La historia entre Scarlet y Rowdy es de lo más sencilla: se conocen una noche de viernes en una fiesta cuando él intenta impedir que ella entre a dicha fiesta y a partir de ahí empiezan a convertir esos rechazos de viernes por la noche en algo cotidiano entre ellos y, de esta forma, logran conocerse y, posteriormente, hacerse amigos hasta enamorarse. Esta historia es dulce, para nada compleja y esta narrada de una forma tan fluida y sencilla que la lees en un día. Los personajes secundarios son pocos e intervienen en momentos claves de la historia, lo que permite que todo fluya de una manera más natural. No es una historia de otro mundo, pero es divertida y amena de leer. |