La buena tierra

4 🌟 En esta novela nos situamos en la China precomunista y seguiremos de cerca a Wang Lung, un labrador chino que trabaja sus propias tierras fuera de la ciudad; este campesino es humilde y muy trabajador pero también ambicioso. Llega el momento de tomar esposa y su padre le busca una mujer esclava en la mansión de una gran familia de la ciudad, la familia Hwang, y con ella formará su propia familia. Pasan por momentos terribles, de fuertes sequías e inundaciones, teniendo que sobrevivir como pueden, pero de la mente de Wang Lung nunca se va el orgullo de tener sus propias tierras y la intención de hacerse con más para hacer de su familia una gran familia, como aquella a la que en cierto momento fue a recoger a esa esclava que pasó a ser su esposa. Somos partícipes de su paso de humilde labrador, con escasos medios, a pudiente terrateniente, y las transformaciones que en él se dan. También conoceremos a sus hijos y a las familias que estos forman. Pero la protagonista indiscutible de esta obra es la tierra, la buena tierra.

Se retrata muy bien la cultura china de ese momento. He disfrutado de esta novela muy bien narrada que me ha mantenido en todo momento con ganas de continuar para saber cómo iba creciendo esta familia, sus alegrías y penas, su lucha y sus recompensas. Una novela dura por momentos y realista, que consigue transmitirte e inmiscuirte en la historia de estos personajes.

Ambientada a principios del siglo XX en la China rural, La buena tierra narra la vida de Wang Lu y su familia. Se podría decir que la novela se encuentra dividida en dos partes donde se muestra, por un lado la vida campesina y por otro, como vivían las familias acomodadas.

De esta manera, en la primera parte se describe como Wang Lu se casa con O – Lan una esclava de una casa acomodada, con la intención de tener a alguien quien cuide del hogar y de su padre, que le ayude con el trabajo en los campos y que le de descendencia . Es aquí donde se describe la vida prácticamente feudal que vivían los campesinos, el hambre extremo que sufrían cuando no había buenas cosechas y la desesperación de familias enteras ante las épocas de hambruna , las cuales les hacían tomar decisiones extremas (ya fuesen cuestionables o no ) para salir adelante y sobrevivir.

Es también en esta parte donde se puede ver esa diferencia tan grande entre clases sociales y el egoísmo de las familias acomodadas , pues se consideraban con el derecho de tomar lo que creían suyo y despilfarrar sin ningún tipo de consideración mientras el pueblo se moría de hambre.

Y en la segunda parte de la novela, Wang Lu comienza a ascender socialmente y a tener una economía estable hasta finalmente convertirse en un hombre rico y admirado por el resto de campesinos. Wang Lu sufrirá una transformación completa, olvidando sus años de pobreza y llevando una vida de gran señor y todo lo que conlleva: tomar a una segunda esposa y dar siempre una imagen de prosperidad y riqueza. Y a su vez se muestra como se organizaba el hogar con las esclavas y concubinas, y la estructura familiar.

También he de destacar la imagen tan cruda de la mujer en sociedad, siempre sometida al hombre y cuyo único papel era o bien ser esposas y madres o ser esclavas y prostitutas. de hecho, los campesinos no daban nombre a sus hijas, sino que las llamaban esclavas porque sabían que tarde o temprano iban a ser vendidas como tal.

En general es un libro que me ha gustado mucho por la realidad tan cruda que muestra y aunque se describe el egoísmo y la mezquindad humana en estado puro, realmente puedes llegar a entender que las circunstancias personales y lo que se considera socialmente correcto, hacen que se tomen determinadas decisiones por muy cuestionables que sean.

Decían que nadie conocía China como Pearl S. Buck y ‘La buena tierra' es una muestra maravillosa para validar la afirmación. Interesarse por este libro parte precisamente de allí, de descubrir cómo es que la autora nos lleva por ese mundo. Pero este libro es más, mucho más.

Una sociedad rural atrapada entre el amor y el deber, entre la tradición y la novedad, entre ‘lo que debe ser' y ‘lo que puede ser'. Contrastes profundos y arraigados en Wang Lung (protagonista del libro), casi tan arraigados como la tierra que labró, cuidó y mantuvo durante toda su vida. Y es esa tierra, un personaje en sí misma, cuya presencia nos rodea y atrapa, el eje central de una familia, de sus triunfos y derrotas.

Un libro que trasciende a su época y geografía, pues es la condición humana, la forma en la que la autora trata los sentimientos, las emociones, lo que hacen que este libro se aferre a nosotros. Son sus voces y silencios, sus acciones, temores y alegrías, las que hacen que esta historia sea tan grande. Pearl S. Buck entra como nadie en aquello que llamamos 'humanidad', y a través de esos personajes, perdidos en algún punto del tiempo y en algún punto de la China rural y precomunista, somos capaces de reconocer que todos, da igual dónde o cómo, todos buscamos lo mismo: poder ser lo que somos y vivir en paz.

Situada en la China antes de la revolución nos muestra la vida del campesino Wang Lung en la víspera de su boda con O-lan, una esclava silenciosa, determinada, fuerte y valiente con la que se casa para trabajar incansablemente la tierra y formar una familia superando hambrunas, injusticias y guerras.


Reveses, tristezas, alegrías(pocas) , esperanzas, triunfos y fracasos llenan de forma inolvidable las páginas de esta obra que retrata las penosas condiciones de vida de los campesinos chinos en medio de una existencia casi medieval.
Con gran sensibilidad describe el profundo sentimiento hacia la tierra como punto de anclaje a la vida y signo no sólo de prosperidad sino también de pertenencia, la confluencia entre los nuevos y los viejos tiempos, el papel de la mujer en la familia y la lucha por la supervivencia en un lugar y un tiempo complejos.

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Es un relato sencillo pero con el que he sufrido bastante por la dureza de la vida de los protagonistas y por el egoísmo, crueldad y maldad de casi todos. O-lan, la mujer de Wang Lung ha sido la única que me ha emocionado y a la que he admirado por su fortaleza y por su inteligencia y también me ha dolido por su extrema sumisión, pero claro era lo único que conocía ya que había sido esclava siempre y ante su marido no fue otra cosa, igual que las demás mujeres en esa época.


Y nos enseña el valor de la familia y el honor, la importancia de las tradiciones sobre todo en el ámbito familiar y los abusos por parte de familiares que aluden al parentesco como un deber ineludible para conseguir lo que de otra manera no consiguen. Y también nos muestra cómo el trabajo y la perseverancia permiten superar todas las adversidades y mantener a flote a una familia y sus allegados.

Es una historia costumbrista muy triste y emotiva, narrada con gran delicadeza y calma que muestra la desesperación del ser humano y hasta donde uno es capaz de llegar. Siempre se quedará conmigo.
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Ha sido una lectura que he disfrutado y sufrido mucho a partes iguales. Lo he leído bastante rápido gracias a la forma que tiene de escribir la autora.
Ambientada en la China de antes de la revolución, Wang Lung acabará casándose con una esclava, que le ayudará no solo a mantener la casa, sino también las tierras. Es un libro triste y duro y lo que más me ha costado digerir es la crueldad y el egoísmo de algunos personajes. Una novela recomendable pero eso sí, la mayor parte es un sufrimiento por las penurias que pasan en algunos momentos y en otros, por las actitudes y decisiones egoístas que toman.