Frontera: Historia de Frontera

Tres historias construidas entorno a la espada, actos heroicos, barbarie y la tragedia, aderezadas con una gran narración.


¡Cómo echaba de menos el género «espada y brujería»! Para quien no esté muy puesto en este término, es una rama de la fantasía épica que se centra principalmente en las batallas que tienen los protagonistas, con mucha frecuencia contra elementos mágicos, y tiene como una de sus características lo rápido de la acción y la inexistencia de elementos de «relleno». En otras palabras, prácticamente toda la narración es acción y lo «poco» puramente descriptivo que hay es introductorio para la batalla, sucediéndose los enemigos o las batallas casi sin descanso. Apareció sobre finales de los años 20, y quizás el más conocido sea «Conan el Bárbaro», de Robert E. Howard. Imaginaros la película de Conan protagonizada por Schwarzenegger pero en formato bolsilibro.

Y después de esta introducción, vamos a lo que nos compete. «Frontera» se compone de tres relatos, totalmente independientes unos de otros, pero que tienen como elementos comunes -ya sea de forma directa o indirecta- la tierra de Frontera, un crisol de culturas, dividida por dos religiones (con todo lo que ello conlleva), y la lucha encarnizada y constante.
Tras esto, cada historia tiene temática y desarrollo distintos, algo que me ha gustado mucho.

Analizando todo de forma global, este libro es un claro ejemplo del género «espada y brujería», que podría haber sido perfectamente tres volúmenes distintos en tamaño bolsilibro (tipo A muerte, de Cris Miguel). Acción, mucha acción, luchas, armas, sangre, fantasía y monstruos, con una narración sumamente ágil y sin elementos que entorpezcan lo más mínimo la narración.
Cumple el objetivo absoluto del género: entretener; una obra que no va a ganar el Nobel de Literatura, pero que durante su lectura le impide al lector pensar en otra cosa que no sea en la novela, con la que solo sabes a qué hora se empieza a leer pero no a qué hora se deja.
Es por esto que adoro el género. No siempre apetece leer algo que haga plantearte la existencia humana o nuestro papel en la sociedad o resolver un asesinato; a veces solo necesitamos dosis de algo que permita evadirnos de todo. Por tanto, simple y llanamente, gracias.

A pesar de que Frontera es la primera obra de Antonio Matiola publicada en solitario, parece que lleva publicando libros toda su vida; la capacidad que tiene su escritura de atrapar al lector entre sus páginas sin que se de cuenta me ha encantado. Además, consigue hacerle reír -o al menos conmigo lo consiguió, gracias entre otras cosas a sus guiños- en determinadas escenas sin que quedase forzado, algo que considero sumamente difícil, y de transmitir sensaciones como angustia, desesperación o miedo; me ha sorprendido gratamente y tras terminar la obra me he quedado con ganas de más, de mucho más, y no por los propios personajes -que también-, sino por su escritura.

Como elemento curioso de su pluma, toda la novela está escrita con ese estilo que recuerda a las novelas medievales, con esa forma tan característica de hablar que se les atribuye a los personajes (y al narrador en este caso). Además utiliza un lenguaje bastante directo, soez en ocasiones, y muy acorde con la soldadesca, con palabras y expresiones mal sonantes y demás, maravillosas algunas. Me ha encantado «estúpido cruce entre asno y camello».
Sobre el narrador, omnisciente en este caso, me ha dado la sensación que es una especie de cronista que ha vivido esas aventuras en primera persona pero sin participar, ya que prácticamente no desvela nada del futuro, y solo habla de lo que hay «delante» o próximo, algo característico del género.

La estructura de las tres historias es similar: empieza con un marco situacional de los personajes, explicando quienes son y dejando entrever de qué va a ir la historia, ya que como he mencionado, no tienen la misma temática.
Y en cuanto al final, todas tienen la particularidad de dejar complemente cerrado el final de la historia narrada pero da pie al empiece otra aventura, de tal manera que tanto si el autor decide retomar las historia en otro libro puede hacerlo perfectamente, pero si decide no continuar, existe un final claro.

Hablando por separado de cada historia, tenemos la primera, «La última parada». Don Aldo, el protagonista, es un viejo mercenario que luchó en Frontera y busca conseguir un trabajo que le permita descansar; algo que requiera de acción puntual para no aburrirse y que le de para comer y dormir bajo techo. Esto le lleva a aceptar un trabajo en un reino al norte de Frontera entre la investigación y la caza para averiguar qué o quién está robando a la gente e, incluso, destripando a los aldeanos.
Esta historia, curiosamente, no está dividida en capítulos, sino que tiene como cortes cuando la acción cambia. Salvo las primeras páginas, la acción es constante, ya sea luchando o recorriendo el terreno. Esta es la historia más bélica, en la que todo gira en torno a la lucha y a la supervivencia.

La segunda historia, «La búsqueda», en su mismo nombre indica que no va a ser como la anterior. Aengus y sus soldados realizan una gesta épica, viajando a Frontera para lograr hacerse con un tesoro de valor incalculable que permita a la tierra de Plamarterra alcanzar la fama que merece. En esta, la lucha tarda más en llegar, pero por contra nos encontramos con una narración de lo que ocurre hasta llegar la guarida donde está el tesoro. A partir de aquí, el relato se vuelve mucho más tétrico y fantástico, abundando la magia y las sorpresas -¡estad atentos al final!-. La traición, la codicia y lo sobrenatural es la firma de esta historia.
Por último, a diferencia de la anterior, esta se divide en ocho capítulos.

Y llegamos a la tercera, «En el sur». En una tierra al sur de Frontera, cercano al cinturón de los Reinos Oscuros, ocurre esta historia. Erasbus, un joven «norteño» de Frontera y un guardia personal de un antiguo guerrero y actual cacique, escucha una historia que se le meterá en la cabeza y le hará hacer, quizás, la mayor de las estupideces, con unas consecuencias funestas para él y sus amigos. Esta es de lejos la historia con más brutalidad, con elementos propios de los que todo el mundo puede imaginar en este tipo de mundos: violencia a la mujer, torturas a personas, diversión por lo macabro... -solo hay que pensar en la película de Conan para hacerse una idea-, pero es la historia con menos fantasía, curiosamente. Un relato que se ha creado usando como hilo el amor, la tragedia, la venganza y la sangre, y se halla dividido en doce capítulos.

En cuanto a la escritura, no tengo un solo pero que ponerle; es más, quiero dar mi enhorabuena al autor por semejante trabajo. Por contra, y aunque esto es opinión puramente personal, le pediría que la obra estuviese ilustrada con algún tipo de mapa para saber exactamente dónde queda Frontera, qué hay al norte y al sur, cómo se distribuyen los Reinos Oscuros, etc. No sé cuantos mapas he podido dibujar en mi mente ya...

Y esto es todo. Una obra ágil, llena de acción, que atrapa al lector desde la primera página. Una lectura perfecta para cuando la mente está saturada, para cuando solamente se quiere disfrutar de una buena aventura (o de tres en este caso). Recomendadísima no solo a los amente de este maravillo género, sino que a todo lector que le guste la fantasía y la acción.
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