La República o El Estado

Me propuse este año leer más libros de filosofía, y en el marco de ese plan, "La República" parecía una elección obvia. Antes de leerlo, solo tenía una vaga idea del tema del libro. Sabía que Platón describía aquí su Estado ideal, en uno de los tratados de teoría política más antiguos de la historia. En rigor de verdad, sin embargo, el libro trata muchos más temas que el Estado ideal.
Al ser un libro tan antiguo, ha tenido muchas interpretaciones diferentes con el paso del tiempo. En lo personal, me sorprendió descubrir lo mucho que la utopía platónica se asemeja en realidad a una distopía de acuerdo a los standards modernos: es un Estado regido por un sistema de castas, donde en el pináculo se ubican los filósofos. En este Estado se practica la censura, usando para ello el argumento paternalista: no hay que dejar que ideas extrañas contaminen la mente de la gente, de modo que es mejor dejar que unos pocos elegidos decidan qué pueden escuchar o leer el resto. Es un Estado donde se practican formas primitivas de eugenesia (el gobierno tendría la potestad de decidir quién puede tener hijos, quién no, y asignar las parejas) y eutanasia. Desde el punto de vista económico, es un estado comunista, toda vez que la comunidad de bienes, inmuebles y muebles, son de todos y de nadie. Tampoco se permite la familia: la noción es erradicada y los niños son criados por el Estado, que los selecciona en edad temprana en virtud de los talentos que manifiestan para ser educados en una de las castas. Mientras más uno lo piensa, menos gustaría vivir en un lugar como el que describe Platón.
Naturalmente, lo juzgamos de acuerdo a nuestras nociones modernas. Con el beneficio del conocimiento retrospectivo es fácil criticar. Platón instituyó su comunismo económico como una forma de responder a la brecha en las clases sociales y al poder de la oligarquía-agudas críticas que todavía resuenan en el mundo moderno-y la casta de filósofos para prevenir que políticos populistas se aprovecharan de la masa ignorante e impulsiva para alcanzar el poder-nuevamente, otra crítica que resuena actualmente.
Sí se puede criticar que Platón en realidad, a lo largo de la República, presenta sus argumentos como imbatibles: no hay espacio para reconocer que sus teorías pueden estar erradas, o que no se pueden aplicar en todas partes sin tomar en cuenta las características políticas o sociales de los pueblos donde se impondrían. Es por eso que no le doy 5 estrellas.
Más allá de eso, el libro no se detiene ahí. Aquí Platón elabora su famosa "historia de la caverna", acaso uno de los planteos filosóficos más importantes de la historia, y elabora sobre muchas otras cuestiones, como la justicia, el alma, e incluso, una teoría de la reencarnación (esto particularmente me sorprendió, porque hasta donde sabía de la cultura de la Grecia antigua, no sabía que hubiera ni siquiera una mención de la reencarnación).
Tan solo por su portento, su visión, su agudeza intelectual, aunque no compartamos sus tesis, es un libro que todos deberíamos leer.