Heaven

El protagonista de "Heaven" es un joven de catorce años que sabe que es diferente. No es algo que él intuya o piense, es algo que le han hecho creer. El joven padece estrabismo, y excusados bajo esta diferencia que parecen no comprender, sus compañeros de clase lo someten a un brutal y continuo acoso, un trato vejatorio que provoca la risa de algunos compañeros y la indiferencia de otros. La soledad asola al muchacho, que parece haber asumido que merece este trato, que ese rasgo distintivo justifica la violencia que sufre. Sin embargo, una tarde al sentarse en su pupitre descubre que alguien le ha escrito una carta, una compañera de clase que sufre el mismo acoso que él. de pronto, ambos se sienten menos solos, y encuentran en el otro a un igual, a una persona que comprende su sufrimiento.

Hay veces que un libro te toca de manera especial porque de pronto te hace recordar una época pasada, obligándote a revivir un momento desagradable de tu vida. No todas las historias que tocan temas que nos resultan conocidos consiguen ese efecto, sin embargo, a veces ocurre que desde la primera palabra conectas con los personajes y descubres que entiendes perfectamente como se sienten, que de pronto sus sentimientos son los tuyos y su historia la tuya, y esta te agarra, se mete bajo tu piel y ya no te suelta. No te suelta durante el tiempo que dura la experiencia, pero intuyo que "Heaven" es de esos libros que no me abandonará jamás.

Siempre que leo un libro que me impacta como este digo lo mismo, por libros como este soy lector. Me alucinan las historias que me remueven, que me hacen sentir mil emociones, que me llevan de un sentimiento a otro opuesto, que me quiebran un poco, pero que también me sanan. He empatizado mucho con sus personajes, reconozco la sensación de encontrar a un igual en otra persona, de forjar una unión a base de juntar herida con herida, dolor con dolor. Creo que de ese tipo de uniones nacen las mejores amistades, las mayores comprensiones. Y esto es lo que pasa con nuestros dos protagonistas.

Me gusta especialmente como Mieko Kawakami presenta la historia, ya que lo hace sin dulcificar nada, mostrando lo violento del acoso, a nivel físico, pero también a nivel psicológico. Como esta violencia mina poco a poco la autoestima de las personas. Pero también me ha gustado mucho como presenta a los acosadores, ya que no solo cae en el recurso fácil de "atacan al diferente" o "solo es miedo". Y no lo digo porque no sean ciertos esto casos, lo son, y la autora los explora, pero también existen personas malas, que disfrutan con el sufrimiento ajeno, que saben lo que hacen y que buscan provocar ese dolor, y este tipo de individuo también es representado en la novela. Se puede ser adolescente y se puede ser un ser malvado que disfruta infligiendo dolor.

Y pese a todo, la magia de la novela reside en que consigue ser tierna, dentro de toda esa brutalidad, de toda esa violencia. El libro es explícito, es duro y crudo, y está contado desde el foco, desde quien sufre la violencia, pero su voces son tan inocentes, tan dulces, que experimentas la necesidad de proteger a esos niños a los que están destruyendo y que creen que lo merecen. Es una delicia asistir a la unión que van forjando estas dos personas rotas que buscan ese lugar seguro en el otro. Juntos tienen tantas reflexiones interesantes, pensamientos que yo mismo he tenido y compartido con otros, que no he parado de hacer anotaciones.

Aunque la creación del protagonista me ha encantado y he empatizado con él desde la primera página, la evolución del personaje de Kojima me ha cautivado por completo. Es un personaje lleno de contradicciones, que sufre un revoltijo de emociones y cuyas actuaciones quizás no sean comprensibles para todo el mundo, pero que yo he entendido perfectamente. Me he sentido reflejado en esas reflexiones constantes que tiene tratando de buscar una explicación razonable a lo que está viviendo, tratando de separarse como persona de las que actúan como sus compañeros, tratando de situarse en otro punto de entendimiento superior como única arma para combatir la violencia y no dejarse arrastras por la pena. Por otra parte, he empatizado mucho con el hecho de que la “excusa” que los acosadores usaban para molestarla partía de una decisión de la propia Kojima. Me hizo acordarme de las infinitas veces que alguien me decía que quizás me lo buscaba por vestir como vestía o por ser como era. Es increíble este personaje. Lo es.


