algo típico de ciertas películas americanas, que a mí me ha recordado a las del fin de semana de la hora de la siesta: Una chica solitaria a través de internet se obsesiona con un caso de Denis, un chico en el corredor de la muerte. Denis tiene un grupo de "fans", que a través de foros, redes sociales, recogida de firmas, etc, intentan revocar la sentencia para que salga libre. Además de una productora que realiza una película/serie de TV sobre su caso. A Denis se le acusa de un asesinato de una chica y de otras en las que no aparecieron finalmente los cuerpos.
Sam que así se llama nuestra protagonista, empieza a cartearse con Denis por correo postal, y tachán!! Se acaba enamorando. Decide dejarlo todo e irse a la otra punta del mundo (de Inglaterra a EEUU), para conocerle. Aquí se encuentra con Carrie, la chica que hace la serie y decide ir con ella por el pueblo para interrogar a testigos, al padre de Denis... y aparecer en la serie.
Hasta aquí podría decirse que no está nada mal. El problema es que de aquí para adelante para mí ha ido perdiendo fuelle y llegado a un sin sentido. Se casan cuando el aún está en el corredor de la muerte y no sabe si va a ser liberado o no. al final, Denis sale de la cárcel declarado inocente, y se empieza a comportar de una manera MUY rara. Y Sam, traga con todo. La trata mal, pasa de ella, la oculta cosas, y ella dice amén a todo. La actitud de la protagonista no me ha gustado nada, me ha parecido un poco denigrante. Además de que ella también en ocasiones se comporta rara, parecía un poco bipolar.
Después de salir de la cárcel, ocurre algo que provoca que vuelvan a la casa donde Denis se crió, y a partir de aquí todo se precipita y el final me ha parecido muy soso. No me lo esperaba y además la actitud no cambia en ningún momento después de todo por lo que pasa.
No sé, no me ha dejado muy buena sensación, la verdad que me esperaba otra cosa. Lo único bueno es que se lee súper rápido, y si bien es cierto que es una lectura que atrapa, lo que provoca que no abandones el libro.
Para pasar el rato si, pero poco más, no esperes un thriller de los de no olvidar.

A principios de este mes de abril la editorial Roca publicaba La esposa inocente, primera novela de Amy Lloyd. El argumento me causó mucha curiosidad y el último thriller que había leído no me había dejado muy buen sabor de boca, así que me decidí a leerlo.


Dennis Danson lleva veinte años en la cárcel acusado del asesinato de una adolescente. Durante estas dos décadas han sido muchos los que han intentado probar su inocencia, consideran que es un cabeza de turco, sin embargo, nada ha dado resultado.


Ahora, tras muchos programas de televisión, artículos y libros que exprimieron a fondo la tragedia, sus amigos y defensores han decidido crear un documental que siga todos sus pasos desde su traumática infancia hasta el terrible suceso. Hablarán con testigos y vecinos, esperan dar con algún dato que les permite recurrir, tener un nuevo juicio y que se declare la inocencia de Dennis.


Al otro lado del mundo, en Inglaterra está Samantha. Es una profesora con una vida bastante anodina y sin metas ni aspiraciones. Conoció el caso de Dennis por un foro de internet de sucesos en el que sus participantes se dedican a desgranar todos los puntos sobre el caso. Sam comienza a obsesionarse por Dennis y su inocencia. Pronto da el paso de cartearse con él y de decide abandonarlo todo para estar junto al preso e intentar conseguir su libertad.


¿Serían capaces de escribir a un acusado de asesinato? ¿Creerían ciegamente en su inocencia pese a no conocerlo?


Pues esto es lo que le pasa a Sam. Está muy segura de que Dennis, ese hombre con el que se envía cartas y del que se comienza a enamorar es inocente. Sus visitas a la cárcel son continuas y aunque les separa un cristal ambos se sienten muy cómodos y comienzan a surgir sentimientos entre ellos.
Algo ocurre, algo que desmonta todo el caso y obliga a la justicia a dejar en libertad a Dennis. La vida de la pareja se convierte en una celebración. Dennis tiene que aprender a vivir tras veinte años encerrado. Hay muchas cosas que no comprende, sobre todo la tecnología, pero poco a poco va haciéndose hueco en el presente. Las cámaras, la gente, lo asedian, todos quieren la primera noticia, las primeras impresiones de Dennis. Se convierte en una celebridad.

La esposa inocente parte de una premisa, para mí, muy original. Sí, he leído otras novelas de presos, de asesinos, pero desde luego ninguna donde una mujer aparentemente normal lo dejara todo por irse con un acusado de asesinato. Ojo, que sólo hace falta poner las noticias de vez en cuando para saber que en la vida real el asesino también tiene “fans”. Despiertan una clase de fascinación morbosa o quizás el complejo que tienen algunas personas de querer salvar o cambiar a las personas.


Desde el primer momento se intuye que Sam no es una mujer precisamente estable. Tiene una tendencia a obsesionarse con aquello que le importa, y en este caso es Dennis. Es insegura, introvertida y muy celosa. Eso hace que sus relaciones con sus ex parejas, con Dennis y con las personas que las rodean no sean fáciles precisamente. Pero eso no quita a que comience a ver cosas raras en Dennis. Han salido a la vida real, han regresado al pueblo en el que él tanto sufrió y Sam comienza a sospechar que quizás estaba totalmente equivocada.


La novela me ha parecido maravillosamente absorbente. La comencé ya bien avanzada la noche y les prometo que, para mí, fue imposible dejarla hasta saber qué estaba ocurriendo en realidad. Pasaba las páginas cargada de preguntas que se iban multiplicando continuamente, ya bien avanzada la historia la devoraba con ansia deseando saber la verdad.


