La Espada maldita

He descubierto una novela de historia alternativa que bulle con los colores brutales del siglo XV y la imaginación desatada de la más oscura de las fantasías.

Jon C.G. recrea la atmósfera opresiva y terriblemente peligrosa de una Venecia ahogada en pobreza, corrupción y maldad. A cada capítulo, se profundiza en las antiguas costumbres de los venecianos, en sus gentes de distinta procedencia, en los sueños rotos de sus habitantes. Las noches se enrarecen aún más con la presencia de criaturas que surgen de mitologías de pesadilla. A ellas se suma un muchacho que estaba emparedado y ahora vaga por las callejuelas empotradas entre canales de agua sucia. Su memoria es un harapo desgarrado de recuerdos inconexos de quién pudo haber sido, sembrando la muerte por donde camina sin saber lo que hace o por qué.

Mientras descubre su sed, retazos de su vida fragmentada cruzan la mente de Tycho. A medida que vislumbramos el oscuro misterio del muchacho de cabellera plateada, otras figuras cuentan sus historias enriqueciendo el intrincado tapiz de la novela.

Tycho descubre poco a poco sus habilidades, algo que le embriaga pero también le pone en peligro. Los poderes que manejan los hilos van tras su pista: Alexa, la madre del Duque de las islas que se comieron el comercio del mundo; Atilo, el jefe de los Assassini, gremio clandestino de espías y asesinos que es uno de los recursos literarios más estimulantes posibles; Roderigo, el capitán de la guardia; el regente Alonzo, ambicioso y cruel; los krieghund, horrores extranjeros que aúllan en la noche.

No hay que olvidar a otros personajes, dos damas de alcurnia que estarán metidas en el meollo de las conspiraciones. Ni al doctor Cuervo o la stregoi, tan siniestros y memorables como dos cucarachas en un vaso de leche. Todos ellos tienen su propia agenda y no cejarán en su búsqueda del triunfo, y de Tycho, aunque tengan que reventar Venecia en el proceso.

Una sorprendente y muy gráfica combinación de historia, terror y ligeras pinceladas de fantasía. ¿Dónde está esa fantasía? En leves pero tentadores trazos. Quizás en el concepto mismo. O en la noche en que circulan bestias no del todo humanas, o en el vampiro que ni siquiera sabe lo que es, o en la magia que se agazapa en los lugares más insospechados.

Personalmente, yo no consideraría esta novela apta para la etiqueta de "fantasía". al menos, no si tenemos en cuenta los elementos típicos del género. Por el contrario, este inusual brebaje está compuesto por una opulenta ambientación histórica, un marcado trasfondo tétrico y una puesta en escena que recuerda al Shakespeare más conspirador.

Leí una reseña de este libro que alababa los personajes secundarios por encima de Tycho, al que decía no haber podido llegar a conocer. Tengo que diferir puesto que Tycho nos va contando sus miserias, sus orígenes, sus pensamientos y sensaciones. Cierto es que se mantiene el misterio hasta el final y más allá puesto que es una de las bazas de la trama. Eso sí, ésta se centra en el sinfín de maquinaciones políticas que hierven en Venecia. Tal vez Tycho no sea tan humano como los demás personajes, cosa que dudo, pero es que en verdad no lo es. Además, emana de él una siniestra tristeza que impregna toda la novela. En cierto momento, se tiene la sensación de que el mundo entero mira a Venecia y, de alguna manera, todo depende de esta joya en el mar. Y Venecia, de alguna forma aún más oscura, depende de Tycho.

Algo soez, de muy variada perspectiva, misteriosa como la niebla que oculta los canales por la noche. Una interesante fantasía renacentista en la que podemos perdernos en el interior de la astuta, retorcida, codiciosa y lasciva atmósfera del siglo XV que el autor teje con deliciosa maestría. Casi se respira el hedor a corrupción al estilo de los Borgia y los Medici. Nadie sabe lo que es el respeto en este mundo si no va acompañado por una bolsa repleta de oro o una daga afilada. ¿Es para todos los públicos? La gente que vive en esta ciudad es despiadada. Se pasa el día conspirando y matando. Sus historias, sus actos y sus planes son terribles, aunque hay mucha humanidad en sus personalidades. Abundan las escenas de gran crueldad que se leen con el espíritu empañado por la angustia. ¿Es imposible de tragar? ¡Qué va! Precisamente es adictiva porque rompe las reglas. Hay de todo, hay mucho misterio y, lo mejor de todo, es que aún falta mucho por contar. Algo que sabremos en las continuaciones: The Outcast Blade y The Exiled Blade.
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Este libro no dejará indiferente a nadie. Es brutal y a veces casi lírico. Su historia, original y novedosa, nos muestra otra visión del mundo sobrenatural, mezclado con retazos de una Venecia histórica casi real y lleno de intrigas palaciegas y asesinatos políticos.

Tycho, el protagonista, es capaz de las mayores crueldades y violencia a la vez que es capaz de entender el amor y el sacrificio. No todo es maldad en él, a pesar de lo que sus instintos más arraigados le obligan a hacer. Él no sabe porqué es así, solo sabe lo que necesita hacer para sobrevivir.

La intriga sobre su origen nos enganchará desde el principio, ¿porqué es como es? Los flashbacks resultan aterradores a la vez que esclarecedores. Y nos van dando una visión sobre Tycho que luego apreciaremos en el momento actual de la novela.

La complicada e intrincada situación política de esta Venecia del siglo XV parece el marco ideal para que Tycho se desarrolle y se nos muestre tal y como es. Ayudado, si se puede decir así, por Atilo. Atilo es el jefe de los Assassini, una secta secreta al servicio de los intereses políticos venecianos y en lucha contra fuerzas ocultas de lo más sorprendentes. El realismo histórico se mezcla de forma magistral con la mejor de las fantasías y las más extravagantes criaturas. Y los Assassini están en medio. Pero Atilo ya es mayor y necesita un sucesor, y nadie sería mejor sucesor que Tycho si consigue “encauzarlo”.

Pero hay muchos más protagonistas interesantes en el libro, no solo estos dos. Tendremos a dirigentes políticos públicos y en la sombra creando y destruyendo reinos e imperios. Tendremos a capitanes de la guardia que jugarán papeles importantes en la trama sin darse ni cuenta. Tendremos enemigos que se enamoran de enemigos y que se sacrifican por amor. Tendremos princesas que rompen corazones incluso cuando estos ni siquiera parecen existir.

Y lo más curioso de todos es que parece que al final todos tienen el mismo propósito y terminan convergiendo juntos en un final que solo te deja con ganas de más. Es un gran acierto que nos los vayan descubriendo poco a poco, que parezca que no van a tener importancia en su primera aparición y luego resulten ser personajes clave en algún momento.

Se alternan situación muy cotidianas con profundas escenas de gran sentimiento al lado de otras llenas de vísceras y sangre… Realmente la violencia, cuando se nos presenta, alcanza cotas muy altas, esto es un aviso a las mentes más sensibles…

Todo el libro es una constante noria de emociones, descubrimientos y revelaciones que te mantienen pegado a las páginas queriendo averiguar cómo, porqué y cuándo. Saboreando cada palabra salida de la pluma del autor como si fuera un manjar porque este libro constituye un banquete en sí mismo.
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