No es raro que me emocione con los libros, pero este ha conseguido llevarme hasta las lágrimas desde el principio hasta el final. Sobra decir que con esta historia, Mieko Kawakami ha despertado un deseo irrefrenable en mí de conocer toda su obra, de ver si el resto de esta me provoca el mismo efecto, de comprobar si se une a ese selecto grupo de autoras que me agitan, que remueven todos mis cimientos, autoras de la talla de Han Kang. Qué bonito cuando un libro te gusta tanto, cuando es triste, duro, tierno y crudo a la vez, cuando se vuelve parte de ti.

Ser diferente no es malo. Cada ser humano es distinto al resto, en mayor o menor medida. Y es maravillosa esa diversidad entre nosotros, esas cosas que nos hacen únicos. Pero el ser humano a su vez puede llegar a ser muy cruel y aprovecharse de esas diferencias para infligir dolor, ya sea para cubrir sus propias carencias o por el simple hecho de hacer el mal. Y eso es lo que veremos en “Heaven”, una novela cruda y desgarradora que explora el tema del acoso escolar y sus consecuencias.

En la obra nuestro protagonista, sin nombre, se enfrenta al acoso constante por parte de los matones de la escuela y, viéndose incapaz de enfrentarse a ellos, intenta pasar desapercibido. Pero un día conoce a Kojima, una chica que también sufre acoso y comienzan una relación de amistad bastante peculiar. Se ven cada x tiempo y comparten conversaciones acerca de sus sentimientos, de la percepción que tienen del mundo y de lo que pueden o no pueden hacer para cambiar.

A través de estas conversaciones y de los acontecimientos que se narran, Mieko Kawakami construye una historia sin tapujos en la que nos muestra las distintas caras del acoso escolar y como los adolescentes se enfrentan a él de diferentes maneras. Es una historia en la que podemos apreciar el desmoronamiento emocional que puede sufrir una persona en este tipo de situaciones y los límites que puede soportar. No puedo negar que es un libro que en más de una ocasión me puso los pelos de punta y me estremeció hasta el tuétano de los huesos, llegando al punto de pensar “no puede estar pasando lo que estoy leyendo”. Pero lo más doloroso y desconcertante es que sí, está pasando, y lo peor de todo es que pasa en la vida real, a diario.

Es una de las historias más duras que he leído, me ha tocado la fibra y me ha revuelto por dentro de manera descomunal. Empaticé mucho tanto con el protagonista como con Kojima, siento ésta última quizás el personaje más interesante, lleno de misterio, pero también de una ilusión inocente a pesar de la dura situación por la que está pasando.

Recomiendo “Heaven” encarecidamente, pero creo que es un libro en el que hay que adentrarse cuando se esté preparado, porque deja huella.

Hace tiempo leí “Senos y huevos”, el primer libro que se publicó en España de esta autora, y me dio bastante que pensar por los temas que trata y el modo en el que lo hace, me resultó una escritura muy presente y actual. Este libro, escrito antes que aquel pero publicado después en nuestro país, se centra en un tema que está muy vigente actualmente: el acoso escolar.

El protagonista de la novela es un chico de catorce años que sufre bullying por parte de algunos de sus compañeros de clase. Además de llamarle bizco, se dedican a pegarle, dejarle en ridículo delante de su clase y ensuciar su escritorio. Él vive en una especie de punto muerto, su madre no sabe lo que le sucede en clase porque los acosadores se jactan de maltratarle siempre de forma no visible, así que simplemente soporta el acoso sin decir nada. Un día encuentra una nota debajo de su escritorio, escrita por Kojima, otra compañera de clase que también sufre acoso. Tras quedar un día fuera del instituto y hablar con ella con normalidad de cualquier tema que se le pasa por la cabeza, el día a día de nuestro protagonista será mucho más ameno, puesto que cuenta en secreto con las cartas que le escribe Kojima y los pocos ratos en que quedan fuera del instituto.

Kojima es como un rayo de esperanza, ya sea por no soportar en silencio el acoso o porque por fin cuenta con una amiga, el protagonista ve el futuro de otro modo al no sentirse tan solo. Kojima le da fuerzas tratando de buscarle un sentido al bullying, cree que ese es su papel porque tiene que llegar el día en el que sus compañeros se den cuenta de lo que están haciendo. Pero llega un día en el que el maltrato de sus compañeros es aún más bestia, deciden jugar al “fútbol humano” con él y le dan una patada en la cabeza que casi le rompe la nariz. Desde ese día, el protagonista deja de contestar las cartas de Kojima, ya no tiene fuerzas para nada e incluso se plantea el suicidio. La cuestión se agrava cuando una tarde se encuentra con uno de sus maltratadores y le pide explicaciones, a lo que el otro contesta de modo nihilista que no intente buscar un sentido a su maltrato, simplemente le ha tocado a él y ellos no lo hacen con ningún fin. Finalmente la historia dará un giro algo inesperado y la situación cambiará para todos.

Por momentos la lectura me ha resultado muy dura, ponerse en la piel de el que sufre acoso y no es capaz de contarlo es terrible, y al mismo tiempo saber que no hay un motivo por parte del que acosa, saber que daría igual que fuese una persona u otra…es algo tremendo. Es una lectura que da que pensar, sin duda.

«Heaven» es una conmovedora novela escrita por Mieko Kawakami y publicada en el año 2009. Con sus 228 páginas, esta obra se enmarca en el género de la ficción literaria y se sumerge profundamente en el doloroso mundo del acoso escolar que afecta a dos estudiantes de un instituto japonés.

El relato es narrado en primera persona por el protagonista, un joven que padece estrabismo, una de las principales razones por las que es objeto de burlas en su escuela. Las humillaciones que sufre van más allá de lo verbal, ya que también es víctima de violencia física y diversas formas de vejación. A pesar de sus esfuerzos por pasar desapercibido, se encuentra atrapado en un ciclo de hostigamiento constante. Sin embargo, no está solo en su sufrimiento, ya que Kojima, una compañera de clase que enfrenta situaciones similares, inicia una amistad secreta a través de cartas.

Leer «Heaven» ha resultado una experiencia profundamente desgarradora. La narrativa de Kawakami logra remover las fibras más íntimas del lector, llevándolo a momentos en los que es necesario detener la lectura debido a la intensidad de lo que se está experimentando. Aunque el tema del acoso escolar no es nuevo en la literatura, la autora aporta una perspectiva fresca y vívida. Los personajes principales están magistralmente delineados, y su sufrimiento se transmite a través de las páginas: la desesperación, el miedo, la vergüenza...

Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más destacables de la novela es su impactante final. Kawakami arroja luz sobre la innegable injusticia de la vida, recordándonos que la crueldad del mundo no siempre se resuelve de manera satisfactoria. En este sentido, «Heaven» es una obra que deja una profunda impresión y plantea preguntas difíciles sobre la naturaleza humana y la sociedad. En definitiva, un libro que merece la pena leer para reflexionar sobre la complejidad de nuestras interacciones y la realidad de un mundo donde, a veces, el sufrimiento no encuentra redención. No apto para todos los públicos.

Viajamos a Tokio para conocer a nuestro protagonista, un narrador sin nombre, un chico de catorce años que sufre acoso escolar constante debido a su estrabismo.

A lo largo de la lectura conocemos su día a día... las situaciones a las que se enfrenta que cada vez son más duras y crueles por parte de sus compañeros. Tengo que reconocer que algunas partes me ha costado leerlas ya que la autora transmite tanto con su narración que es sencillo ponerse en la piel del personaje.

También conocemos a Kojima, una estudiante que sufre los mismos abusos por parte de un grupo de chicas que se burlan de ella por su falta de higiene sin conocer el motivo.

Ambos personajes se unen y descubriremos el significado que da nombre a la novela.

Como decía ha sido una lectura dura pero muy necesaria para dar visibilidad a este tipo de injusticias que por desgracia siguen sucediendo en todo tipo de escuelas.

La diversión de unos a cambio del sufrimiento de otros... es muy triste que las personas que pueden cambiar esto elijan la comodidad de mirar para otro lado para mantener el buen nombre y un prestigio que no merecen.

Una lectura muy recomendable no apta para personas sensibles y sin duda seguiré la pista de la autora.