De la forma de escribir de Lloyd solo puedo decir que me ha gustado mucho. Es sencilla y directa. Eso hace que uno devore la historia sin apenas darse cuenta. Y lo más importante, sabe jugar con el lector. Me pasé media novela pensando que Dennis era inocente y Sam una paranoica y la otra pensando que era culpable y Sam una víctima. Justo como debe ser un thriller.

La esposa inocente es la historia perfecta para los amantes del género. Una novela cargada de tensión y sospecha. Una historia adictiva y ágil con la que disfrutar de principio a fin.
Sin duda Amy Lloyd es una autora a la que tener muy en cuenta.
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Dennis Danson fue declarado culpable de asesinato y lleva esperando veinte años en el corredor de la muerte. Entorno a él, ha habido mucha polémica, han grabado hasta documentales y escrito libros sobre su vida y su caso. Hasta tiene clubs de fans en internet. Samantha vive al otro lado del mundo, en Inglaterra cuando comienza a cartearse con Dennis, ella cree en su inocencia. Tal es el punto que deja toda su vida y viaja hasta Estados Unidos a ver a Dennis. Y un día, tras un giro en una investigación, es declarado inocente. Esto realmente es la sinopsis y lo que ocurre solo al principio del libro.
La historia en principio me ha parecido algo bastante novedoso, un thriller con un argumento distinto a lo que solemos encontrarnos. Cada página que iba pasando pensaba que era poco creíble, pero después me daba cuenta que estamos en Estados Unidos y allí es muy frecuente el show que nos cuenta en este libro. Hacer un reality show sobre un condenado a muerte por asesinato y que tenga clubs de fans es algo escalofriante y casi impensable en España pero allí se ve algo “normal”.
Los personajes es lo que menos me ha convencido de este libro. Sobre todo Samantha. La autora ha querido presentarnos a una mujer débil mentalmente, falta de cariño y de amigos, necesitada de amor y atención. No he logrado empatizar con ella, a cada decisión que tomaba, más me indignaba, supongo que eso precisamente es lo que busca la autora del libro. Quizás con quién más empaticé fue con Dennis.
El libro se lee con bastante rapidez, la verdad es que es un verdadero “pasapáginas” , a cada capítulo acabado te quedas con ganas de saber más y más. La incertidumbre que nos plantea en el libro te engancha realmente a sus páginas.
La trama como decía es bastante original, el único fallo que le he visto a la historia es que se le ve venir desde el principio, al menos en mi caso. En estos libros lo importante es que sorprendan al lector y a mí “La esposa inocente” no ha logrado el objetivo.
En resumen, “La esposa inocente” es un thriller bastante adictivo, escrito con un lenguaje fácil y una trama en principio asombrosa para acabar con un final un tanto light.

Cuando leí la sinopsis de esta novela, tenía claro que eran de las que más me gustan. Como sabéis, donde haya intriga, allí estoy yo dispuesta a leerla, para intentar descifrar el puzzle que entraña la historia.

Partimos de la cárcel de Altoona, donde Dennis Danson está preso desde su adolescencia, acusado de cometer un crimen. Además, por esa misma época, desaparecieron más chicas, las cuales no han sido encontradas, a día de hoy.

Las pruebas que le incriminan no son muy sólidas, por lo que sus abogados siguen trabajando en demostrar su inocencia. Dennis, además, cuenta con el gran apoyo de Carrie, que trabaja en una productora en la que se realiza un documental basado en su caso. Esto se ha hecho muy viral en las redes sociales, y cuenta con muchos seguidores que defienden a Dennis. Y es aquí donde entra en juego Samantha, la cual vive en Londres y está muy obsesionada con el caso, tanto que no duda en cartearse con Dennis, enamorándose de él, e incluso va a visitarlo a la cárcel.

Una vez demostrada su inocencia, sale de la cárcel, y es entonces cuando Samantha se da cuenta, poco a poco, de que Dennis no es el tipo encantador con el que se carteaba y que tiene gestos y modos que son de lo más fríos y calculadores. La verdad es que el carácter de Dennis es tremendo, la autora lo describe tan bien que es inevitable sentir cierto odio y desconcierto sobre él.

Conoceremos a otros personajes importantes como Lindsay, amiga de la infancia de Dennis con la que mantiene una gran complicidad. Samantha sentirá muchos celos y desconfianza de ella y viviremos momentos de lo más tensos.

Una vez planteada la historia de la novela no os puedo desvelar nada más, porque merece la pena ir descubriéndola poco a poco. Solo deciros que la intriga está asegurada y que a lo largo de la novela, la autora nos irá dejando pistas de lo que puede ser que haya ocurrido. Eso sí, no es llegado hasta el final cuando por fin se desvela la verdad.

La novela consta de 332 páginas estructuradas en un prólogo, 40 capítulos y un epílogo. Nos la relata un narrador omnisciente, que en todo momento te va situando en la historia, detallándonos el carácter de los personajes, así como los lugares donde se va desarrollando las tramas.

La pluma de la autora es magnífica, ya que crea mucho misterio e intriga en torno a la desaparición de las niñas y su por qué. Otra cosa, que es de destacar, es la manera en la que ha creado el personaje de Dennis y su evolución. Como os comentado antes, es alguien al que es muy fácil odiar y sospechar de él, a pesar de no tener claro si es inocente o culpable.

La autora lo ha hecho genial, perfilando a un personaje cuyos cambios de humor y personalidad asombra, y precisamente ha sido uno de los detonantes de que no pudiera dejar de leer, quedando totalmente sumida en la lectura en busca de unir los hilos y aclarar la trama.

Sin duda alguna es una novela que recomiendo a todo amante de thriller ya que, entre la intriga, los giros y el perfil de los personajes, os mantendrá enganchados.
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