Encuentros con libros

Me gusta tanto Stefan Zweig que cuando estoy con él me siento plena. Su escritura me alcanza, me acoge, me dejo llevar y el viaje es siempre rico y sabio.
Siempre es un placer leer a Stefan Zweig, un manjar delicioso para saborear plácidamente.

Por cierto, me encanta la portada del libro en el que vemos a un Don Quijote rodeado de libros y disfrutando de la lectura. Es un cuadro excelente de Adolf Schrödter.

En este libro, y como su título ya nos indica lo que se propone es encontrarnos y acercarnos a maravillosas lecturas, y a interesantes autores .
Se hace un gran y apasionado alegato en defensa de la lectura y de los libros. Una maravilla. ¡Cómo me gusta!

Y se pregunta además “¿Cómo se puede respirar sin el aire universal que brota de los libros? “

Os estoy viendo mover la cabeza asintiendo. Seguro que nosotros también nos hemos hecho esta misma pregunta, y cuánto nos alegramos porque existen, porque hay grandes personas que los escriben, porque nos llegan a través de diferentes medios, porque los podemos compartir, de esto tratamos aquí, porque se sigue escribiendo y publicando y también porque existe un escritor y un maestro como él.

Stefan Zweig, muchísimas gracias. Aparte de dejarnos sus obras, también nos maravilla con sus lecturas, precisamente, este libro, cuyo título es totalmente afortunado, ya que salimos al encuentro de los libros que él leyó, y nos comparte sus lecturas, sus interesantes comentarios y sus admirables y especiales reseñas, que proclaman el grandísimo lector que era, aunque eso ya lo sabíamos.

Pero somos afortunados también de poder disfrutar y leer en este libro, su devoción, su pasión, nos transmite su temperamento y su admirable personalidad, además de su específica y brillante manera de escribir y reflexionar sobre sus lecturas.

Y sigo diciendo, qué gran lector. Un lector riguroso, que entiendo, no solo disfrutaba de la literatura sino que además tuvo la necesidad de transmitirnos su gran pasión.
Y qué grandes reseñas nos deja en estos 34 apartados de los que se compone el libro.

Originalidad, profundidad, también amenidad en la forma con la que nos introduce en los autores y las obras que trata, como lo hace con Goethe, Thomas Mann, Joseph Roth, Stendhal, Balzac, Rousseau, Walt Witman, Flaubert, Joyce, Rilke…

Qué irresistibles deseos de conocer toda la obra y a todos los autores que comenta, lo hace de forma tan exquisita que no podemos evitar buscar algunos de los libros que no hayamos leído.

Un bello recorrido y un canto de amor a la literatura que también lo encontramos en tres magníficos artículos dedicados al libro como en “El libro como acceso al mundo”, “El libro como imagen del mundo” y sobre todo “Regresar a los cuentos” que me ha maravillado y embelesado.

Pone toda su atención en el cuento tradicional y las emociones que suscitan, nos habla de Gulliver, Robinson Crusoe, Los hermanos Grimm…

Su veneración hacia el libro, hacia la literatura lo acompañó siempre y esto es lo que refleja en su obra, y en esta fascinante selección donde sus recensiones críticas son abordadas con su característica elegancia que las hacen irresistibles, además de ser capaz de seducirnos desde la primera línea. Magistral.

Termino con una encantadora cita: “Desde que existe el libro nadie está completamente solo, pues tiene al alcance de su mano el presente y el pasado, el pensar y el sentir de toda la humanidad”.

Un narrador fascinante del que deseo leerlo todo.
A por otro, enseguida. Es imprescindible, recomendadísimo.

Encuentros con libros o cómo amarlos todavía más, un conjunto de reseñas, prólogos y reflexiones varias del gran Zweig, que hacen que una actividad cotidiana como leer se convierta en algo maravilloso y excepcional.
Este libro nos enseña a tener amplitud de miras con respecto a los libros, coger de cada uno de ellos lo bueno para ampliar nuestro bagaje espiritual, aprender de ellos, y valorar el que nos ayudan muchas veces a tomar decisiones.
Desde su más tierna infancia, Zweig agradece la compañía reconfortante de un libro, y también a lo largo de su trayectoria vital, donde además pasan a ser su medio de vida.
Empezando por poemas de Goethe, al que disecciona , siguiendo por autores completamente desconocidos para mí, pero que despiertan curiosidad al pasar por el filtro de Zweig, y no dejando de lado a los grandes a los que admira.
Uno de los textos que más me gustaron fue el de "regresar a los cuentos" donde nos habla del origen remoto de estos, de lo comunes que pueden ser sus enseñanzas independientemente de la parte del mundo en el que se cuente, la universalidad del cuento, y su eternidad, aunque con el paso de los años se vayan adaptando a los tiempos, y añadiendo nuevos ingredientes para mantenerlos frescos.
Admiro a Zweig en su afán de dar otra oportunidad a aquellos autores que en un principio no le han convencido, siempre les deja una puerta abierta, eso es algo que me apuntaré del maestro.
Tampoco nos olvidemos de los guiños a sus amigos, como por ejemplo a Joseph Roth, gran cronista de la Primera Guerra mundial y de la Gran Depresión.
Tampoco se olvida de Freud, ni de Thomas Mann, ni del gusto por lo oriental de la época reseñando "las mil y una noches", este también es uno de mis textos favoritos.
Otra de sus grandes debilidades sin duda alguna es Balzac, al que dedica reseña y notas varias, "asombrosa la capacidad de Balzac para confundirse con la materia que trata en cada momento, para volverse ligero con las cosas ligeras, trágico con las graves y profundo con las que exigen una reflexión filosófica" sólo el podría expresarse así.
Un libro que me ha costado reseñar, porque ¿cómo reseñar lo ya reseñado por alguien del calibre de Zweig, cuando no me he leído la mayor parte de lo que reseña? simplemente me quedo con su estilo elegante, con sus muchas enseñanzas, con los autores que me ha descubierto, y que ha hecho que aumente mi lista de pendientes. Y sobre todo con su humildad y pasión por los libros.

Leer a Zweig puede convertirse en adictivo y lo digo tras acabar la segunda obra que leo de él. No lo digo haciendo referencia a sus libros como si de alguna droga se tratara, más bien de esa medicina que cura el alma, que abre el apetito por el buen gusto a la pluma de escritores cuyos escritos están catalogados como auténticas obras maestras de la literatura.
Definitivamente me resulta imposible negar que cada vez me gusta más Zweig, que crece en mí el firme propósito de leer su bibliografía y aunque recientemente he leído alguna que otra corriente que pone en tela de juicio la hipocresía de su pensamiento en ciertas cuestiones, ya me guardaré yo de crearme mi propia y respetuosa opinión del autor austriaco.
Encuentros con libros, una obra para lectores que se acercan a un libro de su exploración salen con un mapa lleno de otros destinos hacía nuevos e interesantes tesoros literarios que descubrir.
En este, el autor a modo de prologo cuenta lo que le aconteció en una travesía por el Mediterráneo en un barco que realizaba la ruta de Génova a Argel. A bordo conoció a un joven marinero italiano con el que entabla una camaradería bastante distendida. Un buen día el muchacho le pide que le lea una carta que una chica le ha escrito. Es en ese momento cuando Zweig se queda asombrado porque hasta ese momento no había entablado amistad con nadie que no supiera leer. Esto le lleva a pensar en la siguiente pregunta ¿Cómo se puede respirar sin el aire universal que brota de los libros?. La vida sin un libro, sin poder leer, sin vivir la vida de otras personas, sin tener acceso al conocimiento que nos hace mucho mejores.
A partir de ese momento y con el sentimiento de cuán importante son los libros y sus autores, como lectores, tendremos el privilegio de ver ante nuestros ojos, una treintena de textos donde el autor recopila prólogos, reseñas, artículos sobre distintos autores, libros o géneros. Sabremos mucho más sobre Stendhal, Balzac, Goethe, Byron, Rilke o Flaubert.
Sin lugar a dudas Zweig nos abre una ventana a los clásicos, esos que muchas veces adornan nuestras bibliotecas sin que los hayamos leídos pero que al preguntarnos, nuestros piropos hacía ellos manen como un caudal prolifero de buenos propósitos y virtudes. En este punto, el austriaco en este libro me ha parecido en cierto modo ese buen bloguero al que tras entusiasmarle un buen libro, hace todo lo posible por convencer a futuros lectores, en hacer que ese libro tenga la mayor difusión posible y para ello nos cuenta perspectivas inimaginables, datos, detalles que hacen más atractivo ese ejemplar o a ese autor, como sí de un canto de sirena se tratara.
Territorio para cazar citas, Encuentro con libros, vaya por delante, es un prado literario lleno de árboles frutales donde de sus ramas cuelgan obras que devorar con placer, pero ese paseo como todo buena caminata debe hacerse sin prisa, con la pausa del que degusta cada hoja y cada contenido del recorrido que realiza por un bello paraje. Puede que no sea la mejor obra para descubrir al austriaco, pero como ya tuve la ocasión de comprobar en una obra anterior, sin lugar a dudas no hay ni una sola frase que sobre, su prosa enamora al buen lector y uno queda hipnotizado por todo lo que cuenta.


