Pues no hay en verdad un ser más penoso que el hombre de todos cuantos respiran y por la tierra se arrastran.
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Pues no hay en verdad un ser más penoso que el hombre de todos cuantos respiran y por la tierra se arrastran.
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Héctor:- Ya he vivido este momento en mis sueños. Hagamos un pacto; con los dioses como testigos prometemos, que el vencedor permitirá que el vencido tenga unos funerales apropiados. Aquiles:- No hay pacto que valga entre leones y hombres. Ahora sí sabes con quien peleas. Héctor:- Ayer creí que eras tú con quien luchaba, y ojalá hubieras sido tú, pero concedí a aquel niño el honor que merecía. Aquiles:- ¡Le concediste el honor de tu espada! Esta noche no tendrás ojos, oídos ni legua, vagarás por el infierno ciego, sordo y mudo y todos los muertos sabrán que eres Héctor, el iluso que creyó matar a Aquiles […] Arriba príncipe. Levántate. Una piedra no me arrebatará la gloria. |
¡Hombre sin familia, sin ley y sin hogar es aquel que ama la heladora discordia entre su propia gente!
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Canta oh diosa, la Colera del pelida Aquileo, Colera funesta que causo infinitos males a los aqueos y precipito al Hades muchas almas valerosas de heroes
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Los dioses nos envidian. Nos envidian porque somos mortales, porque cualquier momento puede ser el último. Todo es más hermoso porque estamos condenados. Nunca serás más hermosa de lo que eres ahora. Nunca estaremos aquí otra vez.
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Mirándole con torva faz, le contestó Aquiles, el de los pies ligeros: «No me supliques, ¡perro!, por mis rodillas ni por mis padres. Ojalá el furor y el coraje me incitaran a cortar tus carnes y a comérmelas crudas. [...]»
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Combatieron con roedor encono, y se separaron por la amistad unidos.
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Pues lo que los dioses han hilado para los míseros mortales es vivir entre congojas, mientras ellos están exentos de cuitas. |
Y caminaba, semejante a la noche
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Siempre el pensamiento de Zeus que lleva la égida es mas eficaz que el de los hombres y pone en fuga y le quita la victoria al varon esforzado, aunque el mismo le haya incitado a combatir
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises