Gema

“Nunca había sentido el menor deseo de saber más de lo que los demás querían contarme. No me parecía que el ansia por conocer hasta el último detalle de vida secreta de las personas amadas fuese una verdadera muestra de cariño o de interés. ¿Acaso no era más bien una falta de confianza, una señal de ingenuidad y un deseo oculto de controlar el otro?¿Acaso no era importante también el pudor?.”

Esta es la primera novela que leo de Milena Busquets y lo cierto es que eso que dicen de que si “lo bueno es breve, dos veces bueno” se ha cumplido al 100 por cien con esta novela.
Esta novela me ha hecho volver a mi época del colegio, a esos días en lo que todo era pura vida, en la que las muertes nos pillaban por sorpresa, sobre todo si eran de alguien de nuestra edad, porque parecía que en aquellos momentos la muerte no tocaba. Y nos producía un latigazo que dejaba nuestra realidad colgando por un momento… pero un momento solamente, porque al final, la muerte se alejaba de nosotros y se convertía casi en un recuerdo borroso…

“De niña el pasado no me daba miedo cómo ahora, no había ningún peligro de quedar atrapado en sus arenas movedizas.”

Pero lo que ocurre, aunque sea miles de años atrás siempre vuelve y nos vuelve como vuelven todos los recuerdos, de una forma confusa y desenfocada, de la forma en la que nuestra mente los va reconstruyendo para adaptarlos a la realidad, a nuestra realidad del momento del recuerdo, que nada tiene que ver con la realidad del momento en el que los hechos ocurrieron.
Esta novela me ha hecho pensar en mis amigas de entonces, en todas aquellas niñas que eran mi mundo en aquel momento, que se convirtieron en la red que me permitía ver el mundo y adaptarme a él… muchas de ellas siguen en mi vida, muchas otras han desaparecido de mis días y hay algunas a las que, estoy segura, no soy capaz de recordar como tampoco ellas serían capaces de recordarme a mí.

“A los quince años ya sabemos todo lo que sabemos sobre la amistad, no mejoramos cómo amigos, en todo caso empeoramos. El amor sentimental tal vez se puede ir perfeccionando con el tiempo, pero la amistad no, la amistad alcanza su plenitud radiante y absoluta en la infancia.”

Desde esa primera persona que nos narra el libro somos capaces de establecer los sentimientos de la autora, los de su presente, los de la vida de una mujer de más de cuarenta años, con una vida estable, placida, con hijos y una pareja que no acaba de ser lo que ella esperaba que fuera. Una vida que empieza a tambalearse cuando, de repente, en el lugar más insospechado, aparece la imagen del fantasma de una amiga muerta que le hará replantearse que ocurrió en aquellos lejanos momentos de su vida.
Estamos ante una novela que nos habla de lo que tenemos y de lo que perdimos para poder llegar al punto en el que estamos. Una novela que se centra en los sentimientos olvidados o enterrados, y en los sentimientos presentes, una novela emotiva sin llegar al sentimentalismo extremo, una novela escrita de manera franca, con una prosa sencilla que provoca que no quieras dejar de leer.
No voy a contaros mucho mas de esta historia, porque os aseguro que la verdadera delicia de esta novela es acercarse a ella, a lo que nos cuenta y a lo que nos hace pensar, la verdadera delicia es acercarse a ella sin saber mucho más que lo que tiene que contarnos la autora.

“Hay cosas que no son verdad hasta que las dices en voz alta, y cosas que una vez dichas en voz alta dejan de ser verdad.”

Para mí, Gema ha sido una lectura entretenida, pero no me ha llegado a impresionar.

Hablemos primero del tema principal de la novela: la propia Gema, la que da título al libro. Murió a los 15 años, una edad para nada habitual para morirse, algo triste. La narradora, la cual no sabemos cómo se llama, a sus cuarenta y tantos años se acuerda de este hecho. En su momento, no visitó a Gema en el hospital, y no eran tan amigas ya. No pareció afectarle demasiado. Y ahora se preocupa. Sinceramente esto me ha dejado descolocada. Ahora se preocupa por Gema e investiga sobre ella, cuando nunca ha cruzado su mente ni un segundo. de verdad que no he debido de entenderlo bien, o me parece una razón poco plausible para una novela.

Algo que sí me ha gustado es lo emponderada que está la narradora, que va por la vida a su aire, sin rendir cuentas a nadie. Eso sí, me ha parecido un poco superficial, pero nadie es perfecto. Eso sí, en conjunto con otros personajes femeninos, este empoderamiento me ha parecido poco natural.

Más allá del tema de Gema, la narradora atraviesa una mala racha en la que se comienza a dar cuenta de que no está tan enamorada como antes, y no sabe muy bien cómo hacer con esta relación que se está enfriando por su parte. Además, tiene dos hijos de dos hombres diferentes, pero se maneja muy bien con las custodias compartidas, muy moderna ella.

No sé, en general no me ha acabado de encajar ni la historia principal ni las paralelas. Los personajes femeninos me ha parecido un poco dentro del cliché de mujer emponderada de Sexo en Nueva York, y no me han llamado gran cosa más allá de algunos detalles resaltables. Eso sí: al ser una novela breve, me ha servido de entretenimiento.

Hoy le toca el turno a una lectura que hace ya unos meses que finalicé, pero todavía no había escrito mi opinión. Se trata de «Gema» de Milena Busquets, un libro que me llegó en una caja de Bookish y al que además tuve el placer de asistir a un encuentro con la autora.