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Reseñar un libro de reseñas de Stefan Zweig es una tarea muy complicada, cualquier reseña que hagas no llegará a estar a la altura jamás.

En este libro nos encontramos varias reseñas que el autor hace a lo largo de su vida como lector y también tenemos varios prólogos que Stefan Zweig escribió. En cada uno de los textos se refleja a la perfección la pasión que siente por la literatura, lo que disfruta leyendo y recomendando libros.

Sobre cada reseña hace una disertación sobre el autor del que va a hablar y eso nos ayuda a ponernos en contexto pero sobre todo nos ayuda a conocer más en profundidad la figura de algunos autores. Estás partes me han resultado muy interesantes ya que me ha descubierto autores nuevos y me ha hecho conocer mucho mejor determinadas figuras que yo sólo conocía por el nombre.

Hay textos sumamente interesantes, como el dedicado a los cuentos infantiles y a la importancia de los mismos. En cambio hay otros textos, que a pesar de estar escritos deliciosamente, se me han hecho pesados y largos pese a no superar las quince páginas ninguno de ellos.

Leer esta obra seguramente os lleve a querer leer alguna de las obras que Stefan Zweig nos presenta, por lo menos en mi caso ha logrado que mi lista de deseos aumente y quiera conocer mejor alguna de las obras que el nos presenta.

Leer a Stefan Zweig es una delicia, pero tengo que reconocer que este ensayo no es para leerle del tirón, esta obra requiere saborearla y paladearla todo lo posible para sentir y comprender más en profundidad lo que cada historia significó para el autor.

Zweig me parece un escritor sumamente original, inteligente y capaz de plasmar ideas muy buenas en pocas palabras en sus novelas. Porque así son: breves pero certeras. Un escritor que no se anda con rodeos, cuenta lo que quiere contar y no hay más. Quizás es el resultado de su amplio bagaje como lector que imagino le llevaría a saber muy bien lo que le gustaba y cómo le gustaba leer.

Encuentros con libros no es otra de sus novelas. Si no un libro en el que nos habla de otros libros. En su interior vamos a encontrar una compilación de reseñas, reflexiones o ensayos que durante su vida escribió para revistas o cómo prólogos a las obras de otros autores en los que se nota ese amor al la literatura.

El primer capítulo de este libro nos lleva por un símil muy interesante pero muy esclarecedor sobre lo importante que es la literatura en la vida del ser humano. Y lo hace comparándolo con la rueda. Igual estáis pensando que tiene que ver una cosa con la otra. Pero Zweig lo explica de maravilla y yo lo voy a simplificar mucho más de lo que la reflexión de Zweig merece. El invento de la rueda fue el inicio del acercamiento físico del hombre a otros que se encontraban en diferentes lugares mientras que la escritura lo acerco en el plano del conocimiento. de hecho son dos inventos que, a día de hoy, nos resultan imprescindibles.

Posteriormente nos habla de Goethe, nos anima a leerlo, ofreciéndonos algunas claves para entender sus versos. Nos revela libros que no conocemos y nos infunde ganas de leerlo. O nos habla de grandes figuras como Stendhal, Lord Byron, Walt Whitman,Thomas Mann o Flaubert entre otros. Reconozco que algún que otro de estos autores me dan cierto reparo y nunca me he atrevido a leerlos -como Ulises de James Joyce-. Aún así conocerlos de la mano de Zweig ha sido un placer y ha restado ese recelo.

Otros sin embargo me han resultado familiares y me ha encantado leer sobre ellos como Freud o sobre Las mil y una noches, una obra increíble.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención es cómo intenta en estos escritos atraer a los lectores hacia esas obras de las que habla. Y eso solo se puede hacer cuando se disfruta de los libros, cuando se valoran. Además todos ellos están escritos con suma exquisitez, con mimo, con un profundo conocimiento de las obras, los libros o temas de los que habla. Tales y como son los libros de Zweig, este libro también refleja su buen hacer con la literatura.


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