«Gema» es la historia de una escritora cuya vida es plácida y sin sobresaltos, una vida tranquila que comparte con sus dos hijos pero todo cambia cuando le viene los recuerdos de una amiga de la infancia, Gema, una chica que murió de leucemia con quince años. La muerte de alguien joven siempre causa conmoción en quienes lo viven de cerca y nuestra protagonista empieza a hacerse preguntas sobre su amiga y a intentar recordar sus últimos días para ello se reúne con antiguas compañeras de clase, visita el colegio, intenta recabar información sobre la familia de Gema…

Podríamos decir que «Gema» es una novela autobiográfica aunque Milena haya cambiado nombres y ficciona algunos hechos para adaptarlos a la historia. La autora hace un viaje al pasado, a su infancia y reflexiona acerca de la vida, de las relaciones personales y de como influye en la personalidad de cada uno. Para mi esta novela se puede leer de muchas maneras, pero, sobre todo, creo que es una historia en la que cada lector le dará importancia a una parte distinta o lo que es lo mismo, cada uno nos fijamos en una parte de la historia para comprender y entender lo que la autora nos ha querido transmitir. Una novela breve pero llena de mucho sentimiento, de mucha reflexión y de mucha verdad.

Os recomiendo leer «Gema» pero no pensando que es un viaje al pasado, fruto de la nostalgia de la infancia es más bien como una lección de cómo vivir el presente y, en ocasiones, se necesita cerrar un capitulo de nuestra vida para poder seguir viviendo en paz. Algo así le ocurre a nuestra protagonista, pero es algo que quizá no se entienda hasta llegar al final del libro.

«Gema» es una oda a la amistad, al amor, a la memoria, pero también una novela de despedidas, hay que saber hacerlo. La amistad y el amor son los pilares de la novela y yo me pregunto ¿acaso no son las vivencias más importantes y trascendentales que podemos sentir?

La prosa de Milena es profunda, libre, emocional, una lectura embaucadora que provocará miles de sentimientos en el lector en cada una de sus páginas. Una novela breve pero que os animo a leer con calma, con serenidad, pensando en cada párrafo, reflexionando acerca de cada vivencia y comprendiendo que las pérdidas que todos experimentamos en la vida nos marcan de alguna manera y necesitamos desprendernos de ellas para seguir adelante con más fuerza.

«Gema» es una oda a la libertad, a las ganas de vivir y a apreciar todo lo que nos rodea, desde el amor de nuestros padres al de nuestros hijos, a la amistad, a la libertad. Una historia preciosa y tierna escrita con una pulcritud admirable y con mucho sentimiento que sobrepasa las páginas del libro hasta llegar al lector. Para mí, Milena ha sido todo un descubrimiento.


“Nunca nada es demasiado, demasiado es genial y maravilloso. El problema es siempre el demasiado poco”
Enlace: https://www.librospordoquier..

Poder decir adiós es crecer, escuchamos todos alguna vez en la voz de Gustavo. Una frase sencilla que abarca tantos procesos y tanta complejidad en una sola palabra: crecer.

Milena Busquets explora las despedidas y la forma de despedir en su novela "Gema". En ella, una escritora adulta se reencuentra con el recuerdo de una amiga de la infancia que falleció siendo adolescente y decide recorrer nuevamente toda la historia de su amistad, intentando descifrar lo que realmente pasó y lo que dibujó su memoria. Envuelta en la relación con sus hijos, con su pareja actual y con sus amigos, la protagonista indagará en su pasado para comprender su presente y descubrirse a sí misma.

Gema es un símbolo perfecto para todas las ausencias que nos atan al pasado, las situaciones que debemos aceptar y dejar ir para continuar con nuestra vida. El duelo y el aceptar la realidad, incluso en los momentos más dolorosos, son piezas centrales en esta historia, que también nos habla de autocompasión, de honestidad con nosotros mismos, de relaciones sanas y tóxicas tanto con los demás como con nosotros mismos.

Cómo nos despedimos, cómo dejamos ir, cómo soltamos, son cuestiones que nos pueden llevar toda la vida, hasta que un día inesperadamente ya lo hicimos.
Un día, crecimos, porque logramos decir adiós.

La escritura de Milena Busquets me desconcierta. Su vida es cosmopolita, afrancesada y ligera, podría llegar a cautivarnos. Sin embargo, encuentro una gran superficialidad que reivindica entre gritos de auxilio. La incesante búsqueda del amor y un ego irritante lo sugieren.

La vida de una escritora de cuarenta y tantos años transcurre sin grandes sobresaltos, entre sus dos hijos y una relación que parece a punto de terminar. Pero esa existencia razonablemente plácida se ve sacudida por la reaparición de un fantasma del pasado en forma de repentino recuerdo: Gema, una compañera de colegio que murió de leucemia con quince años. Pero, tras su lectura, una sabe que Gema no es una niña muerta, es una excusa. Se esfuerza poco por disimular que no soporta el ocaso de la pasión en las relaciones amorosas y que la amistad no va con ella, se le antoja un estatus plano.

“(…) la frivolidad, formidable vehículo para la inteligencia y el humor, había sido aparcada y relegada.”

Es posible que todas la mujeres nos busquemos un poco en una Milena que no se ha encontrado. También lo hacemos aquellas que escribimos:

“…egos gigantescos, amores y odios furibundos y una cierta endogamia y tendencia a la exageración”.

Esta novela autobiográfica, aunque Milena haya cambiado nombres y ficcione algunos hechos para adaptarlos a la historia, nos da una lección de cómo vivir el presente y la necesidad de cerrar un capítulo de nuestra vida para poder seguir viviendo en paz. Algo así le ocurre a nuestra protagonista, pero es algo que quizá no se entienda hasta llegar al final del libro.

No obstante, he encontrado párrafos cargados de un contenido liviano y profundo, vitalista y compungido, con esa belleza en lo cotidiano que tanto me gusta.